Juventud Extrema

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Un niño de 12 años con mochila va paseando tranquilamente por una colonia que se encuentra cerca de una colina mientras el sol está hasta arriba y cerca de una casa ve a otro niño de 15 años con otra mochila y le hace una señal con la cabeza en dirección a la casa que está de su lado.

Héctor se acerca a paso rápido y se recarga contra la pared para esconderse, unos tipos salen de la puerta con prisa y con una expresión molesta llevando pistolas en sus cinturas.

Se suben a un coche y pisan el acelerador alejándose del lugar por lo que Héctor y Gabriel salen de su escondite.

Daniel: -Se van, se van, se fueron- habla por medio de un walkie talkie mientras ve por unos binoculares estando arriba de la colina y siendo acompañado por Ares, -Ya pueden proceder, cambio-.

Héctor: -Avísanos si vuelven, cambio- empieza a forzar la puerta con ayuda de Gabriel.

Daniel: -Si, si, ya sé lo que debo hacer- sale su voz por el walkie talkie de Gabriel. Logran abrir la puerta e ingresan a la casa.

Gabriel: -Entramos- avisa a su compañero vigilante y ambos se separan para empezar a buscar dinero.

Héctor se dirige a la cocina y busca en los estantes de comida pero no encuentra nada, en cambio Gabriel busca en la sala y rebusca en los sillones, lo único que encuentra es un rifle bajo las almohadas. Héctor busca bajo el fregadero y al estar tocando las paredes encuentra un compartimiento secreto pero al abrirlo nada más escondía paquetes de cocaína.

Héctor: -Nop- lo devuelve a su lugar y se dirige al refrigerador, al abrirlo solo ve comida y cervezas pero en una de los estantes de la puerta ve un chocolate.

-Uuh- lo agarra y lo abre para comérselo -La verdadera droga en esta edad- le da un mordisco mientras pasa su mano por la orilla de la puerta revisando si está flojo. Se vuelve a reunir con Gabriel en las escaleras que dan a un segundo.

-¿Quieres?- le ofrece a su amigo enseñando el chocolate y Gabriel arranca un pedazo. Suben las escaleras y cada quien se dirige a una habitación diferente buscando bajo las camas y la ropa, Gabriel al no encontrar nada en su habitación empieza a buscar en el baño y solo encuentra más armas.

Héctor por su parte busca en un armario pero no encuentra nada en la parte de abajo así que usa un banco para poder buscar arriba y ve una bolsa de equipaje negra.

Héctor: -Déjame adivinar ahí vas a estar- dice por el cliché de una bolsa negra escondida en un armario. Lo baja de ahí con algo de esfuerzo y lo abre ya estando en el suelo, -Bingo- acierta y empieza a sacar el dinero de esa bolsa dejándola en el piso.

Gabriel: -¿Donde siempre?- pregunta acercándose a él y ayudándolo a desempacar el dinero.

Héctor: -Sip, Daniel encontramos el dinero, cambio- informa a su amigo ya terminando de desempacar, abren sus mochila y empiezan a llenar la bolsa con dinero falso.

Daniel: -Genial, ¿De cuánto fue?, cambio- pregunta interesado en el tesoro que encontraron.

Héctor: -De una bolsa llena de fajos de 500 pesos, cambio- al escuchar eso Daniel hace los cálculos y celebra en silencio por la ganancia.

Daniel: -5 mil son míos- adelanta a decir antes que sus compañeros -Cambio-, Héctor y Gabriel terminan de llenar sus mochilas con dinero real y ponen la bolsa en su lugar listos para salir de ahí.

-Amm, tenemos un problema- avisa por el walkie talkie con tono de preocupación.

Gabriel: -¿Qué sucede?- van bajando las escaleras con prisa y con las mochilas cargadas.

UN ÁNGEL EN LA GUERRA, El Surgimiento del Ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora