CAPÍTULO 67/2: EMİR SARRAFOĞLU

360 18 6
                                    

EMİR Y FERİHA

- ¿Me cuentas? - pregunté con amor

- ¿Acaso estás lista para escuchar todo lo que tengo que decir? - consulté con algo de pavor. De verdad tenía mucho dolor para expresar con palabras

- Claro que sí, amor. Ya me oíste, no por completo, pero ahora solo quiero ser oídos para ti. Comienza - proclamé tomando sus manos

- Aquella noche, yo no había podido darte esa respuesta que tanto esperabas. Esa respuesta que pudo haber cambiado todo esto, todo lo que hoy somos... - suspiré con amargura - Aún sigo arrepintiéndome de eso... si tan solo hubiese sido un mejor hombre... - inhalé una buena cantidad de aire mientras una lágrima intentaba colarse en mis ojos. Feriha apretaba más fuerte mis manos, dándome la confianza para seguir - Fui al Night, dije lo que oíste y lo que no, entonces la última fiesta había empezado. Toda esa noche la pasé pensando en tu reacción. Mientras me volvía, camino a casa pensaba en todos los posibles planes que íbamos a hacer tú y yo... yo dejaría ese trabajo y tal vez comenzaría a trabajar en otro lugar, quizás presentaría mi título en alguna empresa, o probablemente habría vuelto a trabajar con mi padre. - la miré a los ojos - Habría sido capaz de romper con mi ego, con mi orgullo solo para estar tranquilo y feliz a tu lado...

- Yo... mientras discutíamos esa noche yo pensaba en que tú me elegirías y comenzaba a proyectarme infinitas ideas contigo. - suspiré - Continúa

- Entonces esas eran las ideas que recorrieron por mi cabeza hasta que llegué a casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Entonces esas eran las ideas que recorrieron por mi cabeza hasta que llegué a casa. Toqué la puerta esperando a que abrieras, pero no obtuve alguna respuesta, así que procedí a abrirla. - la desilusión y la tristeza empezaba lentamente a invadir mi cuerpo - Yo esperaba verte dormida en este sofá, o tal vez en nuestra cama, solo verte aquí adentro. Cuando no te vi me volví loco, Feriha. Llamé a tu celular para saber en dónde estabas y cuando escuché el tono venir de la habitación casi muero del miedo. - suspiré - No sabes lo asustado que estaba al pensar en que algo podría haberte pasado. Pensaba en Halil, Yavuz, no sé... no sabía qué hacer. Hasta que llamé a Gülsüm, pero ella no sabía nada. Luego corrí hasta la casa de tu papá pensando en que tal vez habrías decidido pasar la noche allí, pero él no tenía ni la más mínima idea de ti. - empecé a quebrar - Nadie sabía de ti y yo estaba al borde de la locura, Feriha. Tomé mi auto y me dirigí a todos esos lugares que solíamos frecuentar... el faro, el parque, los dormitorios de la universidad, la costa del mar, pero en ninguno de ellos te encontré. Koray y Gülsüm también se habían unido a la búsqueda pero todo había sido en vano... hasta que decidí ir a la mansión de Yavuz, en donde me habían comentado que ese maldito se había ido a un viaje de negocios a Ankara. El guardia además me comentó que él tenía planeado no volver aquí y que nuestra absurda rivalidad había acabado.

- En ese entonces yo estaba en el avión... - recordé

- Mientras tú volabas yo me iba muriendo poco a poco. Pensé lo peor, porque ya ni sabía en qué más podía pensar. Durante esos días sufrí una gran depresión, Feriha. La mayor depresión que pude haber sufrido en mi vida... el hecho de no encontrarte y de perderte, sabiendo que no habíamos tenido esa charla terminada. Fue todo un castigo, el peor de mi vida. Más aún cuando la policía no podía empezar tu supuesta búsqueda, ya que no habían pasado las veinticuatro horas correspondientes.... Si tú me hubieses visto en esos momentos, Feriha... parecía un muerto en vida. - tomé el vaso de agua de Feriha y bebí de él - Recuerdo cuando tu abogado me habló acerca del divorcio... fue los ese momento en que me destruiste, me causaste heridas profundas sin haberme tocado. Yo no podía creer que todo se desmoronaría tan fuerte. Cuando oí toda esa explicación solo pude tomar el auto y dirigirme a la isla... allá caminé las calles a solas, queriendo creer que podría encontrarte en algún callejón, en algún café, o en alguna zona de la costa pensando. Pero no fue así... también recuerdo haber rentado la habitación en donde nos quedamos cuando tu familia supo la verdad. Pasé la noche allí, pensando y pensando de más, en ti, en mí, en nuestros errores, en nuestros recuerdos malos y buenos. Yo había desaparecido, no le había dicho a nadie a donde iría, porque estaba cansado de escuchar a los demás decirme que me calmara. Solo no podía calmarme, no quería generar lástima en ellos, o que me digan esas frases típicas de estos casos, porque yo estaba seguro que te hallaría en algún lugar. - me sentí bastante débil y vulnerable. En realidad no tenía miedo de contar todo esto ya que Feriha me transmitía una energía que generaba todo un ambiente de confianza. Ella se dio cuenta del sufrimiento presente en mis palabras y comenzó a acariciar mi cabello. Yo no resistí la suavidad y la delicadeza con que sus manos acariciaban mi cabeza, así que me dejé caer encima de ella. Y así, recostado encima de su regazo traté de retomar la historia.

EL SECRETO DE FERİHA 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora