II. [Oh, ¡gran y poderoso Camilo Madrigal!]

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- ¿Y bien? - preguntó la tía de la chica cuyo nombre era Valentina - ¿Qué haces aquí?, ¿cómo llegaste?, ¿te han seguido?, cuéntamelo todo ya por favor! - dijo la mujer preocupada y sorprendida.

- ¿Podrías primero dejar de agobiarme con preguntas? ¡Por favor! - respondió Emma en cambio y mirando a su tía con cierta desesperación en sus ojos.

- A Alma no le gustan los extranjeros Emma y hay razones personales - dijo la mujer susurrando, ¿por qué susurraba?, ¿se volvió loca? - tienes que fingir que conoces el pueblo de toda la vida.

- ¿Se puede saber porqué susurras? Ya te volviste loca mujer - respondió Emma a las acciones de su tía, su tía era joven pero algo extraña cuando quería.

- No estoy loca, Emma. Son los Madrigal ellos son una familia con unos dones mágicos, y una integrante de esa familia puede oír lo que sea - respondió la mujer algo molesta.

La pelinegra suspiró y se levantó del sofá donde estaban conversando hace unos segundos, para luego comenzar a buscar por la casa algún frasco de pastillas.

- Bien, ¿y donde dejaste tus medicinas? - dijo la pelinegra buscando desesperadamente algo que atrajera a su tía a la realidad.

- Oh, vamos, Emma! Sabes que no necesito medicarme - se levantó la mujer con cierta molestia en su tono. - Lo que te estoy diciendo es la verdad, tienes que tener cuidado.

Emma cansada de la actitud de su tía suspiró y la miró con un semblante serio. - Bien, digamos que está el caso en el que te creo, el cual no es cierto. - Aclaró la muchacha antes de continuar. - ¿Me dirás que ésta gran familia mágica es la que vive en la gran casa colorida? ¿Y que todas esas flores las hizo algún integrante de la familia mágico? - Soltó la pequeña Emma con cierto tono incredulidad, ella sabía que su tía no era infantil o loca, pero esto era el colmo para la paciencia de la joven.

- ¡Si! - soltó en cambio la mujer dándole la razón a su pequeña sobrina. Aquí todos conocen a todos, así que hay muchas cosas que tienes que saber sobre los sorprendentes Madrigal - la mujer se volvió a sentar invitando a la joven a sentarse junto a ella.

- ¿Los sorprendentes Madrigal?, ¿Ahora le rinden pleitesía a un apellido? - Soltó la joven con cierto tono de incredulidad.

- No es solo un apellido cualquiera, estamos hablando de la familia que le provee todos los recursos a este pueblo, y Alma Madrigal es la matriarca de la familia, ella lo controla todo! - Valentina dijo esto último en un grito asustando a la menor.

Si, la tía de Emma Moreno estaba loca.

- Alma se casó con Pedro Madrigal - continuó la mujer - el cual murió en el desplazamiento forzado que tuvieron que vivir muchas familias, ella tenía una vela que se convirtió en una vela mágica, creando los grandes montes y cubriendo al pueblo de la maldad exterior.

Emma suspiró y trató de seguirle el juego. - Bien, ¿qué más pasó?

- Alma tenía sus trillizos, Pepa, Bruno y Julieta. - dijo la mujer mirando a su sobrina - Ellos al cumplir 5 años recibieron puertas mágicas y dones mágicos gracias a la vela, Pepa y Julieta tuvieron 3 hijos. Pepa se casó con Félix y tuvo a Dolores, Camilo y Antonio. - la mujer paró un momento para tomar agua y continuar - Y Julieta se casó con Agustín y tuvo a Isabela, Luisa y Mirabel, ¿claro hasta ahí?

- No. 

- ¿Qué? - soltó la mujer incrédula.

- Te he dicho que no creo nada de los poderes y sobre esa familia tan especial - dijo la menor sin importancia. - Y si me disculpas, estuve corriendo por el bosque, merezco tomarme una ducha y ponerme ropa limpia. 

Más allá de las altas montañas || ENCANTO AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora