■□■□■□■□■□■□■□■□■□■□■□■□■□■□■El día había pasado rápido al igual que su deber. Solamente le faltaba algunas reglas para ya así finalizar con su castigo y poder enfocarse en lo que realmente era importante. Sin embargo, en su interior, tenía una espinilla molestando en su corazón que no entendía muy bien que significaba.
Se sentía... mal, triste. Y no era una tristeza de lo que vivió, era más sutil.
Pero... ¿Por qué?
¿Por qué estaba triste?
Dejó de escribir un segundo y decidió encontrar la respuesta a esas dos preguntas. Él sabía que debía sentirse aliviado, feliz de poder por fin terminar el castigo y enfocarse en lo importante... ¿Entonces? ¿Estaba triste porque realmente terminaba sus deberes?
No.
No era eso.
Era algo más.
Negó con la cabeza y decidió dejar de pensar en tonterías y volvió a escribir las últimas reglas que le faltaba para poder buscar información importante al igual que mapas, sin darse cuenta en la mirada fija del Segundo Jade Lan sobre él.
Lan Wangji entrecerró sus ojos y lo observó determinadamente (sin dejar de lado sus tareas) mirando cada movimiento de su cuerpo, de sus manos, de los gestos de su rostro siendo un completo libro abierto a diferencia de él, pero que ahora sentía que era una máscara.
Desde hace un mes, exactamente, le estaba siendo demasiado difícil en entender a Wei Wuxian. Y aunque fingía que no le importaba por el bien de su corazón y por las reglas de su secta, en su interior realmente estaba preocupado por el revoltoso chico de cinta roja.
¿Revoltoso chico?
No, ya no lo era.
Era otra persona.
Desde aquella clase con su tío, desde aquel momento que el discípulo principal de la secta Yunmeng Jiang se durmió, (acto que lo molestó demasiado) y se despertó se dio cuenta que algo le había pasado. Miraba a su alrededor como si no comprendiera nada, aunque lo acreditaba el despertar de repente y no saber donde estas ubicado (algo que nunca le pasó a el, claro esta) pero que en vez de ya reconocer donde se encontraba, su mirada en vez de brillar como siempre lo hacía o sonreír habitualmente fue todo lo contrario.
Su mirada se apagó.
El miedo y el dolor se reflejaron en esos orbes oscuros que dolió en su pecho.
Las lágrimas que caían por esas mejillas y lo pálido que estaba, fue un gran indicio de que algo le había sucedido a Wei Ying. Hasta su tío dejó de regañar al menor y preguntar si estaba bien cuando todos se sorprendieron al ver huir al menor como si ellos lo fueran a atacar de repente.
Como si fueran el enemigo.
Su cuerpo había reaccionado solo y siguió al menor ignorando los llamados de su tío. Algo le estaba pasando y su corazón necesitaba saber que era para alivianar la preocupación en su pecho. Pudo escuchar pasos detrás suyo y los llamados de Jiang Cheng hacia su hermano, los dos siguiendo al niño.
Lan Wangji estiró su brazo a punto de alcanzar la manga del joven Wei cuando el pelinegro lo esquiva con maestría y aunque cruzaron miradas, como esa noche, le dolió demasiado ver el terror en esa mirada grisácea y no el brillo de travesuras que siempre tenía.
—Wei Ying...— lo llamó preocupado cuando el pelinegro con sus lágrimas recorriendo las mejillas perdió la visión y cayó en la inconsciencia, atrapandolo antes de que se lastimara.
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TWO SOULS {Mo Dao Zu Shi}
FanfictionWei Wuxian estaba seguro que había muerto. Estaba muy seguro. Entonces... ¿Por qué estaba de vuelta en los Recesos de la Nube? ¿Por qué estaba sentado escuchando la clase del viejo Lan Quiren? ¿Por qué volvía a tener quince años? ¿Cómo había vue...