Karma

•Capítulo 15•

|▫️Si tan sólo▫️|

Acasia.

Ariella se sube a su auto decepcionada de que no haya conseguido nada bueno al venir aquí. Sólo se llevo dolor, mi dolor.

El dolor que me llevo a construir esta casa, que se ha manchado cuando la pisó. Esta casa que era sagrada para mi y para papá, es sagrado como fueron sagrados los planos que dibujo sabiendo que jamás los llevaría a cabo.

—Juro que no pensé que Berk sería tan estúpido para traer a tu madre aquí.

—Berk es un idiota, y yo igual por creerle por un mínimo momento que odiaba a Ariella. —suspiro cansada—, solo quiero que este maldito día se acabe ya.

—Aún es temprano, mariposa—acaricia mi mejilla—, muy temprano aún.

Me alejo de su toque —, por hoy no quiero tener nada que ver contigo ¿puedes respetarlo?

No me responde y lo tomo comó un sí, así que camino hacia la escalera pero su mano en mi nuca me detiene.

—Yo no respeto nada, y menos si tiene que ver con follarte—me avienta a los escalones y empieza a quitarme la ropa, escucho caer su pantalón y después siento su cabeza entre mis pliegues.

Respiro profundamente preparándome, pero eso no hace menos dolorosa la penetración. Ahogo un gemido de dolor.

En mi mente divago esperando a que el tiempo de tortura para mas rápido, pero parece que el tiempo como el destino esta en mi contra, pues se ralentiza. Lo siento eterno y no sólo duele mi vagina, sino mi pecho.

¿A esto estoy destinada?

¿Al mismo infierno que mi papá?

¿A su mismo final?

•°•°•

Caigo en la cama rendida, el cuerpo me duele, los ojos me pesan y la cabeza me quiere explotar.

Keiran desapareció de mi vista después de su tortura, donde me quede unos minutos inmóvil antes de poder moverme.

Keiran se encargo de solo su placer, como siempre. Clavó con fuerza el filo del escalón em mi estómago que creí vomitar.

Las palabras que pasan por mi cabeza me dan asco, pero es la realidad.

Keiran y yo tenemos un objetivo en común que queremos eliminar.

Keiran me usa como karma para Ariella.

Yo tengo que usar a Keiran para acabar con ella.

Asi que, por papá. Voy a vengarte.

Y si para eso debo aprender a moverme en el tablero del diablo, lo haré. Tengo habilidades y sino, aprendo. Pero voy a entrar al juego, voy a enseñarle que la presa puede aprender a jugar como el cazador.

Pero no así como me encuentro, hasta curarme debo someterme. Después, esto será diferente.

Preparo la tina, estoy desnuda lo que me ahorra lastimarme mas, observo todo en el baño. Papá quería lujo pero de manera decente.

La casa tiene presencia y a menos que con
lupa te acerques a ver el material de lo que esta hecho todo, no te darás cuenta de nada más.