𝐒 𝐄 𝐂 𝐑 𝐄 𝐓 | 𝘚𝘢𝘯𝘰 𝘔𝘢𝘯𝘫𝘪𝘳𝘰; 𝘔𝘪𝘬𝘦𝘺「✔」

↷✦; 𝒒 𝒖 𝒊 𝒏 𝒄 𝒆 ❞

Tocaba con insistencia la puerta pidiendo los dejasen salir, pero no recibía respuesta del otro lado.
Mientras tanto sentía la pesada y afilada mirada de Mikey sobre su nuca.

─ no es gracioso, Takashi, déjanos salir y te prometo no patear tu trasero ni el de Hakkai apenas los alcance ─dió un par de toquidos más sobre la superficie.

Nuevamente no recibió respuesta. Habían dos razones por las que le urgía salir: tenía que ir a su amado trabajo, y se sentía putamente incómodo con el Sano perforando su alma con la mirada.

No estaba listo para tener una larga ni profunda charla con el muchacho pelirrubio.

Por el lado de Manjiro, sólo observaba al ojiazul abogar por la libertad de ambos. Se sentía terriblemente mal por lo esquivo que Satsuki estaba siendo con él todo el rato, valía con sólo ver la insistencia en salir de una vez de esa habitación con pupitres vacíos. No lo culpaba, realmente fue él mismo quien comenzó a evitarlo.

Por cierto, Mikey fue vilmente timado, Baji le había llamado a ese aula con la excusa de que tenía que mostrarle una cosa que la verdad ya no recordaba. Incluso le parecía increíble que haya ido a sabiendas de que posiblemente se trataba de una broma como solía divertirse el pelinegro, pero no esperó a que se tratara de esto.

Si le hubieran advertido o por lo menos avisado de que le encerrarían junto a Natsu hubiera pensado en algún método para disculparse, porque si lo hubiera sabido de todas formas iría.

Ahora sólo le observaba lidiar contra la puerta cerrada con llave, mientras su cabeza armaba algo para finalmente sacar el tema, era obvio que los chicos los habían encerrado para que solucionaran sus conflictos de una buena vez. Podía entender que tal vez era muy complicado o frustrante ver a dos personas anteriormente muy unidas estar distantes.

Exhaló relajando sus hombros reteniendo esa valentía que se acumuló de pronto.

─ Natsu ─llamó sobresaltando al susodicho que no le dirigió la mirada─, no van a dejarnos salir. ─

─ tengo que ir al trabajo, no puedo quedarme aquí. ─

─ escucha, mientras más rápido hagamos esto más rápido podremos salir de aquí. ¿Podrías por favor verme al menos? ─

Satou aprieta la mandíbula rindiéndose y cediendo a la petición del menor, girando su cuerpo hasta quedar frente a frente. La mirada de Mikey lucía triste, aún más apagada de lo común, lo que le hizo sentirse mal.

─ oye, sé que mi comportamiento no ha sido el mejor, te he causado problemas e inconvenientes ─el pelirrojo quería negarlo, pero decidió esperar a que terminara─. Así que quería disculparme por todo, que tuvieras que soportarme haciendo berrinches sin razón y... por celarte, sé que no era lo correcto pero es complicado para mi ver como otra persona roba tu atención ─une sus manos sobre su regazo bajando la mirada esperando no pueda ver las pequeñas lágrimas que querían comenzar a formarse.
» ─ también por estar evitándote los últimos días, tú no eres quien debía pedir perdón porque tú no hiciste nada malo, siempre fuí yo. Perdón por causarte tantos problemas. ─

El salón quedó en silencio sólo siendo capaz de oírse los pequeños sollozos involuntarios que Manjiro dejaba salir.

─ no es sólo tu culpa, yo no pude poner un límite ni ser sincero con todo lo que realmente siento, de haber sido directo contigo pudimos ahorrarnos todo esto ─pasa una mano por su nuca jugando con sus propios cabellos de dicha zona─. No tienes que disculparte, no es necesario. ─

─ claro que lo es, hice que esa chica del taller de música no volviera a hablarte. Menos mal Takemicchi fue terco, no pienso ni quiero interponerme más, podrán ser felices... ─Natsu inevitablemente soltó una risita que consternó al contrario.