STALKER •SuperCorp•

IX

Lena para nada estaba nerviosa, solo estaba algo sobrada de energía y por esa razón estaba caminando de un lado a otro de su oficina mientras hablaba/gritaba por teléfono para que la cita que pronto iba a tener con Kara, el muy posible amor de su vida, alma gemela, media naranja, futura esposa y madre de sus hijos, si es que tienen, salga perfecto.

— No! Escúchame bien Peter, dije que necesitaba al mejor chef de todo el maldito mundo y eso me vas a traer, no quiero cualquier idiota con una estrella Michelin yo quiero al mejor de lo mejor — exigió Lena mientras suspiraba pesadamente, era algo exigente pero era por el bien de la cita.

— Vamos Luthor, relájate un poco, no creo que a ella le importe eso — Sam intento calmar a la implacable morena.

— Se que a ella no le importa eso pero quiero que todo sea perfecto, iremos a cenar en un restaurante de 5 estrellas y contraté al mejor cocinero para que coma los mejores postickers — afirmo mientras seguía mandando mensajes a los que organizaban la cita.

— Lo importante no es donde cenen, si no los detalles Luthor porque ella no es materialista ella es más de sentimientos — explico mientras sujetaba los hombros de Lena para detenerla, todos en la empresa tenían miedo de acercarse a la jefa porque ella estaba inusualmente irritada desde que llegó.

— Cierto! Haré que todo el lugar este decorado con girasoles y plumerias porque a ella le gusta — se le ocurrió con una gran sonrisa sin mirar a su mejor amiga negando con la cabeza con una sonrisa.

Lena después de muchas llamadas más y con todo en orden por fin se fue a su casa temprano para poder tener todo el tiempo posible para vestirse de la mejor manera. Todo estaba según el plan, ella invito a Kara a cenar en un increíble restaurante elegante con el mejor cocinero que existe y vive actualmente y así conquistar el corazón de Kara de la mejor forma, con comida.

Era simple sin duda pero era el más eficaz para una primera cita, quería demostrar la gran intensidad de su amor por ella y quería que la cita fuera perfecta como lo es su amor por ella. Simple como ya había dicho.

Por otro lado ella ansiaba ver a Kara vestida de forma elegante, había tantas opciones que podía usar que tan solo de imaginarla en vestidos ajustados o en un traje formal hacia que su juicio se nublara, debía tener compostura y no mostrarse de forma tan baja a Kara, ella la deseaba, si, pero no quería que se mirara tan desesperada o inquietante.

Una vez llegada la hora de la cita, Lena ya vestida con el costoso vestido negro que se ajustaba de forma perfecta a su cuerpo, ella subió a su mejor y costoso auto y le envío un mensaje a la rubia para que saliera de su departamento y poder irse juntas. Rápidamente ella llegó al gran edificio y pudo vislumbrar la silueta en la oscuridad de alguien, era Kara por supuesto.

Su aliento se atasco en su garganta mientras sintió su cuerpo entumecido al verla, sus rizos dorados fluían libremente en la espalda de Kara mientras tenía un pequeño peinado en el costado de su cabeza haciendo que, como cascada, el cabello fluyera por el lado opuesto creando un pequeño fleco. Su corazón pálpito enamorado al cer el bello vestido celeste que, en la parte del torso era ajustado pero que de la cintura caía en hermosos pliegos de tela. El rostro perfectamente hermoso por si solo de Kara fue mejorado aún más si fuera posible con una pequeña capa de maquillaje, todo tan natural y simple que no hacía más que resaltar la belleza etérea que ya poseía.

— Te ves muy hermosa Lena — la voz tímida de la rubia la saco de sus pensamientos, al ver su rostro pudo ver un ligero rubor colorear sus orejas.

— Te diría algo similar pero no hay palabras con las cuales pueda describir lo que mis ojos están presenciando — exclamo con una media sonrisa haciendo que el rostro de Kara se pusiera por completo de un brillante tono rojizo.