Harry Potter y La Heredera de La Magia de Merlín (B1)

Capitulo XVII: Un Partido...

"Llego tarde, llego tarde ,llego tarde", era lo único que pensaba al bajar la Gran Escalera como alma que lleva el diablo, a paso veloz, mientras se ponía encima su capucha lobuna. No tenía que preocuparse por si habían testigos porque el castillo estaba desierto. Claro, nadie se perdería el primer partido de quidditchdel año ni aunque Filch estuviera de porrista…

Era de esperarse que Lea se haya quedado dormida, se había ido a la cama pasado el amanecer. La razón se podía resumir en una simple ecuación: lambdos + centauros = odio mutilado. Gracias al cielo que estuvieron Hagrid y Lea para solucionar el problema, lo malo fue es que se pusieron un poco difíciles al querer fijar la paz, por lo que les tomo mucho tiempo amistarlos. El gigantón ahora debería estar durmiendo, se merecía un descanso. Además el partido no era de su agrado si no jugaba Gryffindor, su antigua casa. Ese día era Hufflepuff contra Slytherin, y la pequeña se había prometido no perdérselo como fue con la ceremonia de selección.

-> ¡Apresura el paso o llegaras tarde, Kat! -le saludo Nick, el fantasma de Gryffindor al verla correr por el vestíbulo- ¡Y mucho cuidado!

-> ¡Así lo hare, señor, gracias! -se despidió mientras desaparecía por las puertas principales.

->Un día acogedor, ¿No, Nick? -le hablo el Fraile Gordo, fantasma de Hufflepuff.

-> ¡Así es!, ¡Esa chiquilla es una caja de sorpresas!, ¡Ya espero con que nos sorprenderá este año!

->Si es que Snape no llega a sacarla del castillo como hizo el semestre pasado… -susurro el Barón Sanguinario.

-> ¡Argh! -bufo y desapareció tras una pared…

Mientras Lea, corría a toda velocidad hacia el campo de quidditch, en cuanto llego no dudo en subir las primeras escaleras que vio… Lo que no supo fue que lo hacía tan rápido que no le dio tiempo a la otra muchacha para esquivarla.

El choque fue brutal, Lea cayó al piso, mientras que la chica se frotaba el estómago.

-> ¡Itaii…! -exclamo la niña sobándosela cabeza detrás de la máscara.

La chica de ojos grises miro sorprendida al ver quien era causante de su dolencia. La lobuna niña se paró de vuelo con un salto e iba a pedirle disculpas, si no fuera por que escucho unos pasos y sintió una presencia muy conocida que venía hacia allí. Sin que la castaña pudiera reclamar, la empujo hacia el esqueleto de madera que había detrás de los escalones que venían…

No se equivoco al hacerlo, Severus Snape con su típica aura de "Arrogancia e indignación por el mundo" había llegado donde había escuchado un molesto ruido. Lea le pidió a la chica que guardara silencio, y si era posible que aguantara la respiración, para que la general serpiente no las atrapara… Esta asintió, Snape gruño y comenzó a subir las escaleras… Soltó un gran suspiro de alivio al no escucharlo más.

-> ¿No te agrada el profesor Snape? -se atrevió a preguntar su acompañante.

Ella negó rápidamente como respuesta. Sonrió.

->Bienvenida al club -le estiro la mano y la pequeña se la dio muy desconfiada- Me acaba de castigar por haber cambiado mi color de pelo -hizo un puchero y de la nada su liso cabello claro paso a ser un chispeante rosa- ¿No crees que es más lindo así?

"Genial… ¡Me he topado con una metamorfomaga precoz!", pensó Lea.

Hizo caso omiso a la pregunta y salió del escondite, con la alumna tras sus talones, la ignoro.

"A ver, por donde iba… Ah, el partido, estoy en la torre correcta ya que Snipy está aquí…", sus pensamientos pararon al voltear y ver a una alegre preadolescente que la miraba con curiosidad…