•Capitulo 14•

18 2 6
                                    

|•Acasia•|

Soy CEO de una gran empresa de arquitectos reconocidos, pero ahora mirándome en el espejo envuelta en este vestido color negro soy la pareja de un enfermo psicópata de nombre Keiran.

Quien espera podría decir ¿emocionado? a su colega y mejor amigo.

La cabeza me ha estado doliendo demasiado y por un minuto decido que no bajaré a la cena que pidió Keiran para su amigo.
Me deshago del vestido y me meto en mi pijama habitual, acaricio mi cabeza para aliviar un poco el dolor pero no logra nada.

—¿Por que sigues en pijama?—su voz tortura aun mas mi cabeza—. Mi invitado no tardará en llegar.

—El dolor de cabeza me esta matando y ya no quiero mas medicamento, no estaré en la cena. Puedes disculparme con tu invitado que me importa una mierda.

Cuando paso por su lado golpeo su hombro con el mio.

—¿Puedes irte? No quiero verte por lo que resta del día, ni nunca más si es posible.

Me observa de forma tranquila, y Keiran en modo tranquilo no es nada bueno.

—Por favor, Keiran, por hoy no seas un tirano y déjame descansar.

Asiente para después salir, respiro aliviada solo por esta noche. Mañana el destino volverá a jugar conmigo sin duda alguna.

Escucho mas voces en la parte de abajo pero solo me acurruco en las sábanas. La cabeza estar por explotarme, la habitación esta en total oscuridad. Sigo oyendo el bullicio pero no me inmuta.

El dolor en mi pecho se dispara cuando un recuerdo atraviesa la bruma del dolor.

Un sonido sordo rompe el silencio que hay en mi cuarto, «parece algo que se rompía». Salgo de la cama abrazando mi oso, mamá dijo que fue un regalo de papá antes de irse.

En la casa solo esta la luz del pasillo encendida lo cual ya es raro. A mamá no le gusta la luz, así que mantiene todo oscuro. Últimamente no puedo decir nada sin que se moleste, hace unas noches la escuche llorar y quise ir a verla pero Berk me detuvo.

Hoy no esta Berk, así que me acerco a donde se escucho romperse algo. Conozco bien la casa por lo que andar en la oscuridad no es problema para mi. Veo otra luz que sale del sótano «lugar que tengo prohibido entrar»

Mamá esconde muchas cosas ahí y siempre deja a un guardia en el día ya que ella pasa casi toda la noche ahí dentro. Me acerco despacio, logro escucharla maldiciendo lo que es normal en ella, llego a la entrada y no me atrevo a cruzarla solo me quedo quieta escuchando sus maldiciones.

No hagas ruidomurmura pero no se escucha nadie mas—, deja de hacer tanto ruido, no queremos que Acasia se despierte y venga a verte.

Me atrevo a entrar encontrando a mamá de rodillas sobre cristales rotos esparcidos, me da la espalda así que no me ve.

—Tenias que romperte justo hoy, justo esta maldita noche.

Papá murió en la noche de la fecha de hoy en ese accidente después de haber peleado con mamá. Me muevo para irme pero la forma en que mamá reclama me eriza la piel y me detiene.

—No te dije que jamás debes bajar aquí —voltea a verme y parece un mounstro como los de aquellas pesadillas que llego a tener—, ¡¿qué mierda haces aquí?!

Me alejo pero me lastimo el pie con algunos de los vidrios rotos, mamá me alcanza en un segundo. Veo lo que tiene en la mano pero no le presto atención, quiero lograr soltarme.
Pero mamá entierra sus uñas en mi brazo.

KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora