Pequeño Lobo「SORAMAFU」

「Aburrimiento」<33>

-debo volver al trabajo-decía por quinta vez Soraru-san mientras intentaba abrir la puerta.

-¡no quiero Soraru-san!...¿no pueden darte unos días más?-

-no Mafu, vamos, tú sabes como es esto del trabajo...por favor, deja que me vaya, ¿o quieres que me despidan?-se acercó a mí.

-¡no, no!...-desvié la mirada-no quiero que te vayas...-dije con un puchero.

-pero debo ir...prometo hacer todo lo posible por llegar temprano-

-hay mucho aburrimiento si Soraru-san no está-me encogí de hombros mientras hablaba como un niño-las horas pasan lentas...-

-n-no hables así...-

¡Si hablo como un bebé se quedará!...

-por favor Soraru-san...-usé el tono de voz mas infantil que pude, ademas de que hize ojitos tiernos y un puchero.

-debo irme a trabajar mi pequeño Mafu, prometo traerte helado como recompensa por tu paciencia, ¿sí?...-

-¿helado?...-miré hacia la ventana, viendo como caían aún los copos de nieve-no quiero helado si tengo que estar sin Soraru-san-reproché y me senté en el suelo, pegado a la puerta.

-pero Mafu...-Soraru-san se puso de cuclillas y acarició mis cabellos-no me iré para siempre, solo serán unas horas, por favor, entiende-me levanté y le señalé la puerta.

-si Soraru-san quiere irse que lo haga-dije y fruncí el ceño, enojado con Soraru-san.

-Mafu...no hagas esto mi lindo lobo...-suspiró-volveré rapido, ¿por qué no escuchas musica mientras no estoy?-

-¡no llegues tarde al trabajo!-abrí la puerta y prácticamente lo eché de la casa.

-no te enojes...-

<···>

-a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m...-decía el abecedario tratando de entretenerme.

Bufé y me senté en el suelo.

-que aburrimiento, ¿que hago?...-

Fuí al cuarto, tomé mi gorrito, una bufanda, unos guantes y me fuí afuera.

-¡angeles de nieve!-me recosté en la nieve e hice angelitos de nieve, en total hize cinco, pero me aburrí.

Estaba tan aburrido que comenzé a contar copos de nieve al caer.

-noventa y dos, noventa y tres, noventa y...¿eh?-una luz se reflejó en mis ojos, era el reflejo de algo brillante, así que comenzé a correr en dirección de esa cosa.

Cuando llegué me dí cuenta que era un pedazo de metal, pero a una distancia corta habían restos de cuando sacar punta a los lapices.

¿Lapices en esta nieve? ¿De quien serán?...

Seguí un rastro de esa cosa y de uno que otro lápiz, los recolectaba y seguía el camino, hasta que mi mirada cruzó la de ella.

-¿Hyeon?-sonreí y ella me devolvió la sonrisa.

-¡¡Mafu!!-corrió hasta mí-¿¡como estás!? ¿Puedo abrazarte?-

Me pregunto por qué es tan...¿loca?

-sí, ¿por que no?-extendí mis brazos para que me abraze y me abrazó.

-¡adorable!-chilló.

-¿estos lapices son tuyos?-le mostré los lapices.

-¡oh!-miró su mochila y se dió cuenta que había cerrado mal los bolsillos-sí, son mios, ¡se me cayeron!-

-ten-se los dí con una sonrisa.