UN ÁNGEL EN LA GUERRA, El Surgimiento del Ángel.

Un Nuevo Hogar

Después de que los helicópteros americanos se hayan ido todos los soldados ayudaban a buscar a las personas entre los escombros de la batalla, entre ellos Ángel, Gabriel, Daniel y Emiliano, mientras el personal médico los atendían como por ejemplo Paulina y el General Gómez dirige las operaciones de rescate.

Gracias a la fuerza de Ángel le permite quitar escombros grandes que no diez hombres podrían levantar. Al levantar una pared de piedra encuentra a 2 personas, uno intacto recargado en una pared y al otro boca abajo con la pierna atorada, ambos lo ven asombrados por haber levantado una pared de concreto él solo.

Ángel: -¡Aquí!- llama a los demás para que los recoja y empuja la pared hasta que cae del otro lado para ir con el de la pierna atorada, pone las dos manos bajo ella y la levanta con algo de esfuerzo ayudando a que saque su pierna. En ese momento llegan los demás y los ayudan.

Soldado de la pierna: -Muchas gracias- al recibir ese agradecimiento Ángel sólo asiente con la cabeza y se sacude las manos, en eso Gabriel se acerca a su lado.

Gabriel: - Parece que son todos - le comenta mientras pone su mano sobre su hombro.

Ángel: - Menos mal - suspira al estar un poco cansado ya que en el momento en que terminó la batalla empezó a buscar entre los escombros sin descanso.

-¿Cómo están los demás?- pregunta por sus amigos volteando a verlo.

Gabriel: -Daniel está cansado e irritado, Emiliano igualmente cansado pero con buen ánimo y Paulina preocupada, exhausta y frustrada- contesta con sinceridad mientras cruza los brazos mirando a los demás soldados.

Ángel: -¿Qué hay de ti?- pregunta a su viejo amigo por su estado.

Gabriel: -Bien por el momento, a no ser que haya otra sorpresa para nosotros-.

Ángel: -Espero que no- luego de hablar se dirigen con los demás en las capillas médicas donde ven a muchos soldados malheridos y a otros que los ponen en bolsas negras con sus nombres grabadas en ella, entre los heridos Ángel ve a la científica Elena con vendas en su abdomen totalmente dormida y cubierta de polvo.

G. Gómez: - Ella va a estar bien - se aproxima a él para aliviar su preocupación -¿Ustedes cómo están?- les pregunta a ambos.

Gabriel: -Estamos bien señor- le responde al darse cuenta de quién era.

G. Gómez: -Me da gusto escuchar eso- forma una ligera sonrisa por la respuesta -Por cierto, hiciste un buen trabajo ahí afuera- se dirige a Ángel.

Ángel: - Muchas gracias señor, aunque no pude detenerlos a tiempo- se recrimina viendo los cadáveres de sus compañeros.

G. Gómez: -No puedes cambiar lo que está hecho y mucho menos culparte por algo sobre no tenías control- intenta hacer que no se sienta culpable por las bajas.

Ángel: -A veces es difícil aceptarlo- se dice a sí mismo volviendo con ellos -¿Qué vamos a hacer ahora que saben la localización de la base?- pregunta luego de un suspiro para no seguir pensando en ello y abarcar un tema más importante.

G. Gómez: -Lo que haremos será ir a otra base que está oculta de los satélites y ahí será nuestra base de operaciones- revisa su reloj de la muñeca izquierda -Dentro de 30 a 60 minutos van a llegar camiones de transporte y nos llevarán a todos allá. Así que esperen más instrucciones-.

Ángel y Gabriel: -Entendido-.

G. Gómez: - Voy a avisarles a todos así que me retiro- se va de la capilla dejándolos solos por un tiempo.

Ángel: -¿Sabes dónde están los demás?- pregunta a Gabriel.

Gabriel: -Sí, sígueme- caminan entre los soldados que están recibiendo la noticia por medio de los pocos megáfonos que quedan, luego de caminar un rato finamente llegan con Daniel y Emiliano.