Capítulo 11. El momento.

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7 años en el futuro anterior.

—¡Gran Maestra! ¡Gran Maestra!

La mujer de cabellos blancos y largos atados en una coleta alta, suspiró con una sonrisa suave en sus labios al oír el llamado de uno de los pequeños discípulos, más el constante 》Pi,Pi《 de una avecilla. Sus orbes se abrieron dejándose ver unos profundos ojos grises y giró su cuerpo hacia la presencia del menor, siendo un pequeño tigre anaranjado que ya había llegado al grado 2 etapa de refinamiento de núcleo, que provocaba que pudiera comunicarse como un humano más.

Pronto... si seguía por ese ritmo, llegaría al grado 3 y así de poder tomar su forma humana.

—¿Que sucede pequeño Xianmu?

—La-La Maestra... La Maestra Chēn ha regresado de la colina.— respondió agitado, con sus orbes amarillos lleno de preocupación y miedo, soltando un sollozo de su hocico mientras que la avecilla, saltó de la cabeza del tigre y voló hasta estar en el hombro de la Inmortal que allí soltó otros 》Pi, Pi《 lleno de desesperación por su Maestra.— Y no se ve muy bien Gran Inmortal.

Baoshan Sanren respiró profundamente presintiendo malas y terribles noticias. Con un movimiento suave, agarró la ave entre sus manos y lo volvió a colocar en la cabeza del pequeño tigre, se levantó del suelo de madera de su habitación y acarició con suavidad las orejas del discípulo que ronroneó ante su toque para luego acariciar la cabeza del ave que soltó un sonido satisfactorio.

—Calma pequeño Xianmu y Jingtin.— le sonrió cálidamente al menor que bajó las orejas y asintió con la cabeza.— iré a hablar con...

—¡Gran Maestra! ¡Gran Maestra!

Esta vez aparecieron dos niños gemelos tan idénticos que si no fuera por sus orbes, que diferían entre unos celestes y otros negros, no podrían diferenciarlos. Baoshan al notar en los menores sus rostros llenos de preocupación y esas ganas de llorar, supo que debía ir urgentemente con su discípula principal.

—Gra-Gran Maestra.— sollozó Li Ming, vestido de túnica celestes adornado por flores blancas en las mangas y al final de éste, de cabellos negros largos, atados en una coleta alta.— La Ma-Maestra Chēn es-está en-encerrada en-en su...

—Está rompiendo todo.— terminó su gemelo vestido de la misma manera, sin embargo el color de su vestimenta era de un verde jade y sus cabellos estaban atados en una trenza.— Gran Maestra.— lágrimas recorrían sus regordetas mejillas.— Algo malo le sucedió a la Maestra Chen.

Baoshan suspiró doliéndole el corazón y más al escuchar los sollozos de los tres menores, donde Ba Yue se hacía bolita en el piso y el ave revoloteaba desesperado.

—Tranquilos, iré a hablar con ella.— habló con firmeza Baoshan, ocultando sus manos en las mangas de su túnica y continuó.— Díganle a los demás que no los quiero cerca de su cabaña, incluyendo a ustedes.

》Hablaremos los adultos.《

—Está bien, Gran Maestra.— los dos niños hicieron una reverencia mientras el tigre bajó su cabeza.

—Todo estará bien.— comentó Baoshan pasando a un lado de los menores, dándole suaves caricias en la cabeza a los gemelos y se marchó hacia la residencia de su discípula principal.

El día que había amanecido con un gran sol en lo alto, ahora se escondía debajo de grandes nubes oscuras. Con cada paso que daba por las hierbas frescas de la montaña, podía escuchar los desastres que estaba haciendo la joven que había rescatado ya hace bastante tiempo.

TWO SOULS {Mo Dao Zu Shi}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora