Please don't go

Capítulo 6: El quinto elemento (segunda parte)

Young Saeng estaba frente al escritorio del enorme despacho de Hyun Joong. El mayor estaba sentado en su silla, buscando las palabras, con las cuales debía empezar la conversación, no supo cómo reaccionar cuando vio llegar a su amigo junto con dos intrusos. 

—A ver, déjame ver si te entiendo. —Hyun Joong respiró profundo y guardó silencio unos minutos, para intentar asimilar la situación en que su amigo lo había envuelto ésta vez. —Como compensación a tu excelente desempeño, te concedí tres meses de vacaciones con todo pagado, los que aprovecharías para ir a la playa, tomar el sol, relajarte, dedicarte a fotografiar la mayor cantidad de paisajes, entre otras cosas. ¿Cierto? —preguntó y Young Saeng afirmó con la cabeza con cierto grado de fastidio. El tono al que recurría Hyun Joong al hablar, daba la impresión que hablaba con un imbécil y definitivamente, Young Saeng no lo era. —Muy bien, pero en cambio. —prosiguió. —Decidiste ir a Busan, fotografiar, obviamente no dejarías tu hobby de lado, “enamorarte” y tener la brillante idea de traer contigo a la chica; pero no te bastó sólo traer a la chica, también vino el mejor amigo. 

—Lo sé, estoy igual de molesto que tú. No supe en qué momento se subió a un avión y vino a arruinar todo. —comentó un furioso Young Saeng. —Pero no te preocupes, pronto convenceré a Nim para que lo corra y todos podremos vivir felices. 

—¿Es una broma? —cuestionó y se puso de pie. —A partir de este momento, las vacaciones en esta casa se cancelan. No me quiero ni imaginar que sí mando a Hyung Jun de vacaciones a África, terminará llegando con un león. 

—¿Me vas a comprar un león? —se escuchó una tercera voz. Era de Hyung Jun. —Que emoción. Yo te venía a avisar que hay una chica y un chico en la sala, pero me topo con maravillosas noticias. —en su rostro se le dibujó una sonrisa. —Wow, ¿qué nombre le debo poner a mi nuevo león? Oh, ya sé. —sonrió con malicia y se dirigió a la puerta. —¡Jung Min, Hyun Joong me comprará un león! —comenzó a gritar. 

—Genial, un nuevo problema que debo resolver. 

—Sería buena una buena idea tener un león. —soltó Young Saeng y Hyun Joong lo miró con cara de ¿qué demonios? —Sí, podría comerse a Kyu Jong.

—No, no, no...—otra voz los interrumpió. —Sí la Tortuga inútil va a tener un león, yo quiero que el patio tercero se convierta en un fructífero huerto de zanahorias. —sus ojos brillaron. 

—Mierda, nadie sabe tocar la puerta en esta casa. Es mi despacho y todos entran como si nada. —soltó Hyun Joong. —Jung Min, no pienso comprarle a Hyung Jun un león y mucho menos permitir que el patio trasero de MI CASA se convierta en un huerto de zanahorias. —dijo con voz firme. —¿Entendido? —preguntó y espero que todo quedara claro, no deseaba que su casa se volviera un caos, como cuando aquellos dos llegaron a vivir allí, ya habían pasado tres años y cada vez salían con una nueva locura. Era divertido, pero muy desgastante. 

—De acuerdo. —confirmó Jung Min y salió del despacho. 

—Mira, tu noviecita...

—Error, mi esposa. 

—¿Te casaste? —preguntó incrédulo. 

—Ajam. —afirmó orgulloso. 

—De los tres eras el más racional, pero ahora estás más loco que Jung Min y Hyung Jun juntos. Bueno, ese no es el punto, tu esposa. —uso un tono de reproche. —y su amigo podrán quedarse aquí por una semana, ni un día más, mientras consigues donde llevarlos. ¿De acuerdo?

—Yo sólo me haré responsable de Nim, el idiota ese me viene valiendo. —alegó y salió del lugar. Azotando la puerta. 

…