Velleitie

Capítulo VII - Basorexia

Basorexia - Abrumador deseo de besa a alguien

Higiea → Diosa de la curación

Lilura → Diosa de los encantamientos

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—Vamos Harry abre la boca y tómalo todo.

—No me tragaré eso, estás demente.

—Vamos... Abre la boca.

—¡Está enorme! ¿Cómo pretendes que eso alcance en mi boca? Me destrozará la garganta.

—Harry por favor, solo cierras los ojos, te lo tragas y listo.

—No lo creo, aléjalo de mi.

El castaño trató de introducirlo y a penas lo hizo Harry volteó su cabeza de inmediato.

—¡Harry deja de comportarte como un niño!

—¡No tomaré la puta medicina Louis! Estoy bien así, ahora, aleja esa enorme pastilla de mi.

—Tu cara está hinchada, esto lo sanara, no seas necio. Tuve que ir por Higiea para que me ayudara a conseguir algo para curarte, ahora le debo un favor y créeme que lo que ella pide no es tan agradable ni fácil de cumplir así que vamos, valóralo un poco y tómatelo.

El golpe que había recibido por parte del balón que Louis pateó comenzaba a asomarse, el dios tuvo que buscar la ayuda de su hermana para poder bajar un poco la hinchazón, se sentía culpable.  

—Ya se, te lo partiré en la mitad y te lo tomarás ¿De acuerdo?

—Está bien—. Resopló Harry rendido ante las peticiones del dios.

Estuvieron todo el día en la casa del humano, el chico le contó que debido al trabajo de su madre, pasaba la mayoría del tiempo solo así que tuvieron total privacidad la cual aprovecharon para conocerse mejor.

Harry le contó como su madre le relataba la historia de los dioses cuando era niño, Deimos se sorprendió al escuchar todo lo que el humano conocía del mundo galdur, sabía demasiado de los dioses incluso más que el.  

—Me alegra saber que estás vivo—. Le dijo el dios riéndose al recordar como lloro una muerte de un humano que realmente nunca murió.

—Pensé que todo fue producto de mi imaginación pero cuando desperté tenía esto—. El rizado le indicó la pequeña marca que se asomaba en el borde inferior derecho de la palma de su mano.

—Es igual a al mía—. Louis descubrió la marca que tenía en el borde inferior izquierdo de su mano. 

—Quizá estamos destinados a estar juntos—. Le dijo Harry guiñándole el ojo.

Quien diría que una pequeña broma se convertiría en la verdad que una de las profecías del Boek Heilig relataba.

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—Y bueno a pesar de que tu eras como el "dios nuevo" siempre fuiste mi favorito, te describían como alguien realmente atractivo pero ahora compruebo con mis propios ojos que la palabra te queda corta—. Le dijo Harry con una sonrisa pícara.

—Creo que el dios de la belleza deberías ser tu y no Zehra, eres muy hermoso—. Quizá la combinación de dos seres igual de atrevidos resultaría un poco peligrosa. 

—Te veré mañana, tengo que irme antes de que mis hermanos noten mi ausencia, Higiea no es buena guardando secretos así que tendré que vigilarla de cerca—. Le dijo el dios despidiéndose.