Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7

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Berlín, Alemania

Como el peor de los criminales, el Sargento James Barnes fue escoltado por varios coches con policías armados.

Steve en compañía de Sam y T'chala iban escoltados en una camioneta diferente, Meghan iba de copiloto junto con un agente de la policía alemana.

— Así que te gustan los gatos...

— Sam, por favor.

— ¿Qué?, me interesa saber porque apareció disfrazado de uno — respondió el moreno.

— ¿Tu traje es de vibranium? — preguntó Steve sin mirarlo.

T'chala por primera vez dirigió su mirada a Rogers.

— La pantera negra ha sido el protector de Wakanda por generaciones — explicó T'chala — un manto que ha pasado de guerrero a guerrero.

Steve lo miro de igual forma, tenso su mandíbula.

— Y ahora que tú amigo mató a mi padre, el legado es mío.

— Tenemos el honor de viajar con el rey de Wakanda — respondió Rogers con un poco de ironía.

— ¿Cuánto crees que lograrás tener a tu amigo con vida? — preguntó de la misma forma — si no lo mató yo, estoy seguro que la justicia lo hará.

Meghan escuchaba la plática y agachó la mirada, no deseaba que mataran a Barnes, era amigo y alguien importante en la vida de su novio, todos cometían errores después de todo.

— Hemos llegado, caballeros — anunció el policía sin mirarlos.

A diferencia de Barnes los chicos bajaron sin tanta seguridad, Meghan caminaba delante de ellos posicionándose con el jefe del operativo, justo del lado contrario donde se encontraba Sharon.

— Gracias por traerlos, señorita Stark.

Meghan asintió sin ninguna expresión en el rostro.

— ¿A el que le pasará? — preguntó Rogers mirando a Meghan.

La chica miro hacia otro lado, evitando la miraba del rubio.

— Lo mismo que debería de pasarte a ti, evaluación psicológica y extradición — respondió el hombre.

— El es Everest Ross, comandante de la Unidad Especial — presentó Meghan sin mirarlos.

— ¿Necesitamos un abogado, comandante? — preguntó sarcástico Rogers.

— Que gracioso, Rogers — se burló — retengan sus armas, el escudo va incluido.

— No deseo verlos usando mis alas — mascullo molesto Wilson.

El comandante camino a una especie de oficina donde dejaron a los chicos, eso ya era ganancia, Meghan había abogado por ellos, ciertamente y para pesar de Sharon Carter nadie podía decirle que no a Meghan Stark.

— Quiero que le agradezcan a la señorita Stark — empezó a decirles el comandante — por ella se les dará esta oficina y no una celda, hagan el favor de quedarse ahí.

— Por supuesto — aceptó T'chala, caminando a la par con Meghan.

Natasha se les unió.

— ¿Por que no me haces caso nunca? — preguntó molesta.

Steve no podía prestarle atención, pues solo miraba las actitudes del nuevo Rey de Wakanda con su novia, quería romperle la cara en ese mismo momento, no le gustaba nada lo que sentía.

Tony estaba en esa oficina, verificando en que estatus estaba el acuerdo, Axel había accedido a acompañarlo.

— Claro que habrá consecuencias, Rhodes está supervisando la limpieza del lugar — mencionó Tony a través del teléfono.

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