CAPÍTULO 67/5: CICLOS

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EMİR, FERİHA Y ZEHRA

Llevé a Emir volando desde las afueras de la ciudad de Estambul hacia la ciudad de Antalya. Recuerdo muy bien esta ciudad, ya que era el único lugar que solíamos visitar de camino hacia mí pueblo, Antakya. Recuerdo que Gülsüm y yo solíamos recorrer la costa, admirábamos los parques y las atracciones temáticas que ofrecía el lugar. Éramos muy niñas en ese entonces y anhelábamos el día en que nos convertiríamos en mujeres adultas... qué absurdas. Ambas creyendo que ser adulto era mejor que ser una pequeña niña, siendo que eso es una completa mentira. Este pueblo guardaba esos distantes recuerdos de mi infancia, pero algo que quedó grabado en mi mente fue cuando mamá quiso que almorzáramos en una terraza...

Flashback (NARRADOR EXTERNO)

Feriha y Gülsüm apuraban a Zehra para ir a observar la vidriera de una juguetera. Zehra iba de un lugar a otro junto al pequeño Mehmet. Los niños eran muy traviesos y ella se notaba cansada debido al embarazo de Ömer. De todos modos, ella llevaba la mejor predisposición y visitaban cada sitio que las niñas quisiesen.

Caminado por una de las avenidas principales Zehra se detuvo en seco para observar un bello restaurante rústico ubicado en una terraza. El ambiente era perfecto, la ubicación y al parecer la comida. Zehra estaba hipnotizada observando la arquitectura del edificio y la decoración del predio. Agachó la cabeza y miró a las niñas para hablarles.

- Ay mis niñas, cómo me gustaría poder almorzar aquí con ustedes... - dijo Zehra observándolo todo con detenimiento. Por detrás se acercó Riza con una cara de pocos amigos

- ¿¡Pero qué estupideces dices mujer!? - contestó de mala manera - Nosotros apurados por llegar a la estación en receso y tú ocupada en estar tonterías. ¡Vaya cosa! - se quejó. Zehra se entristeció y todos se alejaron de la zona.

Fin del Flashback

Mamá y yo nunca pudimos almorzar allí, pero creo que esta será la ocasión ideal para hacerlo. Quiero que ella sea la primera en vernos juntos. Soy consciente de que Emir y ella no pudieron arreglar los problemas que dejó el pasado. Por lo menos no en persona, pero eso ya debe cambiar.

Tomé la mano de Emir y ambos nos acercamos a la salida del Jet. Al desmontarse la escalera para que pudiésemos descender ambos pudimos apreciar en la lejanía la silueta de una mujer. Ella llevaba una camisa y un chaleco tradicional, junto con una falda, pero el rasgo más distintivo de dicha mujer era su largo y trenzado cabello. A su lado, estaba un niño con su mochila y una maleta. Yo esbocé una ligera sonrisa, sabiendo de quién se trataba, pero Emir tardó unos segundos en percatarse de quién dicha mujer era. Al darse cuenta, él torció bruscamente su cuello para mirarme.

- ¡Feriha! - comenté con sumo asombro. Estábamos a metros de la señora Zehra. No sabía que el día de mi cumpleaños me iba a llevar semejante sorpresa.

- Emir... ¿ya te diste cuenta?

- Claro que sí. Está tu madre en frente de nosotros, a unos cuantos pasos. ¿Qué le voy a decir? - pregunté asustado. - ¿Después de todo lo que vivimos cómo crees que voy a presentarme ante ella?

- Amor, cálmate, no es para tanto. Mira, obviamente esto no es coincidencia, yo planeé todo porque necesitaba aclarar todo con la persona más importante, junto a la otra persona más importante de mi vida. - mencioné tratando de calmar los miedos de Emir. Él tomó mi mano en reacción

- Está bien - suspiró - Adelante amor.

Tomados de la mano y yo con algo de miedo, bajamos las escaleras observando a nuestro objetivo. Al dar los primeros pasos la señora Zehra giró su cabeza y se dio cuenta de que Feriha iba camino a ella, y sin esperar a que su mente acertara en la imagen de su hija, ella salió corriendo a su encuentro. Por acto reflejo, Feriha soltó mi mano y corrió hacia su madre. Yo estaba muy emocionado viendo como ambas mujeres iban esparciendo felicidad, era realmente increíble la conexión que madre e hija tenían. Al encontrarse, ambas se fundieron en un abrazo que se prolongó todo lo que debía. Feriha y Zehra soltaban lágrimas de felicidad, de añoro, de amor... habían pasado más de tres años desde que ambas no se veían, y la emoción era más que entendible.

EL SECRETO DE FERİHA 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora