¿Cuándo vas a buscarme?
"Tarde o temprano lo hará..."
"Sigo prefiriendo tarde que nunca."
"¿Por qué hace esto?"
"Ése 'tarde' que estaba esperando nunca llegó".
"Desde hace tiempo... Pero aún no es 'nunca', ¿sabes?"
"Me doy por vencido. Tengo que dejarlo pasar. Lo mantengo por si acaso... En caso de que quiera volver a mí. En caso de que cambie de opinión, esperaré aquí..."
"Soy fuerte para dejarlo..."
"Pero débil para necesitarlo..."
Habían pasado más de dos semanas desde ese día relatado.
Los recuerdos hechos ya estaban. Y, sinceramente, ya me había dado por vencido.Estaba esa brisa fresca en mi rostro, golpeteando ligeramente mis mejillas. Acompacé mis acciones y cerré mis ojos, disfrutando. Toqué con mis manos el césped en donde estaba sentado. Sonreí con melancolía. Estaba aprendiendo a disfrutar de las pequeñas cosas, que de hecho eran agradables. Pero, de un momento a otro, se tornaban desagradables. Aquella brisa acogedora se volvió demasiado fría. El frío chocó contra mis mejillas y el viento movió mi pelo. Me ardía el rostro. Entonces abrí los ojos, curveando mis labios en una mueca. Y por fin, decidí levantarme del césped para entrar a casa.
Los días se habían vuelto solitarios. Me había cansado de mentir con Maddie, diciéndole que me sentía tan feliz estando a su lado... Traté de hacer todo con tal de volver a amarla. O al menos convencerme de que lo hacía. Total mentira. Fingir no se me daba, mucho menos cuando estaba tan desgastado que ni para tirarme pedos tenía ganas... El punto es que yo en realidad no la amaba.
¿Cómo había dejado todo esto pasar? ¿Qué pasó con todos mis planes? Ahora sí que no tenía nada de nada. Sinceramente, sólo esperaba algo en vez de buscarlo. Y no comprendía que la felicidad se encuentra buscándola cuando tienes oportunidad. Y yo ya no tenía más oportunidades de buscar mi felicidad. Desafortunadamente, ya es tarde. Pero... ¿Será mejor tarde que nunca?
Daba igual... La cosa estaba así: perdida.¿Me extraña? ¿Lo extraño? ¿Qué mierd*s pretendo? ¿Qué pretende él?
A esa duda tuve respuesta un viernes por la noche. Estaba con Maddie, ambos acostados en el sofá. Ella estaba acurrucada en mi pecho, con la respiración tranquila. Habíamos tenido una agradable noche. Ya daban las doce, más o menos. Yo seguía viendo la televisión, atento. Luego, de repente, escuché un zumbido aturdidor. Fruncí el ceño y noté que era mi celular vibrando. Con cautela estiré mi brazo para alcanzarlo de la mesa y no despertar a Maddie. Miré que en la pantalla decía "Número desconocido - Llamada entrante." Y tomé la llamada.
-¿Sí? Diga... -dije al tomar la llamada.
Como respuesta hubo segundos de silencio.
-Cameron, ¿eres tú? ¿Estás borracho de nuevo? ¿Necesitas ayda? ¿De dónde llamas?
Y no respondían.
-¿Llamaste por accidente con el cul*? ¿Hola? ¿Hola, hola? ¿Hola, hola, hola? ¡Hola! -comencé a reír y a hacer soniditos extraños al celular-... Ah, me gusta jod*r a la gente... Llamaste con tus pompis, ¿no es así? ¿Quién llamó con sus pompis? ¿Quién, quién? Sí, tú.
Sonó una risa algo leve del otro lado del teléfono. Eso me dejó en shock. Había alguien ahí y no sabía quién era. Pero como mi cerebro es retrasado, no lo deduje. Tan sólo suspiré y miré a Maddie, dormirda. Me di cuenta que se estaba moviendo. Estaba despertando.
ESTÁS LEYENDO
Another Me.
Fanfiction|Cashby|. "Cuando cambias y te conviertes en alguien diferente. Inconscientemente, se le llama destino. Me encanta formular mi destino y planearlo, pero tú no estabas en mis planes. Me has hecho cambiar, soy otro yo".