Capitulo 4.

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# Rachel
Rachel sacaba ropa y más ropa de su valija, y con sumo cuidado la ordenaba en su nuevo closet. Se sentía realmente contenta de haber aceptado acompañar a su padre al campo. No pensó que le iba a hacer tan bien. Kurt entró algo agitado a la habitación. Ella lo miró extrañada.
-Al parecer hay problemas por allí -le contó y volvió a salir al balcón.

Rachel frunció el ceño y dejó las cosas para salir también. A lo lejos observó las caballerizas. Sonrió al recordar aquel lugar. Luego iría a darle un vistazo.
Entonces divisó a Maggi caminando con un muchacho de cabello rubio que venía acompañado de un señor que lo llevaba casi colgado. Al parecer estaba herido o algo así.

-¿Habrá pasado algo malo? -preguntó ella. Kurt se encogió de hombros.
-No lo sé -dijo él -Pero allá va tu padre en un caballo.

Rachel miró en la dirección que su amigo le había indicado. Y si, aquel hombre era su padre montado en un caballo. Al lado de él había otro hombre. No podía distinguirlo bien ya que se estaba alejando a toda velocidad.

-¿Qué habrá pasado? -inquirió la chica.
-Podemos bajar a preguntarle a Maggi -dijo Kurt contento e ingresó de nuevo a la habitación.

Rachel se quedó unos segundo más, observando como su padre y aquel hombre se perdían en el horizonte. Por lo que sabía en aquella dirección quedaba la estancia de los Montoya. Tuvo que haber pasado algo malo para que su padre se fuera sin decirle nada. Soltó un suspiro y entró. Kurt ya estaba parado en la puerta.

-¿Qué te sucede? -dijo ella divertida.
-Vamos, beauty, necesito saber que pasó -dijo él.
-Eres tan... chismoso.

Salieron de la habitación y podría decirse que Kurt casi la hace correr por el pasillo hasta llegar a las escaleras. Bajaron a las risas, pareciendo dos niños más que dos personas grandes. Corrieron una carrera hasta la cocina y entraron rápidamente. Se detuvieron al verlos a allí. Maggi los miró algo sorprendida. Y Rachel posó su mirada en el chico de ojos Claros.

-¿Qué pasó, Maggi ? -preguntó Kurt mientras se acercaba un poco más a la mesa.
-Nada, muchachos, tranquilos -les dijo ella. Rachel seguía mirando al chico. Este también la miraba fijamente.
-¿Niña Rachel? -inquirió él.
Ella levantó la cabeza para encontrarse con el hombre de cabellos casi blancos. Lo observó bien, tratando de reconocerlo. Hasta lo que lo hizo.
-¿Peter? -preguntó sin poder creerlo.

El viejo se quitó el sombrero y la miró como si ella fuera de mentira. Rachel se acercó sin dudarlo a él y lo abrazó. Aquel hombre era como un abuelo para ella. Cuando era pequeña él era siempre el que le contaba las mejores historias de hadas y duendes que habitaban por allí. Era como si de a poco su niñez la envolviera. El anciano le devolvió el gesto con algo de inseguridad, pero al final la abrazó.
Luego de unos segundos ella se alejó para mirarlo a la cara. El hombre tenía varias lágrimas en los ojos.

-Pensamos que se había olvidado de nosotros, niña -le dijo él.
-¿Olvidarme? -inquirió -¿Estás loco, Peter? ¿Cómo iba a olvidarme yo de mi abuelito de campo?
-Estás más bonita de lo que recuerdo, mi niña -le dijo con ternura.
Rachel sonrió algo emocionada y giró para mirar a su amigo.
-Kurt, él es Peter... es el trabajador más antiguo de estos campos. Es como... el guardián.
El castaño se acercó a Peter y le tendió la mano.
-Mucho gusto, señor. Soy el mejor amigo de Rachel... casi como hermanos.
-El gusto es mío, joven -dijo Peter.

Rachel se acercó de nuevo a Maggi que estaba muy concentrada limpiando la herida del chico de cabellos Rubios.
-¿Y quién es él? -le preguntó. Sam la miró.

Él creía saber quién era esa chica... o eso creía. Una vez, hacía bastante tiempo, había encontrado una foto de ella, cuando era más niña, en la habitación de Finn. El castaño casi lo había asesinado por andar revisando sus cosas y luego había guardado la foto en algún lugar que él no supo encontrar más.

