CAPÍTULO 66/15: ¿TE QUEDARÁS?

344 19 5
                                    


FERİHA Y LEVENT

No me había podido percatar de la sensación tan mágica y rara que tiene el mar para traer de vuelta esos viejos recuerdos, buenos y malos. Fue una noche entera llena de pensamientos, de hipótesis, verdades, mentiras. Cuestionándome las malas decisiones que tomé a lo largo de estos veintitrés años de vida... la mentira siempre estuvo junto a mí, la vergüenza de ser quien soy.

Sé que desde niña papá me trataba igual que a Mehmet en relación a las labores que había que hacer en casa, ya que en definitiva él y yo tenemos la misma edad. Feriha ve a entregar los pedidos, saca la basura, la vereda necesita una barrida, la casa, las expensas... tenía que hacer trabajos que una niña cualquiera no. No podía entender por qué yo era tan diferente a las demás niñas... fue de grande cuando entendí que el dinero puede generar puentes que dividen a las personas y la forma en que la sociedad se organiza. Los pobres no teníamos las mismas oportunidades que los ricos. Lo que más recuerdo y atesoro en mi corazón es que mamá creaba todo un cuento alrededor de mí para hacerme olvidar de la vida que supuestamente yo estaba destinada a vivir. Ella me llevaba a limpiar el departamento de Cansu solo con el objetivo de no dejarme sola con papá, ya que el seguramente me enviaría a limpiar o hacer el trabajo sucio. Mientras mamá restregaba las mesas, barría el piso y pulía la plata, yo jugaba con los juguetes de Cansu, lástima que ella siempre me trataba como alguien inferior, todo por el dinero.

Mamá me ha consentido mucho, pero no me quejo. Yo fui para ella una princesa de cuentos de hadas, de esos cuentos que ella solía leerme por las noches. Yo era aquella niña que en un futuro iba a ser importante, pero la madurez me mostró lo que había del otro lado de la puerta... la vida es dura, difícil y es un juego despiadado. Aunque yo ya entendía las cosas que vivíamos ella igual seguía diciéndome que yo sería alguien en el futuro, que sería esa princesa que siempre soñé ser. Recuerdo sus palabras, cuando me habló de los dones que yo poseía, la belleza y la inteligencia... pero todo eso ¿de qué sirvió? Tengo todo el dinero que quiero, soy dueña de un hotel, puedo hacer lo que quiera pero no soy feliz. No soy feliz desde que me separé de ese hombre del que me enamoré perdidamente.

Estuve así, toda la noche con el mar como testigo pensando y perdiéndome en el oleaje, junto a las gaviotas como compañía. Cuando encendí el celular vi que tenía llamadas perdidas de Levent, mensajes y demás, así que con las pocas fuerzas que tenía me levanté y manejé el auto camino a casa.

Abrí la puerta y traté de ingresar sigilosamente a mi habitación. Cuando abrí la puerta Levent estaba sentado sobre mi cama, como si me estuviese esperando para decirme algo.

- ¡Levent! - Me sorprendí de verlo

- Feriha - dije con un tono de voz que daba a entender enojo. La verdad no podía contener mis emociones, principalmente la ira.

- ¿Pasó algo? Dime. - dejé pasar unos segundos - Yo... no volví a casa porque pasé la noche en lo de mi prima Gülsüm...

- No pasa nada amor. Solo estaba esperándote - reduje el tono - Te llamé varias veces, si querías ir a ver a Gülsüm o si ibas a hacer otros planes debiste haberme dicho así no me hubiese preocupado tanto

- Disculpa querido, fue una salida espontánea.

- ¿Qué harás ahora? - pregunté

- Me tomaré una ducha, estoy algo cansada.

- Está bien, tú dúchate y yo iré a preparar el desayuno.

- Está bien amor, haz café para mí. - disimulé la tristeza muy bien

- De acuerdo. - Feriha entró a su baño y yo la seguí con la excusa de buscar algo que había perdido. Ella entró a la ducha, que estaba cubierta entre unas paredes de cristal opacas. Ella se quitó el anillo y lo colocó al lado de la ducha, y yo con mucho cuidado lo retiré y coloqué el anillo falso que Ece me entregó.

EL SECRETO DE FERİHA 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora