Adalid de una diosa.

Misión: Eliminación De Bandidos.

Sylar estaba sorprendido por la generosidad que le había mostrado su compañera, ella le había dado al chico un conjunto de curandero de gran valor, incluso le dio un grimorio y un arma para curanderos.

-Disculpa, no quiero parecer grosero, pero... -Sylar se acercó tímidamente a su compañera-¿Por qué me das todo esto?

-Comprendo tu pregunta, así que no me pareces grosero-Sonrió la joven Inanna al chico, y agrego sacudiéndole el pelo-Es que no te veía muy bien preparado con tu anterior ropa, la ropa que llevas puesta ahora es mejor para ti.

-Bueno, no discuto lo último, pero... -Sylar iba agregar algo a esa oración, pero decidió mantenerse en silencio, ya que su compañera le hizo callar tapando le la boca con sus manos

Inanna había escuchado que algo se acercaba, así que para mantener algo de silencio seguro, tapó la boca de Sylar, y así poder mantenerse seguros. El dúo se aproximó con cautela al origen del ruido, y cuando llegaron a una esquina de la cueva, ambos se pusieron en cuclillas para ver quien producía aquel ruido, la chica observó a un grupo de tres bandidos conversando y riendo.

-Es suerte que estén bebidos-Comento la joven Inanna en voz baja, para no ser escuchada por aquellos bandidos borrachos.

-¿Cómo sabes eso? -Preguntó el joven Sylar en voz baja.

-Sus movimiento están erráticos, y a cada momento balbucean temas diferentes-Contesto Inanna y agrego-Lo bueno que será fácil derrotarlos de forma silenciosa.

Inanna encontró demasiado fácil acabar con aquellos bandidos, así que sospechando que tal vez eran un blanco muy simples, decidió invocar su menú y averiguar los niveles de esos bandidos juerguistas. La chica al ingresar al menú, entro al comando de análisis de niveles y observó que números tienen aquellos enemigos, se dio cuenta que los tres tenían el nivel 40, ellos estaban solo veinte niveles debajo de ella.

«Aunque haya una diferencia de veinte niveles, ellos aún sigue siendo un problema», pensó la chica y luego volvió a pensar, «Es una suerte que este borrachos»

La joven aventurera estuvo pensativa unos segundos, entonces por mente paso un plan que podía servirle para esta ocasión, aquella idea fue compartida a Sylar, el cual encontró algo arriesgado el plan, pero no le quedó de otra. Como fue ideado, los chicos se acercaron en cuclillas a los bandidos, cuando estuvieron cerca, la joven le indico al sanador que se pusiese atrás del tercer bandido, mientras ella se puso detrás del primer bandido.

Inanna al darse cuenta que el bandido no se había percatado de su presencia, se paro y utilizando sus manos hizo tronar el cuello del bandido, con gran fuerza que provocó que el oponente cayese al suelo muerto. Los compañeros del bandido, que estaban aún en un estado de ebriedad, al darse cuenta de la existencia de la joven Inanna y de como esta había acabado con su compañero de juerga decidieron atacar a Inanna.

El estado en que se encontraba aquellos bandido no era de mucha ayuda, ya que sus reacciones eran muy lentas, incluso aprovechando esta situación, la joven se dio el tiempo de desenfundar su espada y ponerse en poción de defensa. Al atacar los dos bandidos, la joven le dio una señal a su compañero, el cual se mantenía oculto atrás de uno de los bandidos, y al ver los movimientos de mano d eis compañera, el chico entendió y agarro el tobillo de uno de los bandidos.

Inanna no le costó mucho luchar contra un bandido, se defendió de algunos ataques y luego corto de manera vertical a su oponente, esto provocó que salpicar algo de sangre y mancho el rostro de la joven. La mente intoxicada del tercer bandido no se había percatado de Sylar, y no sabía porque se había detenido de manera tan abrupta, no podía mover sus pies derecho y observó como su compañero era vencido por la intrusa.