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Todo lo que les dije fue verdad, ellos lo sabían y para eso era el reloj, un detector de mentiras bastante bueno. No tenía porque mentir y se los repetí muchas veces. Les dije que ayudaría con gusto luego de escuchar todo sobre Natsumi.

Les habia contado que como fui vendida a al señor Nagata para ser la esclava de Natsumi, el como solo quería huir y como lo logre en un momento de su descuidó. Que no recordaba absolutamente nada de mi linaje hasta que Natsumi disparo cerca de mi oído y luego de eso huí de ella desesperadamente.

Natsumi Nagata, demonio mas cercano a ese monstruo, un demonio que hipnotizaba a sus víctimas y las obligaba a hacer lo que quisieran solo con toca una sola gota de sangre de ellos. Eso explica el tatuaje, aun sangraba y recuerdo como lo tocó, se los mostré y ellos casi palidecieron. Los convencí de que no estaba bajo órdenes de Natsumi, para ello debía mirarla y nada mas pero olvidaban que además yo podía combatirla si quería, eso los convenció. Ya tenía mis habilidades, ya mi energía y poder estaban despiertos y dispuestos a combatirla.

Conocí a muchos de la base, los herederos que mas habían eran descendientes de Ikari y Fiennes, este último tuvo muchos amores y se comenta que hay muchos mas de sus descendientes en el mundo. De lo mas seguro era que yo era la última Hallander, era un angel algo cohivido, solo tuvo un gran amor en su vida en la tierra y es toda una sorpresa que aun quede una Hallander ya que todos y cada uno de sus herederos solo tuvieron un gran y último amor dando como resultado solo pocos herederos.

Me dieron una habitación, había muchas vacías. Realmente debe afectarles que queden tan pocos. Esto a simple vista mas bien parecía un reformatorio. No conoci exactamente a todos pero la desconfianza se sentía, sabia que estaban en alerta máxima y que el simple hecho de que sangre de Hallander corra por mis venas no bastará para ganarmelos. Aun no me hablaron de la traición, fue mucho con el gran resúmen que me dieron y además realmente estaba cansada. Tal vez les sea duro hablar de ello ya que si uno las piezas bien todo este problema de la extinción de los herederos fue su culpa.

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Me levanté temprano como cada día, ya era costumbre. Me duche bien y encontré ropa cómoda en el closet. La reconocía, era la ropa de entrenamiento de la base, de todas las bases. Consistía de botas negras, pantalón no tan ajustado y una camiseta con un logo de una espada y dos alas, casi imitaba al logo que aparece en las ambulancias. Habia muchas cosas que no recordaba, tal vez el tiempo de bloqueó las borro, no lo sé. Había una chaqueta pero decidí no usarla.

Oberve mi mano y aún tenía aquella pulsera tejida de color rojo con negro que Hiro Nagata me coloco. ¿Debía quitármela? Solo era una pulsera, no lastimaría a nadie. Decidí dejarla allí y no le preste más atención.

Salí de la habitación rumbo en busca de Nate y Efy, ellos me guiarian en mi proceso de recordar completamente o aprender de nuevo todo. Caminaba tranquilamente y pase por un gran campo. De día era otra cosa, era enorme. Al detallar el lugar entendí que eran dos edificaciones y en medio el gran campo de entrenamiento, un gran domo lo rodeaba, se sentía y parecía que no estábamos a tal vez kilómetros en lo profundo de la estación de Tokio. Me quedé mirándo el techo un largo rato, no se como lograron esto sin causar tanto alboroto.

-¡Hallander!- reaccione de inmediato a mi apellido y al voltear una daga a toda velocidad venía a mi rostro. Me hice a un lado y la atrapé con mi mano izquierda. Era algo grande, aunque no parecía realmente ligera. A simple vista parecía poder cortar el mismo aire de lo afiliada que lucia- si, una Hallander.

-¿Que?- mire a la chica, estaba algo sudada, era rubia y de tez clara- Ikari- ella sonrió.

-¿Que me delató? ¿El cabello?- asentí, podía ver como en sus raíces trataba de tomar su tono blanco- si, no me gusta el blanco, lo prefiero asi. Una asiática con cabello blanco, eso no es común.

NAGATA #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora