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|•Mounstros sin conocer•|

Acasia

Me pego a su pecho completamente invadida en miedo, mirando a todas esas personas siendo usadas como conejillos de india, sus gritos me estremecen lo suficiente para darme vuelta y mirar los ojos de a quien mi odio ya lo tiene en primera fila y le ruego:

—Sácame de aquí, Keiran.

—Claro que no mariposa —me da la vuelta —Te debo un recorrido y quiero contarte a que me dedico.

Caminamos por el pasillo, veo y analizo el espacio que hay. Son hectáreas muy grandes ¿como las consiguió?

—Tu madre hizo millonario a mi padre por sus servicios y como ambos estaban tan pendientes de ti, ninguno se dio cuenta de las pérdidas algo millonarias que les provoque— ¿Ariella Krimhilde sin darse cuenta de pérdidas de dinero? —Empecé a invertir y cuando tuve la mayoría de edad me adjudique el poder empresarial que tengo.

Mientras me cuenta lo que no me interesa pero me trato de enfocar para dejar de pensar en esas personas camina tras de mi sin darme posibilidad a devolverme. Obligándome a escuchar y ver todo el sufrimiento al que son sometidas esas personas.

—¿Ariella sin darse cuenta de que le robaste? —pregunto —Eso es imposible.

—Ariella tenía mas cosas en que poner su atención ¿crees que me pondría atención a mi? Al hijo de su sicario. —sicario, ahora todo es posible para mi desde que volví a pisar Londres sin yo quererlo aún. —Ven, quiero presentarte a alguien.

Me jala por el pasillo hasta llegar a una habitación lejana, cuando la abre y me adentra a ella me aborda una total oscuridad, escucho sus pasos y tratando de alejarme de él, camino sin poder ver chocando con algo grande. Keiran enciende la luz y cuando mis ojos enfocan con lo que choque me voy de culo al piso.

Una esfera de vidrio blindado sobre una base y dentro de ella una persona conectada de cada parte de su cuerpo.

—Este es “campeón” ha aguantado cada experimento al que lo he sometido.

Experimento...

—¿Experimento? —suelto absorta de lo que veo hasta que Keiran se detiene frente a mi y cubre la perturbadora imagen en la esfera. Alzo mi vista hacia su rostro.

—El ámbito empresarial no es lo mío, soy mejor como químico fármacobiólogo.

—El ámbito empresarial no es lo mío, soy mejor como químico fármacobiólogo

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Despierto en un lugar poco cómodo, la cabeza me punza un poco.

—Eres tan sensible mariposa. —escucho decir a un lado mio, muevo la cabeza topandome con Keiran y una mujer en una camilla. Keiran sujeta una jeringa con un líquido de color vibrante.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora