Hyun Joong se metió a bañar. El agua caliente caía sobre él, pero la temperatura de su cuerpo era tan elevada, que optó por dejar salir el agua helada para intentar relajarse y poner todo su ser en modo racional y frío. Debía ser sumamente cuidadoso con sus siguientes acciones, pues no deseaba perder a su Paloma en un acto cargado de estupidez, como los que acostumbra a llevar a cabo.
No decidió perder más tiempo, sólo se había metido a bañar para quitar el ahora molesto aroma de Soo Hyang, que estaba impregnado en su cuerpo.
¿Cómo olería su Paloma después de hacerla suya? Se preguntó internamente y se obligó a bloquear la pequeña fantasía que venía en camino y amenazaba con manifestarse en su entrepierna.
Cuando terminó de arreglarse, optando por un atuendo casual, pero con un toqué de sensualidad; bajó las escaleras a paso firme y aura maligna. Su presencia era tan imponente, que logró captar la atención de Jung Min y Hyung Jun. Ambos amigos peleaban por un trozo de pay de zanahoria y el primero se atragantó al ver a su jefe. Intentó calmarse para saludarlo denotando efusividad y alegría de verlo tan atractivo, pero el mayor no percató aquella acción.
Hyun Joong salió de la casa, sintió el frío golpear su rostro y alzó el cuello de su chaqueta. Sí Hye Ju era casada, mañana sería viuda. Ya tenía un millón de formas de como acabar con la vida de Choi Shon Yi. Sonrió con malicia, cuando las primeras diez maneras de asesinar al enemigo se recrearon con claridad en su cabeza. Era la primera vez que ansiaba la muerte de alguien con tanto placer.
Para su desgracia, el clima no era mejor, comenzó a llover y el tráfico lo obligó a bajar la velocidad de su auto. Faltaban tan sólo dos cuadras para llegar al Café Shang, cuando un semáforo en rojo lo hizo detenerse. La lluvia era cada vez más intensa, se lamentó un poco por todas aquellas personas que aguardaban bajo una parada de autobús a que la lluvia se calmara. El semáforo cambio a verde, pero no avanzó pues segundos antes que cambiará, Paloma se aventuró a cruzar, iba tapándose con un pedazo de plástico, su ropa era totalmente inadecuada para esa repentina y dura tormenta.
¿Por qué si estaba casada con Choi Shon Yi, él no procuraba que ella estuviera bien?
Sí Paloma fuera su esposa, no le permitiría trabajar y menos, en un lugar como el Café Shang, donde toda la escoria de la sociedad solía reunirse. Sí fuera su esposa, le compraría un coche o el mismo sería el encargado de llevarla y traerla donde ella pidiera, sin pretexto alguno. Sí tan sólo ellos dos estuvieran juntos, amándose…
El sonido de varios cláxones lo sacó de aquellas posibilidades. Arrancó de mala gana, él quería seguir pensado en todo lo que haría sí Paloma fuera de él.
Iba manejando, pero frenó abruptamente cuando vio una farmacia. Bajó del auto azotando la puerta. No vaciló al entrar a la farmacia e ir directo hacía los antigripales. Tomó unas cuantas cajas, mejor dicho, bastantes y fue directo a la caja. No fue consciente de sus actos, hasta que la cajera le indicó cuánto debía pagar.
Hizo una mueca, cuando aquella señorita soltó una risita tonta, obviando el coqueteo e interés por él. Antes hubiera aceptado gustoso ese coqueteo. Pero ahora, cada vez que miraba a una mujer, sentía repulsión por ella. Sólo tenía ojos para su Paloma.
—¿Desea algo más? —cuestionó la cajera con voz melosa y tomó un mechón de su cabello para jugar con él. Hyun Joong respondió a ese coqueteo arrojando el dinero de forma poco cortés y tomando los medicamentos para salir de la farmacia sin mirar atrás.
Antes de subir a su auto, vio como oportunamente una anciana estaba vendiendo paraguas. Se acercó, muchos de los clientes se quejaban del alto costo, pero Hyun Joong sólo sacó un billete que cubría el costo de cinco paraguas, tomó dos y no esperó a que la anciana le devolviera su cambio.
Hyun Joong por fin entraba al Café Shang, con la mirada buscó a Paloma y sonrió cuando la vio. A pesar de que el cabello de la chica era un reverendo asco, él la encontró hermosa. La observó por varios minutos, antes de levantar su mano para llamar la atención de la chica.
—Buenos Días, ¿qué desea ordenar? —preguntó Paloma con amabilidad y le dedicó una sonrisa.
Hyun Joong tuvo la necesidad de responder que la quería a ella, pero se limitó a pedir un café. A su lado, mantenía la bolsa llena con medicamentos y los dos paraguas.
Paloma no tardó en llevarle el café, cuando él probó, pensó que era el más delicioso que había tomado, hasta aquel dulce sabor a cafeína, se volvió amargo. El joven con cabello plateado llegaba al lugar e inmediatamente captó la atención de Hye Ju, quien alegre lo recibió.
Hyun Joong se levantó molesto, decidió tomar los pequeños presentes y marcharse del lugar. No sin dejar algo de dinero para cubrir la cuenta.
La chica se acercó a la mesa, cuando se percató que el comensal ya no estaba. Tomó el dinero que aquel hombre había dejado y descubrió una pequeña grulla de papel. La observó, llamándole la atención lo forma tan cuidadosa y única en que estaba doblada. Sin darle mayor importancia, guardo la grulla de papel en el bolsillo de su delantal y siguió con su trabajo de servir mesas.
ººº
Hyun Joong manejaba a toda velocidad hacía su casa. De vez en cuando, echaba un vistazo al asiento trasero de su auto, observando los regalos para Paloma. Maldecía y aceleraba el automóvil, como sí eso pudiera desvanecer toda la frustración que tenía.
Ya había llegado a su casa, pero al instante que entró, salió de nuevo y se subió a su coche. No tardó ni dos segundos en ponerse en marcha hacia el Café Shang.
—¿Ya sabes qué tienes que hacer? —preguntó al adolescente que tenía frente a él.
—Sí. —respondió el muchacho y Hyun Joong sacó un billete de su cartera para dárselo.
Aquel muchacho se atravesó la calle, en su mano derecha llevaba una bolsa llena con medicamentos y en su mano izquierda dos paraguas y un impermeable color rosa.
Hyun Joong esperó a que aquel joven saliera y le indicará que la entrega había salido bien.
ººº
Nim acorralaba a un hombre en un callejón cercano al café Shang. —¡Habla! —ordenó y ejerció presión con una navaja sobre el cuello del sujeto.
—Ya le dije todo lo que sabía…—respondió, con voz temblorosa.
—Lo que me has dicho no es nada nuevo. Necesito más información sobre Lee Dae Ah y tu vida depende de ello. —amenazó. Nim era buena intimidando a las personas.
—Ella tiene… un hermano, su madre murió hace poco y de su padre no se sabe nada…
—¡ESO YA LO SÉ! —gritó molesta y apretó más la navaja. —Quiero cosas relevantes. Sé que llegó al Café Shang gracias Shon Yi y su esposa, su hermano aspira ser idol y ella trabaja para cumplir el ridículo sueño de su hermanito.
El hombre buscó en su cabeza, alguna información que pudiera salvarle la vida. De un momento a otro, recordó algo. —Todas las chicas que llegan al Café Shang, sí son jóvenes y bonitas, suelen ser vendidas para la explotación sexual después de seis meses de trabajo.
—Eso es relevante, por…—dijo, pues no entendía que importancia tenía aquella información.
— Dae Ah tiene trabajando más un año en ese lugar y a pesar que varios clientes han querido comprarla, el jefe no lo ha permitido.
—Shon Yi. —pronunció Nim y se alejó del hombre, permitiéndole respirar.
—No me refiero a ese jefe. —aclaró el hombre, cuando su respiración se hubo normalizado.
— ¿Moon Bang Tae? —preguntó Nim y cuando su interlocutor le dio una respuesta positiva, se puso pálida.
Nim pensó que aquella chica iba a ser un gran problema, pero Hyun Joong era terco y estaba cien porciento segura que no iba a estar tranquilo hasta tener a Dae Ah en su poder, sin importar las consecuencias.
ººº
Al día siguiente…
Hyun Joong miraba por la venta a la espera de ver llegar a Paloma. No tuvo que esperar mucho tiempo para que su deseo se cumpliera.
Paloma iba entrando al lugar, pero venía toda empapada. Hyun Joong se levantó furioso para reclamarle el porqué no usaba los regalos que le había dado. No le importó enfrentarse en ese momento a aquellos ojos que tanto lo intimidaban. Caminó a paso seguro.
— ¡Dae Ah, otra vez tarde! —pronunció una chica rubia y con un provocativo escote.
—Lo siento, Hye Ju-unnie. —hizo una reverencia y un puchero. —No volverá a pasar. —dijo y Hyun Joong se quedó paralizado al no entender que pasaba.
Hye Ju, mejor dicho Dae Ah pasó a su lado, sin prestarle atención.
ººº
—¡¿DÓNDE RAYOS SE METIÓ KYU JONG?! —preguntó un histérico Hyun Joong a Young Saeng, quien quedó desconcertado y atemorizado.
—En…su…cuarto. —respondió de manera cautelosa y cubrió su rostro, pues presentía que en cualquier momento Hyun Joong le daría un puñetazo en su bella cara.
El mayor no le hizo nada a su atemorizado amigo y salió corriendo directo a la habitación de Kyu. Iba subiendo las escaleras a toda velocidad cuando chocó con Nim.
—Lo siento. —se disculpó y se dispuso a seguir subiendo las escaleras, pero Nim lo tomó del brazo.
—Por tu histeria repentina, sospecho que has descubierto que el reporte que te dio Kyu es falso. —pronunció la chica y él no tardó en acorralarla contra el barandal para exigirle la verdad. —Ni se te ocurra amenazarme. —advirtió Nim y Hyun Joong aflojó su agarre.
—¡Habla!
—No, antes debes prometer que nos darás vacaciones a Young Saeng y a mí.
—Ni loco, la última vez que mandé a Young Saeng de vacaciones regresó con dos colados, no quisie…
—Dos colados que te han sido de mucha ayuda, además, que tienen información sobre aquella chica. —advirtió Nim y sonrió al ver como Hyun Joong se rendía.
—¿Cuándo se quieren ir? —preguntó resignado y tragándose todo su orgullo y enojo.
—Dentro de dos semanas. —respondió y le tendió un folder de color azul. —Su nombre es Lee Dae Ah, tiene 18 años y…—dudo en decirle o no la reciente información.
—¿Y qué? —la voz de él sonaba ansiosa.
—Y el Café Shang es un preprostíbulo. Las chicas que suelen contratar no duran más de seis meses, pues las venden, pero da la casualidad que Dae Ah lleva trabajando más de un año en ese lugar.
—¿Qué insinúas?
—Creo que no eres el único interesado en ella. Es bonita, no dudo que esté involucrada con alguien del clan...
—¡Basta! —ordenó y logró que la chica se pusiera nerviosa —Ya tengo el verdadero informe y tú tus vacaciones, así que te puedes marchar de una maldita vez.
—Hyun Joong...
—Nim, quiero estar solo.
—Y yo no quiero que te hagan daño —se acercó a él y le acarició el rostro —Nunca te lo dije antes, pero eres importante para mí, aunque eres enojón y sueles regañar mucho a mi cachetitos y a los otros chicos, también eres una buena persona y cualquiera de nosotros daría la vida por ti. Al parecer Moon Bang Tae está interesado en ella…
—El clan Moon pronto caerá y créeme, su jefe será el primero en pasar a mejor vida. —sonrió malévolamente y sin decir nada más se fue a encerrar a su habitación.
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Please don't go
Fanfiction¿Qué serias capaz de hacer por la persona que amas? ¿Alejarte de ella para asegurar su bienestar? O ¿mantenerla cerca de ti, aunque el mundo que te rodea solo represente violencia, abusos, sangre... muerte?