「Sorpresa」<28>

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Los rayos del sol se posaron en mi mirada obligandome a abrir los ojos, encontrándome solo, sin Soraru-san.

-¿Soraru-san?...-dije en un murmuro y me quise levantar de la cama-¡auch!-mis caderas dolieron como nunca y sentí frío al estar solo en boxers.

¿Y ahora que me pongo?

No podia levantarme tenía que buscar alguna prenda para vestirme y que esté a mi alcanze.

¡Sí!...gracias a la luna...no tendré frío, creo.

Despues de todo lo que viví con la luna me gusta agradecerle, es una manera de que ella sepa que la llevo en mi corazon, y de que no la olvidaré.

Luna...brillante luna...sé que todos alguna vez nos sentimos tan solitarios como tú, y no pienso darte la espalda.

Tomé la camisa de Soraru-san que estaba casi al lado mío y me la puse, aunque me quedaba algo grande.

Algo es algo...¿no?

Escuché el sonido de la puerta y unos pasos.

Soraru-san.

Me quedé quieto, ya que no podia moverme sin tener un fuerte dolor en mis caderas.

¿De verdad fué tan...?

Con tal solo recordarlo mis mejillas ardieron.

-Sorpresa-dijo Soraru-san entrando con una linda bandeja con un delicioso desayuno.

-¡Soraru-san!-agité mis brazos de felicidad-¡que linda sorpresa!-me sonrió y apoyó la bandeja con el desayuno en la mesa de noche.

-que bueno que te gustó-acarició mi mejilla y cerré mis ojos, sus manos eran calidas al igual que el simple hecho de estar con él-oye...-su mirada fué a la camisa.

-¿que p-pasa?-

-te queda muy linda mi camisa-sonrió y no pude evitar sonrojarme.

Tonto Soraru-san.

-¡ya, ya!-sacudí mi cabeza-¡gracias Soraru-san, gracias!-salté a sus brazos olvidando mi dolor de caderas y él me dió un abrazo.

-todo para mi pequeño lobo-dijo dandome un beso en la frente.

-bueno eh...-el dolor en mis caderas volvió a aparecer-¿tienes algo para el dolor de caderas?-él me miró y soltó una pequeña risa culpable y nerviosa y salió casi corriendo a buscar unas pastillas.

-¿que tenemos aquí?-dije mirando mi bandeja, hablando conmigo mismo.

Era chocolate caliente y tostadas con mermelada de fresas.

-aquí tienes-me dió un vaso de agua con una cosita blanca la cual supongo se llama pastilla-esto aliviará el dolor...creo-lo ultimo lo dijo en un murmuro que escuché perfectamente.

¿"Espero"? ¡Yo deseo que este dolor desaparezca!...

Tomé la pastilla y bebí un poco de agua.

Soraru-san tomó la bandeja y la puso en mi regazo.

-desayuna-sonrió.

-¿Soraru-san puede darme el desayuno?-hablé como un niño lo cual hizo que Soraru-san se sonroje y desvíe la mirada.

-s-sí-tomó una tostada y la acercó a mi boca-eh, ¿aquí viene el avioncito?-no pude evitar reir cuando dijo eso.

-¡p-pero...no soy un bebé Soraru-san!-me reí, estaba muy feliz por esta sorpresa.

-para mí sí lo eres-tomó una de mis mejillas y las estiró como hacen los abuelos de los niños, o eso creo-eres mi bebé Mafu-

Me dió de desayunar y luego me ayudó a levantarme.

Pequeño Lobo「SORAMAFU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora