PRÓLOGO

1.8K 147 9
                                    

Era aburrido cada día de su existencia, el tan solo vivir llendo a su oficina, llenando papeles y llendo a estúpidas reuniones aburría su alma y no mentira en decir que jamás sintió un solo gramo de amor sincero y puro, quizá en su antigua vida feliz con su madre pero fue hace tanto tiempo que le fue incapaz de recordar ese bello sentimiento, después de llegar a la casita de los horrores Luthor el amor puro era un chiste, la imagen, perfección y estatus era lo que importaba por lo cual en ese terrible hogar solo sintió frialdad e infelicidad.

Sentada en su escritorio miro su vaso con Whisky obsenamente costoso, hizo una mueca al darse cuenta de que ningún alimento sólido a tocado su estómago desde el día anterior, estaba a punto de presionar el interruptor y ordenar a su secretaria que pidiera un poco de comida de aquella cafetería local que visitó hace un tiempo y que le gusto....Nana's... Noonan's... Lo que sea, pero se arrepintió antes de tocarlo, su pobre secretaria estaba casi tan inundada en trabajo como ella lo cual la hizo sentir un poco culpable.

Bien, Lena Luthor saldrá de su torre con dragón y buscará ella misma su comida, quizá eso quite un poco de aburrimiento en su monótona y rutinaria vida.

Salió de su empresa con su frío y neutral rostro como de costumbre, decidió caminar para despejar su mente así que empezó a dirigirse hacia esa cafetería local que tenía comida muy buena, el camino fue tan aburrido como toda su existencia, mirar a las personas caminar, hablar o discutir le era muy aburrido así que decidió ignorar todo a su alrededor.

Estaba a punto de llegar a su destino cuando un pequeño brillo dorado llamo la atención de su mirada, al voltear miro a una diosa bajada a este mundo mortal para iluminarlo, era una mujer joven con hermosos cabellos dorados, poseía ojos tan azules como el mismísimo cielo que eran cubiertos por unos anteojos que la hacían ver tan.... Bella, su ropa era modesta con colores pasteles que combinaban perfectamente con ella pero lo más destacable y lo más malditamente hechizante era esa sonrisa brillante, pura y genuina que adornaba su rostro.

Sin darse cuenta se quedó inmóvil en la calle mirando a la diosa rubia sonreírle a un perrito pitbull atado en un poste, su sonrisa era tan hermosa que sentía que iluminaba como si fuese un farol su oscura alma, su corazón generalmente latía de forma rítmica y aburrido pero al ver a aquella mujer también reaccionó, latía tan rápido como aquella vez que su madrastra la encontró besando a una mujer solo que está vez no se sentía como un frío caos en su pecho, está vez era un cálido recordamiento de que seguía viva y respirando.

Aquella bella mujer camino tranquilamente hacia algún sitio y viendo que si no se ponía en marcha perdería de vista a aquel magnífico ser decidió hacer algo que jamás creyó que haría.

La siguió como si fuera una maldita acosadora.

De forma discreta continuo su camino el cual "casualmente" también coincidía con el de la mujer, su vestimenta ostentosa le permitía dar una apariencia menos maníaca al estar siguiendo a la chica, si alguien se dió cuenta de esa casualidad nadie hizo nada, sonrió al ver que su suerte hizo que la mujer de cabellos dorados sí coincidió con su camino inicial, ambas estaban ahora en aquella cafetería Noonan's.

Disimuladamente se puso detrás de ella en la fila para ordenar, respiro de forma profunda pero silenciosa y pudo detectar un bello olor a vainilla y a frutas, escucho la armoniosa voz alegre de aquella mujer hablando con la persona frente a ella en la fila, todo en ella era tan genuino y alegre que fue algo refrescante en su vida.

Aquella mujer que ahora sabía que se llamaba Kara debido a que dió su nombre para su orden, demonios incluso su nombre era tan bello como ella.

Ordenó su pedido usual de un café negro con un croissant y rápidamente trato de localizar a la bella desconocida de forma discreta, la encontró sentada mirando su teléfono con una bella sonrisa y se dispuso a verla fingiendo que miraba su propio teléfono.

Al ambas recibir su pedido salieron, la morena salió unos segundos después pero pudo ver perfectamente que la mujer se fue hacia CatCo, quizá trabaja allí.

La morena con una pequeña sonrisa se dió la vuelta para volver a su oficina y en todo el día no pudo borrar su sonrisa o sensación en su pecho al recordar a la mujer, con ganas de verla otra vez para volver a sentirse igual de viva se dispuso a tratar de investigar sobre ella o buscarla.

Nuevo Fic!

Este sin duda será tóxico y nada sano justo como me encanta y que espero a ustedes también.

STALKER •SuperCorp•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora