CAPÍTULO 67/3: BAILE REAL

434 18 9
                                    

FERİHA

Me siento viva otra vez. Nerviosa, eufórica, feliz, libre y confundida, todo al mismo tiempo. Estaba en el auto e incluso con mi conocimiento olvidaba qué cambio usar, o qué tanto acelerar. El día de ayer había sido el día que tanto tiempo he estado esperando. Quería tanto que nuestro reencuentro se de que nunca pensé que algún día tendría la oportunidad. Muy en el fondo sabía que mamá tenía razón al decirme que él seguía amándome, que yo no era solo una de sus aventuras o algún sentimentalismo temporal, yo era la mujer que había llegado para cambiar el panorama, así como él fue quien cambió el mío.

No puedo explicar la magia que sentí al dormir con él, entre sus brazos quizás, observando la calma que reflejaba su rostro, la paz y la tranquilidad de la habitación y esa sensación de protección que sentía al estar a su lado. Pude haberme desahogado de todas las situaciones con Gülsüm, con Hande o con Günce incluso, pero haberlo hecho con Emir hace que mis hombros finalmente dejen de sentir todo ese peso, esa mochila de toneladas que vengo cargando tres años. Gracias a la vida pude escuchar sus verdades y entenderlas del mismo modo que él escuchó las mías, mis miedos y mis esperanzas futuras. No sé cómo explicarlo, pero tengo una felicidad enorme dentro de mí que tengo ganas de salir del auto y abrazar al policía de tránsito, quiero ir al hotel y darles el día libre a todos solo por lo feliz que me siento. Seguí mi camino a casa en tanto que prendí el estéreo del auto y lo sincronicé con mi música. Iba cantando a gritos dentro del auto mientras manejaba camino a casa.

Solo había algo que me asustaba y aterraba. Lo primero era Levent, ya que no estoy segura de cómo decirle esto, aunque todo ya haya sido dicho. Pero sé que es cruel sentir tanto por alguien que no te corresponde, porque yo creí vivirlo en carne y hueso alguna vez. Sé que él debe sentirse terrible, un estúpido o un traicionado por mí, y no pienso quitarme esa responsabilidad porque soy consciente de que él perdió parte de su vida al lado de alguien que no lo amaba como decía hacerlo. Tengo ansiedad de saber si él seguirá viviendo en esa casa que Yavuz nos dio, o si querrá seguir trabajando en el hotel, o si seguirá viviendo aquí. Yo lo conozco muy bien para saber que no es alguien demasiado impulsivo cuando se trata de otros temas que no lo relacionen con el amor. Quizás él esté unos días en casa pensando en qué hacer, pero no quiero cruzármelo porque sé que sufrirá al verme y se arrepentirá de haber ido tras de mí creyendo lo que no iba a ser posible.

Por otro lado también sentía miedo de Yavuz, ya que estoy traicionando toda su confianza. Todo lo que él hizo por mí, haberme devuelto las alas de alguna otra forma para que yo continuara con mi vida. Él me dio educación, casa, comida y un oído amigo cuando estaba en lo más profundo del abismo. Él y yo debimos teóricamente haber acabado con la familia de Emir y haberlo llevado a la bancarrota, pero ahora que sé lo que antes no, no podría ser capaz de arriesgar mi felicidad por eso, aunque eso me cueste la vida. No pienso seguir tapando el sol con un dedo, sin escuchar lo que mi corazón viene gritando hace años. Comencé a pensar en qué podría hacer para retribuir todo lo que él hizo por mí, sabiendo de antemano que nada sería suficiente. Nada físico podría igualar las charlas, las noches de insomnio, los cafés compartidos o las salidas inesperadas sin sentido alguno. Por tal motivo solo tenía algo para hacer, y eso es devolverle todo lo que me dio, así que estacioné el auto y marqué el número de Günce.

- Hola, ¿Günce?

- Feriha, ¿cómo estás amiga? - respondió alegre

- Hay algo importante que tenemos que hablar y sé que tú eres la indicada para esto. - afirmé - ¿Estás libre para ir a tomar un café?

- Claro Feriha. Si quieres podemos ir a la cafetería que estaba cerca de la universidad. - recomendó

- De acuerdo. Entonces nos vemos en media hora. ¿Verdad?

EL SECRETO DE FERİHA 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora