Capitulo XVIII: ...y un Adiós.

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Aquello fue en una tarde en diciembre, cuando los bosques se teñían de blanco debido a la bienvenida al invierno, después de la calurosa apertura de la temporada de quidditch del mes pasado… y del cumpleaños de Hagrid (6 de diciembre). Lea caminaba furiosa y desanimada hacia la cabaña de Hagrid, venia del bosque prohibido y probablemente no volvería por unos días: había tenido una fuerte discusión con Luperca.

Sus botas azuladas de cuero de dragón estaban cubiertas de nieve. Obviamente vestía bien abrigada para no pescar un resfrío, pero iba más abrigada de lo que ella quería por orden de Dumbledore a petición de Hagrid, McGonagall y la señora Pomfrey, que se preocupaban por su salud al pasar las noches frías en el bosque.

Iba tan enojada que ni se molestó en llamar a la puerta y la abrió a sopetón. Asustando a dos chicos, los "cabeza de tomate", como los apodaba Lea a los pelirrojos con ojos azules y pecosos.

Alarmado desde la cocina, el gigantón salió de allí con su ballesta apuntándola al creer que era un desconocido, al reconocer a la enmascarada, le regaño.

-> ¡Chiquilla! -se controló para no llamarla por su nombre- ¡Vaya susto que me diste! Aprende a llamar.

->Lo siento -cerro la puerta y se sentó en el sillón más alejado de los chicos- No pensé que tendrías visitas a esta hora, Hagrid. Soy Kat, mucho gusto -hizo un pequeño asentimiento de cabeza hacia los desconocidos.

Estos devolvieron el gesto y se presentaron mientras Hagrid volvía a la cocina.

->Soy Bill Weasley, de quinto, un placer -saludo el agradable chico, se veía buena gente.

->Y yo Charlie, de tercero,  somos hermanos -hablo el que estaba jugando con Fang.

Lea de Bill no había escuchado mucho, pero de Charlie mucho, a veces le tocaba clases con Tonks y ella le describía como a una noble y rebelde persona. También había escuchado de él por los juegos de quidditch, él estaba en el puesto de buscador en Gryffindor. Y por las corbatas, doradas con escarlata, la pequeña concluyo que el hermano mayor también era Gryffindor.

-> ¡Fue impresionante lo que hiciste en el campo hace algunos meses! -comento Charlie alegremente- ¡Sin duda la mejor hazaña que he visto! -le felicito y ella solo asintió.

-> ¿Puedo preguntarte que edad tienes? -pregunto Bill.

-> ¡Es una niña!, que no te la ligues antes de tiempo, hermano -le regaño burlonamente.

->Siete -respondió indiferente, ignorando el comentario del hermano menor.

Ambos abrieron sus ojos desmesuradamente, pensaban que ella era más mayor.

Eso Lea se lo debía a un encantamiento que uso en sus zapatos para que la hicieran más alta y aparentara unos 9 años. Incluso la ropa, que como siempre le quedaba suelta, debido a su delgado cuerpo, la hacían aparentar más edad también, y como nadie podía desmentir esa apariencia y su rostro llevaba mascara, pasaba inadvertida.

->Y si lo divulgan como lo hicieron las serpientes Sandler: los dejare sin legua -amenazo tranquilamente.

Era de esperarse que los Weasley supieran que les paso a las hermanas Sandler (aunque no con lujo de detalles), ya que todo Hogwarts sabia sobre el enfrentamiento de Kat y ellas. También estaban enterados que antes de que terminara el año, Kat les había hecho algo tan terrible que las serpientes no se atreven a decirlo…

Ambos tragaron fuertemente y se quedaron en silencio hasta que Hagrid llego con las galletas y leche.

-> ¿Por qué están tan callados? -pregunto confuso al sentarse.

Harry Potter y La Heredera de La Magia de Merlín (B1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora