STALKER •SuperCorp•

XI

La relación entre Kara y Lena estaba bastante estable después de casi dos meses de iniciar su relación. Para Kara todo era un sueño increíble, siempre amo a Lena y por fin poder abrazarla, besarla y tocarla de formas más íntimas sin preocuparse de que Lena la mirase extraño por sus muestras tan excesivas de amor.

Fue simple pero Kara cayó a primera vista.

Fue hace mucho tiempo ya, un día como sus días usuales en los que iba a su cafetería favorita de todos los tiempos por su increíble servicio al cliente y sus increíbles donas. Fue un día usual cuando estaba formada en la fila para pedir, de reojo pudo ver la viva imagen de la perfección.

Una mujer de una piel extremadamente hermosa, pálida, de cabello liso, sedoso y negro como la noche, un cuerpo para infartarse, cejas hermosas y moldeadas que podían hacer que las rodillas de Kara temblaran pero sin duda lo que dejó a Kara hecha un desastre fueron sus ojos. Kara adoro los ojos de la bella desconocida, una mezcla perfecta entre el verde y un poco de azul, sabía que tenían más detalles que de lejos no pudo apreciar pero los amo. Los ojos de la bella desconocida eran fríos, misteriosos que invitaban a acercarse, una invitación para lograr ganarse el afecto de su mirada, para lograr abrir el corazón frío de la desconocida.

Cuando llegó a casa con su hermana no pudo evitar contarle todo emocionada, como una colegiala mirando a su flechazo de la escuela. Divagó durante tantas noches con su hermana diciéndole lo hermosa que era la desconocida, lo triste que se veía su mirada y como Kara quería sin duda alegrar el corazón apagado de la morena.

Su hermana se rió de ella y le insistió en que simplemente la buscará, que la invitara a una cita como lo hacen las personas normales pero ella no pudo. Fue una completa locura, la bella desconocida se veía de clase, elegante y tan poderosa que simplemente se sintió algo intimidada. Ella solo era una simple reportera de CatCo mientras que la desconocida podría haber sido una increíble abogada, quizá alguna política o con un trabajo de una gran clase.

La diferencia era abismal.

Pero luego decidió acompañar a su primo a entrevistar a la temible hermana del hombre que casi lo asesina, Lena Luthor.

Quedó hechizada al reconocerla de inmediato. Era la bella desconocida y eso solo la intimidó aún más, era Lena Luthor la CEO de su empresa multimillonaria que era casi seguro que tenía a miles de chicas y chicos babeando a sus pies. Ella solo era una más que babeaba por ella, no tenía oportunidad.

Al menos románticamente.

Ella se encontró deseando más de ella. Era bastante divertida y tan solitaria que al menos se conformo con su amistad, estar cerca era mejor que admirar de lejos y así de convirtió en su mejor amiga. Abrazos largos, caricias en sus brazos y cabeza, apoyo incondicional y almuerzos que ella soñaba que algún día se volvieran citas.

Cuando Lena confesó que la amaba ella podría haber asegurado que estaba muerta. Demasiado bueno para se verdad pero no, así fue, Lena la amaba y ella estaba enloqueciendo por eso, sintiendo como cada parte de amor que ocultaba por Lena por fin explotaba. Tuvo una maratón de Disney bastante hermosa para la rubia, simplemente acurrucadas cómo cualquier otra noche pero era diferente, las caricias se sentían diferentes, los besos fueron tan magníficos y mágicos que Kara se sintió como protagonista de una de las películas que estaban viendo. Lena fue tan buena con ella, le sonreía de una manera tan especial que ella adoraba, no le sonreía a nadie más que a ella de esa manera y eso la hacía sentir especial como nunca nadie la hizo sentir.

Siempre estuvo a la sombra de alguien, Lena lo sabe porque nunca pudo ocultarle nada a ella. Le contó sobre su miserable pasado con su familia biológica. Cómo todos murieron mientras ella estaba en la escuela, una fuga de gas le arrebato todo. Le contó cómo los Danvers la adoptaron a pesar de todo, que era una adolescente tan miserable después de perder a toda su familia exceptuando a su primo quien no quiso hacerse cargo de ella, tenía sentido siendo que él apenas estaba en la universidad.