Capitulo 10

86 12 2
                                    

Iba tarde a clase, pero no podía detenerse a lamentarse o reprimirse a sí mismo por ello.

Corrió entre los pasillos, poniendo a prueba su resistencia, le hubiera alegrado presumir buenos pulmones, pero no llevaba más de 5 minutos de camino cuando se dio una pausa para respirar y recuperar el aliento.

Su mente se remontó hacia un par de días atrás, cuando se encontraba corriendo para huir de ser arrestado, él jamás se hubiera imaginado a sí mismo en un escenario como ese, y nunca hubiera siquiera pensado cuántas emociones habían florecido a partir de esa extraña y aún poco procesada experiencia.

Desde aquella tarde no había visto a nadie más que a Jungwon, ni siquiera se había podido cruzar con Heeseung, pero tampoco había hecho el intento por hacerlo, simplemente buscaba seguir con su ritmo de vida normal.

Habiendo recuperado el aliento, levanto la cabeza, fijando su mirada al frente.

Y ahí estaba.

Tan desaliñado como siempre, aspecto al que Sunoo no le desagradaba por completo.
Se veía cansado, como todos los días, pero a diferencia de otros, estaba calmo, respiraba con serenidad y su cuerpo no reflejaba tensión.

Aquella aura, por primera vez en mucho tiempo, lo intimidó, y bajando la mirada se dio la vuelta, buscando desaparecer de ahí.

Su voz lo detuvo.

— Sunoo.

Pero no volteó, se mantuvo en su lugar, sin una reacción extraordinaria. A pesar de haber recuperado el aliento su pecho no dejaba de subir y bajar.

Y es que era cierto que desde el día en que se encontraron en el edificio, Sunoo estaba, de cierta manera, molesto por la actitud que Heeseung seguía teniendo con él, pero no tenía el valor para reclamarle por ello. Sunoo se repetía constantemente que no tenía el derecho de tomar el atrevimiento y plantarse enfrente de Heeseung cómo si él le debiese algo.

Finalmente, ni siquiera eran amigos.

Dio un paso al frente, decidido a irse.

Una vez más, fue detenido.

Y aunque hubiera querido salir de ahí, ahora le era más complicado, porque Heeseung lo sostenía suavemente del brazo, como temiendo lastimarlo.

— Tengo que ir a clase... — susurró apenas.

— Dame un minuto, por favor. Te dejaré ir después de eso.

Finalmente, el más joven se dio la vuelta, y con la más grande voluntad que tuvo, se atrevió a mirarlo a los ojos. Y se dio cuenta de la profundidad de estos.

Sus propios ojos se aguaron, como si aquella fuera la oportunidad perfecta para desahogar todo lo que llevaba cargando dentro y deseara sacar a la luz. Pero se contuvo.

— No tengo nada que decir, Heeseung —mintió—. Dejaste todo claro la última vez.

— Perdóname. — se sinceró, sin darle tiempo de intentar huir otra vez.

Aquella confesión sorprendió a Sunoo, tanto que lo obligó a levantar aún más la cabeza, a pesar de que el mayor no le pasaba en estatura ni por una cabeza.

— ¿Qué dices? — lo confrontó.

— Que me perdones. No debí actuar así la última vez.

Su mirada transmitía sinceridad y verdadero arrepentimiento, y Sunoo quiso perdonarle todo a pesar de que realmente no había hecho mucho ni nada grave.

Pero entonces recordó los días pasados, la conversación con Riki, el encuentro con Jake, su indiferencia, pero, sobre todo, el pequeño y casi insignificante sobre de sustancia blanquecina que Heeseung había dejado caer antes de salir corriendo del viejo edificio, aquella nublada tarde.

Sunoo no quería relacionarse con ese tipo de personas, con personas como él, que a pesar del apoyo que como compañero le ofrecía, había preferido buscar un consuelo más "efectivo".

Sus ojos volvieron a humedecerse, tomando alrededor un tinte rojizo que a Heeseung casi le partió el corazón.

— Una disculpa no será suficiente, lo sé, y no sé cómo voy a compensar lo buena persona que has sido conmigo, lo entendí el otro día. No sé qué hacías ahí, si solamente estabas siendo entrometido o querías otra cosa, pero cualquiera que fuera la razón... Experimenté algo nuevo, gracias a ti.

El más joven dejó de temblar, quedándose estupefacto.

— ... Sentí una adrenalina que hace mucho tiempo no sentía, adrenalina buena.

— ¿Qué? ¿Ya no podías sentir adrenalina sin consumir de una droga? — espetó con sorna.

— No — rio avergonzado —. No sé quién te haya dicho que yo era un drogadicto, pero es una vil mentira, y me decepciona que siendo como eres la hayas creído.

— El "ser como soy" no me hace estúpido.

— Lo sé, y por eso sé que entenderás esto. Yo no me drogo, Sunoo, pero no te voy a mentir cuando dio que pensé en intentarlo, eso me llevó a estar ahí ese día. Entonces llegaste, llevaste contigo a ese par de niños ricos, y de repente todos estábamos corriendo.
Debo serte sincero cuando te digo que por primera vez en mucho tiempo me sentí emocionado, Sunoo, me sentí niño, me sentí joven — lo tomó con firmeza de los hombros, sin desviar la mirada —, me sentí vivo, por primera vez experimenté lo que es estar vivo.

Sunoo se permitió derramar un par de lágrimas ante el sentimiento que las palabras de Heeseung transmitían.

— Si no hubieras llegado, no sé ni siquiera que hubiera pasado ese día.

Le sonrió y Sunoo quiso hacer lo mismo, pero su orgullo no se lo permitió. Se liberó del agarré y se deshizo rápidamente y con rudeza de sus lágrimas. No lo miró, pero firmemente le dijo: —Pues me alegra por ti, Heeseung. Pero lo único que yo sentí ese día fue miedo y más miedo.

— Yo sé que mi vida no es siquiera parecida a la tuya — soltó con decepción —, pero esperaba que lo entendieras.

— Pues ya viste que no, y no tengo por qué, no es mi obligación. Entonces... Espero que no se repita.

Heeseung solo tragó saliva con pesadez y suspiró lleno de lamento.

— Entonces, si me disculpas, debo ir a clase. Si quieres amigos que cada fin de semana huyan de la policía contigo, búscalos en otra parte. No conmigo.

Se acomodó su mochila y con gran dolor en el corazón se dio la vuelta. Camino a su clase siguió derramando lágrimas, porque había entendido la mitad de todo lo que Heeseung había dicho, pero la otra mitad lo había confundido inmensamente, y, en resumen, no había entendido nada. Quiso preguntar detalles, descifrar lo que Heeseung había intentado decir en todo aquello que le había sincerado, pero comenzaba a creer que por más cerca que estuviera de él, nunca lo iba a poder entender.

Y eso le llenaba el corazón de profunda tristeza.


























______________________________________________________________

Adivinen quién volvioooooosñ

Si, si, años, literalmente AÑOS tarde, pero no me voy a detener a dar explicaciones.

Disfruten de lo que viene porque se pone BUENO

AAAAAA, y es mi última advertencia, de verdad, a partir de aquí las cosas se ponen feas, ENTONCES, es la última vez que lo voy a decir: NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES, si llegaste hasta aquí siendo una persona sensible, yo recomiendo darte la vuelta y volver.

Nahhh, tampoco es para tanto, pero si se vienen las cosas feas, entonces, mantenganse fuertes 🙏

Gracias por todo y esperen el próximo capítulo prontooooo

GAMAN || ENHYPEN (Retomada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora