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|•Prólogo•|

Cuentos...

Demasiado conocidos para las personas y para mí, papá me leía uno antes de dormir. Y una vez que salía pensando que yo ya estaba dormida escuchaba como el cuento de hadas se convertía en uno de terror.

Subestimaron a una niña de 4 años, curiosa y muy observadora, como mi madre. Ariella Krimhilde, pero siempre la vi ser el villano de los cuentos que leía, matando todo lo que al príncipe hacia feliz.

Y un día papá no me leyó cuentos más. Él se había ido, mamá hizo que el se fuera, hizo que me abandonará. Mamá lloro por un día pero después se concentro en mi hermano Berk. Se olvido de mí.

Al pasar el tiempo supe por que casi no me miraba, casi no estaba conmigo, yo me parecía a papá. Mis ojos, mi cabello, yo era todo él y eso le dolió.

En cambio Berk se parecía ella, a pesar de no ser su hijo tiene ojos azules como ella, y el cabello castaño como papá. Berk era la combinación perfecta de un Davren Krimhilde. Y eso dolía...

Pero entre tanto dolor, Keiran estuvo ahí ¡oh mi bello príncipe! Con esos ojos verdes y ese cabello rubio. Keiran es mi lugar seguro, todo lo que esta bien en todo esto.

Él y el tío Michael, todo estaba bien. Ellos estaban conmigo pero me hacía falta mi papá. Quería a mi papá, lo necesitaba.

Más que a Ariella Krimhilde.

Fragmentos del diario de Acasia como prólogo y arrancamos con Karma.

Espero que les guste y recuerden si no están listas para un +25 no lean.

Las amo tres mil universos juntos ✨

—Vinet León

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora