Capítulo XV

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Eran poco más de las dos de la mañana cuando un estruendo despertó a la morena.

¿Ahora qué?-

Escuchó el rugido de algún monstruo. Y salió de la cama con pesadez. Se encontraba ya cansada gracias al entrenamiento innesariamente obligatorio de su hermana mayor, pero siempre tendría energía para un monstruo antes de dormir.
Cuando llegó sus hermanas se encontraban allí. Tal vez tenía el sueño más pesado de lo que creía.

¿Cuál es el plan?-

Se regenera, el plan es acabar con el causando el menor daño posible.-Bombón habló, la morena notó como su hermana menor se encargaba de quitar a los civiles que pasaban por allí. Afortunadamente ya era tarde y casi nadie se encontraba por la zona.

-¿En donde están los rufianes?-preguntó curiosa.

-No lo se, te pedí que les llamaras ¿No es por eso que te demoraste en llegar?-la mayor la miró con curiosidad.

-Si...-la morena arrastró la vocal hasta que su la mayor golpeó su frente.

-¿QUIERE ALGUIEN AYUDARME?-Burbuja gritó, se habían distraído y ahora la rubia se encontraba luchando con aquel monstruo que parecía no sufrir daño alguno.

Lo mejor sería contenerlo!-la voz de Brick interrumpió.

-¿Cómo supiste...?-te recuerdo que me estoy quedando con el alcalde, me enteré antes que ustedes pero el sujeto no me dejó salir hasta que no le abriera dos frascos de pepinillos y le ayudara a cortarlos en partes iguales.

-Tipico...-Bellota recordó con gracia cuando le había pedido aquello mismo hacia unos años atrás.

-¿Y Boomer?- el pelirojo preguntó a Bucth quien recién llegaba.

-No lo sé.

💖💖💖

-Odio a esos malditos monstruos.-la morena salió del baño. Eran las siete de la mañana y el día parecía ser algo más complicado que de costumbre, normalmente los monstruos no atacaban de madrugada.

La agenda para ese día sábado no era tan complicada. Debían pedir que instalaran la línea directa en casa de Robin para que el incidente de esa madrugada no se repitiera. Igual debía hacerse con la casa de la señorita Bellum.

-¿A dónde vas?-la menor de las superpoderosas traía puesto un hermoso vestido blanco hasta las rodillas con unas zapatillas negras, y como de costbre parecía una princesa.

-Iré a casa de Robin, antes que Bombón terminé de hablar con el profesor para avisarle que el técnico llegará por la tarde.-

-Mas vale que le digas al rubiecito que se prepare, la señorita perfecta parece irritada últimamente.

-Solo está estresada.- con aquello la rubia salió en dirección a casa de su amiga.

-¿Alguien quiere café?-preguntó Bellota, dispuesta a poner agua a hervir, la mayor justo venía bajando las escaleras.

CHICAS!-

Ambas se dirigieron lo más pronto posible a la casa de los Schneider.

La rubia estaba parada frente a la puerta abierta mientras su mano descansaba en la perilla.

-¿Que pasó?-

El olor se volvió insoportable.

Era sangre.

Desde su posición podian ver la grotesca escena; su amiga se encontraba a unos pasos de la puerta, sobre un charco de sangre.

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