-Él es Sam, mi sobrino -dijo Maggi . Rachel le sonrió y le tendió la mano.
-Mucho gusto Sam, soy Rachel.
-Rachel es la hija del señor Berry -le aclaró su tía.
Algo inseguro Sam tomó la mano de la muchacha. Ella le sonrió levemente.
-Es un placer conocerla, señorita -habló algo tímido.
-Okay -dijo Kurt mirando a todos alternativamente -¿Alguien va a decirnos que pasó? Porque no por nada ese muchacho tiene una herida en el brazo y no por nada Leoni se fue en caballo a toda velocidad no sé a dónde.

Maggi sonrió divertida y sin querer le apretó un poco el brazo a Sam. Este se quejó y la miró mal.
-No me mires así, jovencito -lo regañó. Él dejó de mirarla -Hubo un pequeño problema con los hijos de Montoya...
-¿Con Sebastián y Hunter? -inquirió Rachel.
-Sí, con esos mismos -asintió Maggi .
-Agh -resopló Rachel -Siempre me cayeron mal esos dos.
-Cuando yo era niña no hacían nada más que molestarme...
-Te digo que no han cambiado mucho -le aseguró Peter -Siguen siendo los mismos inútiles de siempre. Con la diferencia de que ahora se creen los dueños y señores.
-¿Y cuál fue el problema? -quiso saber ella.
-Sam está enamorado de Brittany...
-¡Tía! -exclamó él sin poder creerlo.
Ella lo miró divertida.

-¿Qué? -le preguntó -Solo les estoy contando como son las cosas.
Rachel se sentó al lado de Maggi para mirar a Sam.
-¿Estás enamorado de la pequeña Britt? No la recuerdo mucho porque su padre no la dejaba salir a jugar cuando era una niña.
-Emm, yo no lo sé. A decir verdad... ella es linda, pero no porque su padre y... agh, no lo sé.
-Aaw -Kurt también se acercó para sentarse al lado de Rachel -Me muero muerto, una historia de amor como en las novelas.
Sam se puso de todos los colores y Maggi soltó una estrepitosa carcajada.
-Como les estaba diciendo... Sam está enamorado de Brittany y al parecer ella también lo está de él. Cosa que puso como loco a Robert, desde que lo supo no la ha dejado salir ni por asomo. La pobre ha estado escapándose a cada rato de su casa. Por eso mismo han mandado a construir esa nueva valla.
-Maldito loco -murmuró Rachel -Pobre niña, debe ser horrible tener un padre así.
-Si -musitó Sam -Lo odio.
-Y al parecer Sam se acercó a sus tierras... y los Montoya salieron a los tiros. Agradezco a dios que solo la bala lo haya rozado.
-Y por eso su padre ha decidido ir a hablar con el señor Montoya. Está situación no puede seguir así -agregó Peter. Rachel volvió la mirada a Sam.
-¿Cuántos años tienes? -le preguntó.
-19 -contestó él algo extrañado.
-Pareces más pequeño -aseguró. Él la miró con el ceño fruncido.
-Tú pareces más pequeña...
-Sam -lo regañó Maggi .
Rachel rió por lo bajo.
-¿Por qué lo regañas, Maggi ? -preguntó Kurt -El muchacho tiene razón. Rachel tiene 22, pero parece apenas una niña de 15.
-Cállate -le dijo la chica ruborizada -Que sea bajita no significa que parezca de 15.
-En realidad si -asintió Maggi .

Todos rieron en la cocina y Maggi terminó de curar bien a Sam. Lo mandó a acostarse y descansar, ya que había perdido bastante sangre. Kurt se disculpó y se retiró a su habitación para dormir un poco antes de que la cena estuviera lista. Peter salió para mandar a los demás trabajadores a sus casas. El día ya había terminado.
Rachel se quedó con Maggi en la cocina, ayudándola con la comida. Luego de unos cuantos minutos decidió salir a tomar un poco de aire.

-Ten cuidado, niña. Mira que por aquí hay muchos mosquitos -le advirtió Maggi .
Rachel le sonrió.
-Solo iré a ver a los caballos... tendré cuidado. -

salvaje (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora