Capitulo XVI: Kat DeDum = La Gata de Dumbledore.

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Este fue el segundo apodo de Lea en su instancia en Hogwarts y su origen se remonta a unas semanas antes de que comenzaran las clases en septiembre…

Por alguna extraña razón, la pequeña bruja y el gigante se les había llamado al despacho del director a sabiendas que debería estar en ese preciso instante hablando ni más ni menos que con la Ministra de Magia, Millicent Bagnold y su fiel "perro faldero" según Alastor decía que era Cornelius Fudge.

Lea estaba más que nerviosa, no podía dejarse ver el rostro, pero… ¿Cómo debería presentarse?, ¿Cómo Jim?, ¿O como Lea? Era muy confuso todo eso...

Hagrid trato de calmarla un poco antes de entrar, a primera vista, la ministra le resulto agradable  para la pequeña y al el señor lo encontró TOTALMENTE desagradable, les miro con cierta repulsión al entrar. "¡¿Quién se cree?! ¿Sangre pura? ¡Bah!", gruño para sí al ver como Fudge miraba con asco y temor a Hagrid.

->Buenas tardes -les saludo amablemente la ministra.

->Buenas tardes, ministra Bagnold -respondieron ambos.

->Hagrid, mi pequeño amigo, tomen asiento, por favor -les invito Dumbledore y ellos obedecieron.

->Bueno… Habrá que explicarles... -comenzó Fudge, pero para alegría de todos le interrumpió la ministra.

->Relájate, Cornelius y toma asiento -le tranquilizo- Bueno… Se preguntaran todos porque están aquí. Lamento informar que la noticia no es muy agradable, pero el Ministerio requiere de la ayuda de Hogwarts para solucionar este problema que se nos están saliendo de las manos.

-> ¿Qué clase de problema le atormenta? -pregunto Dumbledore.

->Lambdos. Muy feroces y en gran número están sobre poblando los bosques al norte de Gran Bretaña…

-> ¿A qué cifras han alcanzado, ministra Bagnold? -se atrevió a indagar Hagrid.

->Hasta ahora van unos 39 ejemplares. Cuando como mínimo en aquel bosque deben surcar entre los 15 a 20. Hemos tratado de hacerlos emigrar, pero no parecen querer ayudar y se rehúsan a negociar. Dicen que quieren ese bosque y que no se irán de allí. Por eso… Vengo ahora con ustedes. Albus, sé que tu guardabosques, Hagrid aquí presente, es un estupendo domador de bestias -aquello hizo que el mencionado se sonrojara un poco- Y me aliviaría mucho al contar con sus servicios…

->También teníamos pensado que los lobos podrían quedarse aquí, Albus. Ese bosque tuyo puede ser perfecta reserva para estas bestias -estorbó descaradamente Fudge.

"Este tipo me está cayendo peor que Snape, por lo menos este último va de frente", concluyo la pequeña.

->Hagrid es quién diría la última palabra, ya que él es quien regula la entrada y salida de criaturas mágicas en Hogwarts -acepto casi gustoso Dumbledore.

->No se preocupen por el espacio. Esos lambdos quedaran muy bien aquí -respondió rápido y nerviosamente el gigantón.

La Ministra le dedico una sonrisa y Fudge no hizo más que mira hacia otro lado con desplante.

->Ante todo les pido muchas gracias por su compresión y apoyo -se levantó, al parecer ya se iban porque Fudge hizo lo mismo- Haremos una visita a los lobos mañana temprano, espero que no falten. Con su permiso, Albus, chicos -y así se despidió la simpática líder y su canfinflero atrás de ella.

En cuanto sintieron que ya no estaban en el despacho…

-> ¿Son lobos que hablan? -pregunto la pequeña al gigante apenas se pudo sacar la capucha.

Harry Potter y La Heredera de La Magia de Merlín (B1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora