(Fred/freddy x tu) Corazón de cristal

Capítulo 39

//Narra T/N:

Lo que pasó en la pizzería abandonada no me dejaba pensar, en mi cabeza buscaba respuestas, es decir, a que se referían con que conozco al niño y al hombre morado, no tiene sentido y lo más preocupante era Fred, que por alguna razón conocía el lugar y buscaba recordar algo.

Llegó el sábado y decidí investigar lo sucedido. Fui nuevamente a la pizzería y busqué documentos, archivos o cualquier cosa que me pueda dar información.

-T/N: No hay nada, solamente papeles de cuentas, planes para fiestas, etc... *Suspira* nada útil.

Buscaba no sé un contrato, la lista de los trabajadores; pero la mayoría de archivos y documentos estaban destrozados, llenos de moho o simplemente ya no estaban, era una situación desesperante.

Busqué en todos lados, incluso en los baños, pero no hallaba pistas.

-T/N: Y donde rayos se supone que encontraré respuestas, si aquí no hay nada.

Empezaba a frustrarme.

En este lugar por alguna razón lograba sentir una energía familiar, lo que me causaba más incógnitas y a su vez me hacía enloquecer por no conocer las respuestas

Camine con mayor calma por el lugar, no obtenía nada molestándome. Observaba detenidamente cada cosa, era de día por lo que me sentía un poco más a salvo, miraba las paredes, las mesas, los animatrónicos, todo con el fin de hallar hasta la más mínima pista posible.

En una de las paredes vi muchas fotos de niños celebrando su cumpleaños. Era lindo ver que a pesar del tiempo y los daños, estos recuerdos se mantenían, algo viejos, pero se mantenían.

Me dediqué a ver detenidamente cada foto, en unas habían niños riendo, en otra el cumpleañero estaba llorando, en otra estaban los familiares del cumpleañero y así un montón de fotos. Me detuve al observar la foto de los niños que vi en aquel recuerdo, eran tan inocentes y alegres que me invadía la tristeza, reconocí a los que estaban en cada animatrónico, ahí estaba el zorro, el conejo, la pollita y el oso dorado, pero había un niño más que no se hallaba con los espíritus, lo detallé más en la foto, en el recuerdo casi  y no distinguí a los pequeños, pero sabía que ese niño de pelo negro y ojos carmesí estaba en el oso.

Mire al niño con detenimiento pero no lograba reconocerlo, tomé la foto y la guardé en mi bolso, quizás Fred pueda recordar algo, si mira esta foto.

Salí del lugar un poco decepcionada y volví a mi casa, empecé a buscar en internet información sobre la pizzería, creía menos probable encontrar algo en las redes, pero nada perdía intentando.

Lo primero que encontré fue la noticia que nos leyó Foxy la otra vez, me parece extraño que si ya habían unos precedentes no hayan cerrado el local aún. Seguí leyendo y finalmente encontré la parte de los niños desaparecidos, era una noticia un tanto vieja, decía que el día que los niños desaparecieron habían estado en la pizzería, los padres llamaron a la policía, investigaron el lugar pero no encontraron nada, el principal sospechoso fue William Afton, el dueño de la pizzería, pero al no encontrar suficientes pruebas no pudieron llevarlo a juicio, lo dejaron libre con la única condición de que cerrara el local; este caso duró casi tres años, hasta que decidieron dejarlo.

Lo que más me impactó fue que el dueño del local era quien se hacía llamar mi padre, no podía creer que desde hace tanto tiempo hacía sus estúpidos rituales, empezaba a llenarme de furia, toda esta situación me desesperaba, debía acabar de una vez por todas con ese maldito.

Sin darme cuenta me quedé  dormida frente a la laptop con mis manos cerradas en puño. Desperté al día siguiente con los rayos del sol, me dolía el cuello ya que no había dormido en una posición nada cómoda; le resté importancia al lev dolor y me levanté rápido para empezar a actuar. Imprimí las noticias y la foto de William, guardé todos los documentos e información que había conseguido en una mochila y fui lo más rápido que pude a la pizzería, sin importarme el hecho de que llevaba la misma ropa del día anterior.