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. . . . .╰──╮ Cuidados╭──╯ . . . . .

A decir verdad maldecía demasiado a sus alfas, o más bien le frustraba no haber insistido el doble cuando les pidió que por favor dejen el cnp y el cni así como lo hizo él, pero claro que como lo testarudos que son no le hicieron caso y a día de h...

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A decir verdad maldecía demasiado a sus alfas, o más bien le frustraba no haber insistido el doble cuando les pidió que por favor dejen el cnp y el cni así como lo hizo él, pero claro que como lo testarudos que son no le hicieron caso y a día de hoy estaban así.

Gustabo lloraba en silencio sentado entre esas dos camillas, le dolía demasiado el corazón al ver postrados a los amores de su vida, sin embargo ya no había marcha atrás.

¿Qué les pasó? Fácil, en una redada a una mafia les tendieron una emboscada que terminó con la muerte de muchos agentes y a varios otros los dejó mal heridos, ese era el caso de Volkov y Conway.

Jack recibió cuatro impactós de bala, uno en el pulmón, dos en el abdomen y el último en un muslo. Viktor por su parte solo recibió dos pero uno fue directo hacia su pecho, rozando su corazón y el otro le dio en un pulmón.

Cuando los médicos llamaron a Gustabo ya los daban por muertos, ese día un pedazo de su alma murió.
Recuerda la desesperación recorriendo sus venas mientras manejaba como un loco para llegar al hospital a tiempo.

Aún siguen vivos en su cabeza los gritos que soltaba exigiendo que los operen e intenten salvarlos.

Sí, lograron que no mueran, pero quedaron en coma y así estaban hace más de tres meses. Su omega se encargo de estar junto a ellos en cada día que transcurría, él los cuidaba y atendía, muchas veces se pasaba horas simplemente hablándoles.

Pero hoy no era un buen día. Discutió con sus amigos, le grito a sus padres y para colmo casi lo atropellan, es por eso que al llegar a la sala donde reposaban sus alfas se permitió llorar sin problemas.

G.- Los nesecito tanto alfas, nesecito que me abrazen y me digan que todo va a estar bien, me urge despertar y ver que están a mi lado y no en una puta camilla de hospital... por favor, vuelvan-. Su llanto salía sin control, cada palabra salía con dificultad debido a los hipidos que soltaba.

Cuando se calmo simplemente suspiro cansado y agarro un paño húmedo para pasarles por el rostro a los mayores.
Siempre soñaba con que algún día entre medio de sus llantos de suplica uno de ellos o los dos se despertaría y le dirían que ya todo había acabado, que por fin volverían a su vida común.

Pero eso eran ilusiones de su tonto corazón, por más llanto que soltaba todos los días ellos nunca respondieron.

G.- Hoy discutí con Emilio y Segis, ellos dicen que debo empezar a vivir por y para mí y no encerrarme aquí con ustedes-. Empezó a narrar mientras pasaba el paño por la frente de Jack.- Yo me enoje mucho y les pedí que me dejaran en paz, estoy bien estando aquí con ustedes. La única forma que yo deje de venir va a ser cuando ambos estén despiertos y en casa.

Luego de higienizarlos a los dos se sentó en una silla que estaba en medio de la sala, no le importaba joderse mental y físicamente con tal de cuidar a quienes alguna vez cuidaron de él como si de un muñeco de porcelana se tratara.

Month Volkaboway Donde viven las historias. Descúbrelo ahora