Natsuki había insistido en estudiar juntos, como fue la mayoría de veces. Lo extraño era que Mikey se negara rotundamente. En lo que llevaban de conocerse cedía con facilidad, más que nada para estar con el pelirrojo. Fue tanta su insistencia que no le quedó de otra.
Ahora estaban en la casa de los Sano, más específicamente en la habitación del rubio. Mientras Satou releía páginas de su libro y hacía breves apuntes en su cuaderno, Mikey le miraba totalmente perdido en sus facciones relajadas y sus ojos concentrados en los párrafos del libro de literatura japonesa.
Cerró los ojos desviando su atención a su propio libro de álgebra, atascado en las ecuaciones cuadráticas de la página. Más que no entender un carajo de como despejar 'x', seguía dándole vueltas a sus sentimientos. Los aceptaba, después de todo aunque los negase siempre estarían ahí dándole pinchazos cada que Natsuki le hablara o como mínimo le dedicara una mirada o sonrisa. Como es claro, a lo que realmente teme es que el mitad japonés se diese cuenta. ¿Cómo reaccionaría? ¿Le correspondería o le rechazaría? ¿Se apartaría ahora sabiendo que su amigo es gay?
Ya se lo había dicho a Draken: no quería perderlo por una tontería. Mikey no llegó a tener ese tipo de sentimientos por alguna otra persona antes que Satou, además creía que ese tipo de cosas sólo le harían perder tiempo de comer tantas golosinas como su estómago le permitiera, o jugar en la consola durante sus tardes libres. Ahora a sabiendas de lo que siente, su perspectiva del romance había cambiado. A Natsuki sí le daría de sus dorayakis y le permitiría sacarlo de su habitación cuando jugaba al Super Mario.
Tenía curiosidad y cada vez se le hacía más difícil guardar su propio secreto.
─ ¿por qué tiene que ser tan complicado? ─murmuró sin querer, llamando la atención de su compañero.
─ ¿qué pasa? ─
"¡Diablos!"
─ eh, no entiendo muy bien como se realizan estas ecuaciones. ¿De dónde se saca este dos? ─apuntó a su libro improvisando antes de delatarse.
─ ¿quieres que te explique? ─Manjiro asintió.
El pelirrojo se levantó de su lugar yendo al lado derecho del ojinegro para empezar a explicarle.
Y volvió a pasar. Mikey se perdió en su mirar y en su tranquila voz. Miraba su perfil sin perderse ni un pequeño detalle y facción de su tes. Piel blanca y limpia, pestañas largas y algo rizadas, ojos de un azul tan profundo que parecía deleitarse; brillantes y llenos de vida. De su oreja podía verse la argolla y el arete en forma de cruz, nada simbólico. Casi nunca los deja ver para evitar problemas en el instituto.
─ ¿entendido? ─de toda la explicación fue lo único que logró oír.
─ ... no, pero tengo hambre. ─
Natsuki quería echarse a llorar, dió todo de sí para intuirle. Se había hasta inspirado y esforzado para no trabarse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hace apróximadamente media hora Satou se había ido a su trabajo, dejando pendiente el resto de sus materias.
« ─ mañana es Domingo, mañana vendré otra vez a seguir estudiando ─dice mientras toma su mochila─. Te traeré más taiyakis, pero con una sola condición ─a Mikey le brillaron los ojos apenas oír eso.
─ ¿qué necesitas? Tú dímelo y lo haré. ─
─ aprende algo de las ecuaciones, al menos resuelve uno y te traeré una bolsa llena, ¿de acuerdo? ─sonrió ante el puchero que hizo el más bajo.
─ todo sea por los taiyakis. ─
Natsu llevó su mano a la cabeza rubia despeinándolo.
─ entonces nos vemos mañana, Mikey. ─ »
Ahora que su principal distracción no estaba presente, tomó el libro entre sus manos leyendo el problema una y otra vez intentando encontrar una solución de como despejar la maldita 'x'. Cansado de no entender lo dejó de lado. Números y letras no van.
Estirando los brazos caminó a la cocina buscando algunas frituras o alguna chatarra que pudiera comer antes de la cena. Ahí estaba Shinichiro bebiendo un vaso de agua, parecía apenas haber llegado de su taller.
─ hola, Manjiro, ¿qué tal tu día? ─saludó cuando le vió entrar.
─ hola. Ha estado bien, hoy vino Satsuki a estudiar, la próxima semana tenemos exámenes ─comenta mientras abre una bolsa de papitas.
─ ¿en serio? Necesito verlo. ─
─ ¿para qué? ─inquirió receloso con la boca llena.
─ hace unos días fue al taller a pedirme una pieza para su moto. No te pongas celoso, hermanito ─proporcionó suaves palmadas en la espalda del menor sonriendole.
─ ¿quién está celoso? ─la voz de Emma se unió a la charla, con cierto tono divertido.
Ahí sabía que las bromas y burlas no cederán hasta la hora de dormir, eso si el abuelo no los manda a callar.
Oh sí, hace poco ─gracias a la chismosa de Emma─ se enteraron de lo que siente por Satou. Esto pasó cuando charlaba con Draken y Pah respecto a esto mismo.
A la hora de la cena, todos ─incluido el abuelo─, empezaron a darle consejos de "conquista". El más interesado era Shinichiro, pues él tenía "mucha experiencia". Aunque luego fuera rechazado por las chicas. El peor de todos era Izana, quien cada cuanto le hacía burlas y dramatizaba que su hermanito ya había crecido. Luego estaba la misma Emma, contándole trucos vistos en sus amadas revistas juveniles o telenovelas. Y en cuanto al abuelo Mansaku, relataba como se hacían estas cosas en su época: flores y cartas.
No quería ser grosero, pero todos aquellos consejos le serían muy útiles si tuviera la intención de "conquistar" a Satsuki. Su verdadera intención era dejar pasar el tiempo y que su joven y alborotado corazón olvidara tales sentimientos. Dolería en el trascurso, pero es un precio que estaba dispuesto a pagar.
De momento.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola :D Aquí volvemos con un capítulo más. Estuve días sin internet :( pero creo que me ayudó a centrarme más en escribir. Por cierto, las letras en cursivas de antes son recuerdos, así serán en el resto de capítulos si llegó a anexar algo de ese tipo. Debería también hecer capítulos más largos jajas. En fin, yo los dejo. Que pasen bomnito día :3 Belttom_ ♡
