↷✦; 𝒅 𝒐 𝒄 𝒆 ❞

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⪼ Era increíble y asquerosamente exquisito el aroma a taiyaki recién hecho. Tan sólo imagina que uno aparece frente a ti, y no sólo eso, sino que es el taiyaki más grande que has visto en toda tu joven vida. Literalmente Mikey tiene un taiyaki que le multiplica al menos diez veces su tamaño frente a él. Huele delicioso y es inevitable que su boca empiece a hacerse agua, apenas controla su impulso de lanzarse sobre el gigantesco dulce y mordisquearlo hasta comérselo por completo.

Y por si no fuera suficiente, otros tres de menor tamaño nadaban a su alrededor, como auténticos peces.

─ ¿quieres dar un paseo, chico? ─habla el taiyaki más grande.

─ por supuesto que sí, ¿después me dejarás comerte? ─sentía que llegaría un punto en el que la saliva chorrearía de su boca.

─ claro que sí, pero primero sube. ─

Los taiyakis de menor tamaño se pusieron frente a él formando unas escaleras hacía el "jefe" ─como le había bautizado─.
Escaló y se sentó en la orilla, ahora el olor era más fuerte y sus ganas de morderlo aumentaban.

─ aquí vamos. ─

El jefe levitó empezando a nadar en el aire yendo al cielo. Así comenzó un agradable paseo sobre las nubes perfectamente hechas con textura suave y cremosa, pareciera que estaban hechas de merengue...

Era extraño, pero agradable.

Pronto se relajó sobre la espalda del taiyaki, acostándose sobre él para olfatear mejor el delicioso aroma recién hecho, así empezó a morderlo arrancando pequeños trozos de la galleta. ⪻

Natsu miraba enternecido y divertido la posición en la que Mikey estaba: acostado de lado con su inseparable manta vieja entre sus manos, lo gracioso es que parecía comersela, ya tenía un gran pedazo húmedo de la saliva del rubio.
El pelirrojo tomó un par de fotos para molestarlo después, ¿qué estará soñando?

No quiso despertarlo, el chico parecía disfrutarlo así que le dejó descansar un poco más. En cambio se acostó a su lado, no había logrado descansar bien esa noche y aún tenía sueño, sin querer se quedó dormido.

Un par de minutos después, Manjiro al fin despertó, después de haberse comido completamente al jefe taiyaki y sus hijos. Se removió en su cama estirándose, sintiendo un bulto detrás de él.
Giró la cabeza hallando a Satsuki dormido, sus mejillas explotaron en un rojo vivo por su cercanía. ¿Un sueño dentro de un sueño? Lo del taiyaki gigante ya no le pareció tan raro comparado con esto. Con cuidado de no moverse brusco giró todo su cuerpo ahora quedando totalmente frente a frente al pelirrojo.

Se detuvo a observar su expresión relajada desde la cercanía. No era la primera vez que veía a Natsu dormido, de hecho, de niños habían tenido un par de pijamadas y de más grandes también habían tenido veladas, ¿qué había de diferencia ésta vez? Tal vez sus sentimientos, o quizá sus hormonas de adolescente. De cualquier forma no le importaba e ignoró tales dudas.

Se acercó un poco más para acurrucarse sobre el pecho del más alto, inhalando el suave aroma a lavanda de la camiseta. Abrazó el torso del mayor sonriendo por la calidez que este emitía.

 Abrazó el torso del mayor sonriendo por la calidez que este emitía

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𝐒 𝐄 𝐂 𝐑 𝐄 𝐓 | 𝘚𝘢𝘯𝘰 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰; 𝘔𝘪𝘬𝘦𝘺「✔」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora