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Gustabo bailaba animadamente entre la gente, sentía sus cinco sentidos nublados y su cuerpo en transe. Escuchaba la música muy a lo lejos pero aún así movía sus caderas a un perfecto ritmo dejando embobado a más de uno en la sala.
Quizás no hizo bien en tomar tantas copas pero no se arrepentía... quería olvidarse de todo y eso hacía.
Sentía manos recorrer su cuerpo y él simplemente se movía profesionalmente entre esos dos alfas. Si Horacio lo viera, con un alfa delante y otro detrás, estaría muy orgulloso.
Sentía susurros en sus oídos pero su cerebro no le permitia escucharlos con claridad.
V.- Omega, estas por entrar en celo-. Dijo el hombre que tenía atrás, él solo asintio sin relevancia.
J.- Es peligroso que estés así aquí, podríamos ayudarte por hoy en una sala privada...
Esos tres olian fuertemente a sexo y deseo, claramente por las feromonas que soltaban levemente más dulces daban a entender que sus celos se adelantaban.
Gustabo asintió y se dejó guiar a quien sabe donde, por el camino intentaba bajar de la nube en la que se encontraba para tocar suelo y hacer funcionar a su cerebro pero el alcohol excesivo en las venas no se lo permitia.
No tardaron ni tres minutos en llegar a la zona privada del vanilla, donde para su suerte había cuartos con camas listas para tener sexo.
Los tres se besaban con obscenidad y sentían sus lados más animales saliendo a la luz. Sus partes consientes les gritaban parar y entrar en razón pero no querían escuchar.
G.- Aah~ a-alfas me hace calor-. Desgarraron todas las prendas que llevaba el menor encima, se encargaron de besar y dejar marcas a lo largo de todo su cuerpo esbelto.
Conway dejaba lamidas en su cuello cuando sintio la fuerte nesecitad de marcar al omega desconocido. Fue ahí cuando vio lo mal que estaba todo... estaban con un omega borracho y en celo, aprovechándose de este.
J.- Viktor para-. Hablo hacia el otro alfa, pero este parecía más entretenido masajeando el gordo culo del chico.
J.- ¡Viktor!-. Grito y no solo logro llamar la atención del ruso si no que también asusto al ebrio muchacho.
V.- Asustas al omega idiota-. Lo abrazo e inconscientemente soltó su aroma causando que Gustabo entre totalmente en celo.
J.- Idiota tú, eres un alfa dominante y sueltas feromonas ante un omega en celo. ¡Míralo! Ni siquiera puede mantener la mirada fija por cinco segundos-. Conway se lo arrebato y lo cargo como princesa.
Volkov intentaba inspirar y expirar lentamente para relajarse y mantener el control.
G.- Alfaaas ayúdenme mhg~ -. Lloriqueo el rubio entre aquellos brazos e intento besar al pelinegro pero este lo evadió.
V.- Voy al coche a buscar algo de ropa así no lo sacamos de aquí desnudo.
Viktor salió de ahí y rápidamente se condujo hacia el aparcamiento para buscar su coche y conseguir lo necesario para cubrir al rubio.
Por otro lado Jack rogaba que se apresuré, pues Gustabo se había safado de sus brazos y estaba sobre aquella enorme cama del vip metiéndose los dedos en el culo desesperado por calmar su celo.
El alfa ahora mismo agradecía el autocontrol que tenía, aunque igualmente no era de plástico y ver aquel ardiente cuerpo sudando y expulsando lubricante natural era como un susurro de invitación a hundirse en el. Su cavidad chorreando aquel apetecible líquido transparente solo le daban ganas de meter su lengua ahí y hacerlo ver las estrellas.
J.- ¡Agh! Joder capullo eso dolió-. Se quejo al sentir una aguja en su cuello soltar un líquido que rápidamente corrió por sus venas.
V.- Agradece que tenía supresores para nosotros. Si no ahora mismo follaría a ese rubio hasta el cansancio-. Los inyectables fueron sumamente afectivos y aunque aquel chico gemia y rogaba por tenerlos dentro ellos no se inmutaron.
J.- ¿Deberíamos dejarlo aquí o lo llevamos a casa con nosotros?-. Dudo mientras lo intentaba vestir con su camiseta, cosa que se le dificultaba al ser tan escurridizo.
V.- Obviamente nos lo vamos a llevar Jack, cualquiera podría aprovecharse de él si lo dejamos en un bar solo y en celo.
J.- Bien pero inyectale esa mierda, no sé tú pero apesar de tener autocontrol si este sexy chico vuelve a gemir así mientras se masturba y me mira, lo voy a follar hasta que se desmaye.
Viktor leyó por encima la etiqueta del medicamento y se lo puso a Gustabo causando que este se duerma en ese instante, casi pareciendo muerto.
V.- ¡Mierda! Jack lo matamos joder-. Hablo mientras sacudía al menor para ver si se despertaba.
J.- ¡Idiota que hiciste! ¿¡Que mierda le metiste!?.
V.- Pues nuestros supresores. No pensé que le afectaría por ser de alfa joder-. Coloco sus dedos en el cuello blanquecino lleno de perqueñas marcas rojas y suspiro cuando sintio que su pulso era normal.- Sólo se durmió... pff que susto coño.
J.- Menuda suerte chaval, ahora va a pensar que lo drogamos cuando se despierte. Pero ya vamonos de aquí, huele a sexo.
Ese día aquella pareja de alfas se llevó al omega en brazos y lo hicieron dormir en una habitación de invitados.
La noche para ellos fue dura pues su casa estaba llena de hormonas de personas en celo pero igualmente se contuvieron por el bien de ese chico. Pasar el celo con dos alfas borrachos probablemente hubiera terminado en cachorros y marcas indeseadas.
Igualmente las marcas que dejaron en esa pálida y sensible piel estaban sumamente rojas y notorias. Esperaban que el omega no se enoje al despertar...
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