UN ÁNGEL EN LA GUERRA, El Surgimiento del Ángel.

Enlistamiento

Un señor de 40 años con uniforme y gorra militar de alto rango baja en un helicóptero que está por aterrizar cerca del mercado, además de que soldados mexicanos ya han llegado para ayudar a los afectados.

Ya tocando tierra busca con la mirada y ve a un oficial, camina hacia su dirección para obtener respuestas de lo que pasó.

Oficial: -General Gómez- se para derecho y lo saluda poniendo su mano en la frente.

G. Gómez: -Descansa- deja de pararse derecho-¿qué fue lo que pasó?- le pregunta.

Oficial: -Los estadounidense llegaron por transporte aéreo para intentar establecer una pequeña base y durante el proceso mataron a civiles señor- le dice mientras empiezan a caminar al hospital provisional que armaron en el mercado.

G. Gómez: -Si ya veo- ve a los que están en camillas -¿Y cómo los detuvieron?- se vuelve a dirigir a él mirando al frente mientras entran al mercado.

Oficial: -No fuimos nosotros señor- le contesta y dejan de caminar.

G. Gómez: -¿Cómo que no fueron ustedes?- le pregunta sorprendido esta vez mirándolo -¿entonces quiénes fueron?-

Oficial: -La Guardia Nacional pudo repeler parte del ataque pero algunas de las personas dicen que fue un joven, señor. Él eliminó una parte de los paracaidistas- se sorprende de que un joven venció a un grupo de soldados americanos experimentados.

G. Gómez: -¿Y dónde está ese joven?- le pregunta, el oficial lo señala y Héctor se encuentra ayudando a una anciana con una venda en la cabeza a sentarse mientras lleva su arma colgada.

-Se puede retirar Oficial- el oficial pone y quita su mano en la frente y se va. El General Gómez camina a donde está Héctor y se para frente a él.

Héctor: -¿En que le puedo ayudar señor?- le pregunta mientras camina y el General Gómez le sigue atrás.

G. Gómez: -Me han dicho que usted ha eliminado parte de los paracaidistas- le contesta y se paran en un puesto de verduras.

Héctor: -Si bueno, intentaban matarme- se dirige al vendedor del puesto que era un viejito -¿¡Cuánto cuesta!?- le señala la lechuga, el General Gómez lo ve extraño de que esté comprando en estas circunstancias cuando puede solo robárselo sin que nadie se de cuenta.

Vendedor: -¡Llévatelo y gracias joven!- se lo regala como recompensa por haber encontrado a su esposa y haberla traído.

Héctor: -¡De nada!- se lo lleva -¿Y nada más vino a eso? ¿A preguntarme si fui yo?- sigue caminando para la salida.

G. Gómez: -¿Cómo diablos lo lograste?- le pregunta aun sin creerse de que un joven pudiera con un equipo de paracaidistas.

Héctor: -No sé, supongo que por instinto, mataron a civiles señor- le dice con un poco de rencor contra ellos.

G. Gómez: -Si ya me enteré, es por eso que necesitamos gente para proteger al país, y me gustaría que tú fueras parte de nosotros- la propuesta del General sorprende a Héctor.

Héctor: -¿Y por qué yo?- le pregunta ya en la salida parándose de frente.

G. Gómez: -Pues porque al parecer sabes manejar un rifle- señala el rifle que trae colgando en su hombro.

Héctor: -De hecho fue gracias a los videojuegos, además es la primera vez que utilizo uno señor- le confiesa no estando seguro de que fuera por los videojuegos, solo lo dijo para que el General cambie de opinión por esa respuesta.

G. Gómez: -Pues parece usarlo de manera natural- él se queda callado al ver que no funcionó -necesitamos más soldados- sigue insistiendo para que se una.