El Gran Día

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Gabriel: -¿Estás seguro sobre esto?- le pregunta a su amigo que está siendo atado con correas de cuero a la cama donde se le inyectará el USP.

Héctor: -Super seguro- le contesta con total confianza mientras pone su cabeza sobre la almohada.

Paulina: -¿Al menos ya leíste lo que dice el informe?- pregunta preocupada por su bienestar mientras pasa los papeles a Emiliano.

Emiliano: -"El soldado describe el dolor como si cada parte del cuerpo fuera estirado por la fuerza a la vez de que siente pinchazos de un cuchillo de cocina mientras un calor insoportable se extendía por cada lugar de su ser..."- citó de una de las hojas del informe quedando un poco traumado.

Daniel: -A ver si se estira lo de abajo- le dice en burla con una sonrisa luego de escuchar la descripción del dolor.

Gabriel: -¿En serio?- le lanza una mirada de rechazo molesto por el comentario que acaba de hacer.

Daniel: -¿Qué?, alguien tenía que decirlo- intenta justificarse mientras se cruza de brazos y se recarga sobre la pared haciendo que los otros pongan los ojos en blanco.

Héctor: -Te informaré si hay un cambio- le contesta siguiendo su juego.

Daniel: -No gracias, no quiero saberlo- pone una cara de asco mientras mira hacia otro lado. La científica Elena se acerca con la jeringa en mano dándole unos leves golpecitos con los dedos.

Emiliano: -Por cierto, ¿No sería mejor por la pompi?- pregunta al recordar las veces que lo han inyectado.

Héctor: -¡Nel!, no servirá si es por ahí- responde rápidamente causando risas en la habitación.

Cient. Elena: -¿Listo?- pregunta ya preparada para insertar la aguja en la vena cuando el ambiente se tranquilizó.

G. Gómez: -Si aceptas ya no habrá marcha atrás- le advierte.

Héctor: -Listo- responde seguro y la Científica Elena entierra la aguja en la piel llegando a la vena, donde empieza a presionar para que el líquido rojo entre al sistema circulatorio.

Al entrar todo el líquido se retira lentamente de la cama mientras Héctor se prepara para el golpe de dolor.

Héctor: -¡FUCK!- grita y aprieta los dientes retorciéndose del dolor mientras las venas cambian a color rojo y se ven a simple vista mientras se expanden del lugar de la aplicación hacia cada esquina de su cuerpo.

-¡Fuck, fuck, fuck, fuck...!- sigue maldiciendo mientras se retuerce de dolor en la cama y lentamente los músculos de su cuerpo van creciendo poco a poco a la vez que su cuerpo se alarga unos centímetros. Los otros miran estupefactos como su cuerpo está reaccionando con el USP mientras los científicos toman notas en sus cuadernos.

Empieza a gruñir intentando no decir más malas palabras a la vez que tensa todo su cuerpo para evitar que se mueva pero le es imposible, rompe las correas que lo sujetaban logrando pararse y camina encorvado hacia la pared preocupando a todos en la habitación.

Al final se tira al suelo donde empieza a tranquilizarse bufando múltiples veces mientras las venas regresan a su color original.

Al estar ya tranquilo se levanta del suelo con ayuda de sus brazos y sintió como lo hizo con mayor facilidad que antes.

-Vaya que tenía razón sobre el dolor- dice levantándose pero nota algo diferente -un momento- se examina a si mismo viendo que sus músculos crecieron significativamente a la vez que se sentía más alto.

Al ver a los demás nota que están perplejos por el resultado al igual que se dio cuenta de que iba a la par que Gabriel o incluso podría ser más alto que él por muy poco, lo que significa que si media 1.70 ahora mide aproximadamente 1.85, 15 centímetros logró crecer. Mientras que sus músculos se podrían comparar con Superman o Thor.

UN ÁNGEL EN LA GUERRA, El Surgimiento del Ángel.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora