XVIII

612 60 7
                                    

Habían pasado seis días desde que Boomer apareció en el medio de la nada después de ser secuestrado.

Los Schneider habían regresado a su casa junto a Robin, y todo el tiempo había una patrulla vigilando la casa y otra más rondando el vecindario.

-¿Todo bien?-rapidamente Bombón observó a su padre con incredulidad, pero la mirada compasiva de este la detuvo de explotar.

Ella quería decirle que no. Nada estaba bien, allí afuera había una mujer muy peligrosa e inteligente, en cualquier momento podían herir a cualquiera de sus hermanas o a más gente inocente y aunque no fuera tan importante como la seguridad de todos ella tenía un próximo examen para el no había podido estudiar nada.

-No puedes guardarlo siempre todo.-le comentó el mientras leía el periódico.

Ella solo se acomodó en el sillón y puso las manos en la cara. Su padre tenía razón.

-Lo se, es solo que...es mucho-susurró.

Su padre dejó el periódico en la mesa y la observó.

-No es que no podamos con esto-su voz se apagó lentamente hasta que comenzó a quebrarse.

El profesor Utonium la observó en silencio. No sabía bien que decirle, así que solo se limitó a sentarse a su lado y abrazar a su hija mayor hasta que se sintiera mejor.

-Todo va a estar bien-

✨✨✨

Había pasado toda la mañana dando vueltas al vecindario y desde el cielo no había visto nada raro. Mantuvo su celular prendido y con todo el volumen posible por su cualquier cosa pasaba.

No dejaría que nadie más saliera herido y menos como paso con la familia de Robin.

-Justo al lado-dijo para si misma.

Tenía vergüenza incluso de mirarla a la cara.
El sonido de un mensaje entrante captó su atención.

"No ha pasado nada en la ciudad"

Bellota escribió al chat grupal. El mismo mensaje entró al grupo que compartían con los Rowdy.

Ella respiró con tranquilidad, solo esperaba que se mantuviera así por un tiempo.

✨✨✨

-¿Podrías abrirme este frasco de cerezas?-Brick lo observó con molestia. ¿Acaso intentaba engañarlo a él o a si mismo? Eso era claramente un frasco de pepinillos.

-Aquí están.-el anciano alcalde los tomó.

Brick lo había acompañado a su oficina y lo había visto desde las ocho de la mañana contestar llamadas, anotar cosas en una libreta enorme y de vez en cuando observaba a la pelirroja que estaba al cuidado de Butch.

-¿Prefieres estar en casa con Rose?-el anciano preguntó sin mirarlo a los ojos. Parecía solo despegar la vista de esa libreta para ver el frasco de pepinillos.

Brick se levantó y observó la ciudad por la ventana.

-Supongo que podría ser de más utilidad en casa.-el chico recordó que la señora de mal genio le había pedido ayuda para mover unos muebles. Y aunque era huraña, se portaba bien con él.

-Si lo deseas puedes irte.-

No quería irse. No quería salir de aquella cómoda oficina desde donde podía observar a una de las chicas superpoderosas vigilar la ciudad que estaba en aparente calma para ir a la casa del alcalde -que estaba vigilada- a esperar que algo pasara.

✨✨✨

La noche había llegado más rápido de lo que pensó, se le había ido el día estando acostado en aquella cama de sábanas negras.

Alguien tocó la puerta.

Era la chica de cabello castaño, traía en sus manos dos sopas de vaso instantánea y entre los brazos dos botellas de refresco.

-¿Se puede?-dijo entrando de cualquier manera. Cerró la puerta con el pie y sin esperar a que el dijera nada se sentó en una de las orillas de la cama.

-¿Sabes? siempre quise una hermana para aparecer en su cuarto de madrugada con comida y ver películas horrendas- ella sonrió. Aún tenía unos cuantos rasguños en la cara y moretones en los brazos.

-¿Puedes comer eso?-le preguntó.

-Si-mintió ella.

El comenzó a comer. Nunca había tenido una cena así con sus hermanos. ¿Debía hablar de sus emociones?¿Debía pedirle elegir una película? En ese momento parecía más fácil cenar cualquier cosa robada mientras te reías de la gente.

✨✨✨

-Esto si que es raro.-Miró como el Rowdy Ruff menor estaba mirando una película de vampiros mientras que Robin se encontraba en la orilla de la cama dormida.

Cuando el rubio notó su presencia los ojos le brillaron.

-¿Y bien?-

-El profesor quiere verte mañana-

Bellota ignoró el hecho de que esté pareció ponerse triste cuando noto que ella no traía consigo las pastillas color gris.

31/12/2022

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 31, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TreguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora