STALKER •SuperCorp•

XII

Lena le sonrió a su bella novia al verla entrar a su oficina con su más reciente regalo, un hermoso vestido costoso de marca Gucci de color rosa pastel que resaltaba tanto su energía tan positiva. La rubia tenia una bolsa de comida en sus manos y de forma inevitable no pudo evitar notar el bello reloj costoso de oro que le regaló hace mucho tiempo.

— Llegas en un excelente momento, siempre sabes cuándo necesito descansar — Lena se recostó en su silla mientras miraba como Kara le sonreía con un bello sonrojo en sus mejillas, tan dulce.

— Si no me aseguro que comas no lo harás, alguien aquí no recuerda algo tan simple como comer — Kara bromeo mientras se dejaba caer suavemente en el sillón blanco en la oficina, rápidamente Lena se instaló a su lado.

— Puede que solo sea un plan para tenerte todas las mañanas conmigo — siguiendo el juego Lena contra ataco con su ceja ligeramente levantada, sonrió al ver cómo los ojos de Kara subieron y se estremeció, ella sabía lo que hacía.

— Estoy duspuesta a hacer ese noble sacrificio — Kara hizo una mueca falsa de disgusto mientras desviaba la mirada.

— Pequeña mentirosa, adoras estar conmigo — Lena abrazo a Kara por la cintura haciéndole cosquillas mientras colocaba su cabeza en el cuello de la rubia sonriendo al sentirla retorcer.

— Culpable, por cierto antes de que me pierda en la comida o en ti, ¿Tienes algo que hacer hoy en la noche? — Kara suavemente acaricio la cabeza de Lena quién prácticamente estaba en su regazo abrazandola como un koala.

— Nop y sobre todo para ti, nada es más importante que tú — murmuró disfrutando de los cariños en su cabello.

— Bueno, eso me alegra porque está noche es la noche de juegos en mi casa y quería que fueras — Kara divagó un poco, algo insegura de si la morena aceptaría.

— ¿Estás segura? Hay una alta probabilidad de que ellos no me quieran allí — Lena se tenso, fue algo apresurado que no estaba en sus planes.

— Lo se pero en serio, quiero por fin ir por allí presumiendo que tú eres mi novia, no quiero tener miedo que mis amigos se pregunten porque estoy de la mano contigo, no quiero que sientas que estoy avergonzada de ti — Kara sujeto el rostro de la morena en sus manos mirando con suavidad el rostro indeciso de Lena. Solamente con Kara, Lena se podía dar el lujo de dejar caer su máscara, podía ser vulnerable tanto como quisiera.

— Está bien, los impresionante tanto que tú hermana no querrá encerrarme por ser tu novia — Lena le sonrió a Kara sintiendo felicidad al ver el brillo en sus ojos, le encantaba ser quien hacía brillar sus ojos.

— Jamás dejaría que ella te hiciera daño, amo a Alex pero realmente siento que no podría vivir sin ti, eres la pieza que lleno mi corazón incompleto, me haces sentir tan viva y llena que no quiero perderte y sentir el vacío de nuevo — Kara suavemente roza su nariz con la de Lena.

— Es una suerte que no te librarás de mi, aunque quisieras jamás te dejare — Lena sonrió mientras unían sus labios, no era una broma aunque quizá la rubia creyó que lo era, no sabía aún de lo que Lena era capaz por ella.

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Sabía muy poco sobre la hermana de Kara pero era fácil intuir que ella era la principal en su lista para convencer, si ella creía en ella todos los demás podían irse a la mierda. Su plan para esa noche era ganarse a Alex y la mejor manera que pudo encontrar es alimentar el deseo que ella tenía, el alcohol.

Compro una botella vieja y costosa del más caro Whisky que había en su confiable tienda de alcohol, no sabía exactamente que le gustaba a la hermana de su novia así que opto por la confiable. Debía mantener un comportamiento tranquilo y suave, nada de su máscara de negocios porque eso los iba a intimidar. Solo la suave Lena esa noche y si todo iba bien quizá podía ser compensada por Kara más tarde en la habitación con los nuevos juguetes que compro para ellas.