GAMAN || ENHYPEN (Retomada)

Capitulo 1

20 de agosto, 2022. 14:30 hrs.

Agosto era un mes con un clima muy agradable. El otoño se acercaba y las lluvias eran muy frecuentes; pero, cuando no llovía, podías oler el aroma de la tierra húmeda y el viento soplando en una fresca ventisca.

A Sunoo le gustaba agosto, era un mes interesante, se sentía nervioso por las evaluaciones parciales, pero era lindo encerrarse a estudiar con su mejor amigo en la enorme biblioteca, escuchando las fuertes lluvias de afuera. También le gustaban los días soleados, se sentía un clima fresco pero con el enorme sol brillando durante el día. Definitivamente días perfectos.

Cuando la campana sonó anunciando el fin de la jornada de estudio, Sunoo, en compañía de Jungwon, se levantó y empacó sus cosas con cuidado.

- Vamos, Jungwon, debemos irnos temprano.

- ¿Por qué te apura ir tan rápido?

- Debo comprar el regalo de mi hermana.

Sonriente, salió del aula y se encaminó hacia el portón principal, de dónde salían todos los demás estudiantes apresurados.

- ¿Puedes volver solo a casa? Debo atender algo más ahora.

Su amigo, extrañado, aceptó ir, pidiéndole a Sunoo que le avisara, a través de un mensaje, que estaba en casa, sano y salvo. El alegre muchacho se lo aseguró y lo mandó a cruzar la calle sin su compañía.

Apenas lo perdió de vista cuando Sunoo borró su sonrisa, definitivamente no quería llevar a Jungwon consigo, sabía que el camino regreso a su hogar no era el más emocionante ni mucho menos el más seguro. Se aventuró a cruzar la calle y encaminarse a su vecindario. Un barrio lejano que no era bastante popular, pasaba tan desapercibido como para que nadie caminara por las calles que te guiaban hasta las pequeñas casas situadas allí.

Durante su caminata, Sunoo respiraba con pesadez, imaginando lo que le esperaba cerca de ahí, en un callejón oscuro, un poco lejano a los últimos rayos de sol que iluminaban las calles.

Cuando pasó frente a aquel lugar, escuchó toscos pasos que se acercaban a él. Quiso correr, pero sabía que aquello le perjudicaría más, entonces simplemente se quedó ahí parado, sin emitir el más mínimo sonido, a excepción de su pesada respiración.

- Vaya, princesito, hasta que apareces. - le reclamó una voz irritante.

- Tardaste demasiado, unos segundos más y te iríamos a buscar. - respondió alguien más.

Sunoo se atrevió a levantar la mirada y observó a aquellos muchachos que le eran tan familiares.

- Por favor... - suplicó en un susurro.

No le dió tiempo de hablar más, porque inmediatamente jalaron de su ropa, golpeándolo contra la pared. El miedo se reflejaba en sus ojos, cada día soportaba menos el abuso que recibía por parte de sus compañeros de clase.

- ¿Qué? ¿Vas a llorar, princesita?

No lo dejaron responder, comenzaron a golpear su cuerpo sin piedad, únicamente en búsqueda de su propia satisfacción, les gustaba verlo retorcerse de dolor, les gustaba ver su rostro desfigurándose a cada golpe recibido. Cuando el más novato de los agresores alcanzó a rasguñar apenas la mejilla de la víctima, quién parecía ser el jefe se volteó a mirarlo.

- ¿Te has vuelto loco? - le gruñó - Su hermosa carita de princesa nadie la toca, ¿Entendiste?

Aquel muchacho asustadizo asintió, temeroso a recibir también cualquier golpe. Su líder, lo fulminó con la mirada y se volvió a Sunoo, quién tosía y escuchaba todo desde el suelo.