CAPITULO 19

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Al salir de la reunión con el patrón tomaste dulcemente la mano de Rengoku entrelazandola con la tuya.

-Kyojuro-San...- Pausaste antes de continuar. Él te miro fijamente sorprendido de tu sutil brusquedad, le desconcertaba el echo de apesar de haberte visto desnuda y a pesar de que todos supieran sobre su relación, aún tu voz temblaba y esa conexión eléctrica no desaparecía de sus manos. Para él eres una dulce niña a la cual le gusta degustar ciertas cosas de adultos.

-Me gustaría saber si gustas acompañarme a ver a mis padres.- Tu mirabas discretamente los dedos del rubio.

- ¿Qué pasa aquí?- Interrumpió Tengen.
-¿No tienen misiones hoy acaso?- Concluyó el más alto.

Tu negaste con la cabeza, Rengoku dió un giro rápido rodeo tus hombros con su brazo y sonrió en dirección al peligris.

-Hoy haremos una bonita visita a alguien importante.- Dijo el rubio sonriendo.

Tengen se dio media vuelta rasco su nuca y comento. -Esta bien tórtolos pásenla bien.- se despidió con un movimiento de su mano izquierda caminando en dirección contraría.

-Vamos.- Kyojuro extendió su mano hacía ti, su sonrisa, su cabellera rubia en movimiento por el viento, el tono de su voz, todo te quiebra por dentro.

Tomaste su mano y se dirigieron más allá de la casa del patrón.

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-¿Sabías lo de aquel cazador que vieja con un demonio?- Te miro dulcemente, su voz era tranquila no percibias enojo.

-Mmh- El gimoteo que salió de tus labios lo hizo sorprenderse, posó su mano sobre tu cabeza y la deslizó por tu cabello dulcemente.

-Debes de tener una buena razón para aceptarlo, no tienes por que preocuparte, rechace lo que dijo el patrón y es su palabra, por otro lado si mi dulce novia lo acepta ya no diré más del asunto, espero ese cazador se convierta en un gran pilar veo la llama encendida en sus ojos.- Kyojuro de nuevo carcajeo.

Lo miraste muy entretenida, amas como suena su risa y como toma las cosas, es tan dulce como un niño pequeño y tan maduro como un hombre.

Te tomo por los hombros y acercó tu cuerpo hacía él, dejándote sin aliento, la acción te sorprendió. Tu cabeza quedó a la altura de su pecho, los latidos de su corazón están relajados, el calor que emana de su cuerpo te quita el pequeño frío que tienes y sacia la sed de contacto.

-Mi dulce novia es una buena chica.- Te alejo y dió un beso suavemente en tus labios, apretó tu cintura y tú sus ropas, siempre es así, se aman demasiado como para dejar pasar un momento. Sus respiraciones se agitaron, se despegó mostrando su rostro enrojecido y lascivo.

- Apresuremos, podemos llegar a la hora de la comida y podrás quedarte en casa.- Menciono el rubio, alejo su mirada.

Los siguientes minutos estuvo en silencio.

Cuando llegaron al campo en el cual las placas estaban rodeados de un bosque inmenso, solo se sentía paz.

Rengoku te acerco a dónde estaban las lapidas de tu padre, tu madre y tu linda hermana.

Al llegar no pudiste aguantarte, tus lágrimas comenzaron a salir, te arrodillarte a modo de reverencia, pegando tus manos en el pasto blando, poniendo tu frente sobre ellas todo esto sin dejar de llorar.

Rengoku hizo lo mismo sólo que él posó su mano en tu espalda dando caricias sobre ella a manera de reconfortación.

- Es bueno llorar de vez en cuando, no te preocupes llora todo lo que puedas, sólo por aquellos días en los que eras feliz, no cuando fueron los momentos de tristeza- Te levantaste secando tus lágrimas, y Sonreíste en su dirección, él no retiro su mano y sonrió en respuesta.

El pilar más poderoso (Rengoku x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora