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Aquella Sala abandonada con olor a sudor, sangre y húmedo, se encontraba lleno de gritos desgarradores de aparentemente un hombre rogando por su vida al ser sometido a tales torturas.

-Por... Por favor... -Intentaba suplicar con las pocas fuerzas que le quedaban.

Cerró los ojos al pensar que su tortura continuaría, hace más de 3 horas que había sido capturado por traición, el hombre se rehusó a decir una palabra apesar de toda la tortura que estaba recibiendo, cada pregunta que aquel hombre Rubio y cicatriz de quemadura en su ojo le hacía, al no tener respuesta, nueva herida aparecía en su cuerpo, pero asta ahora no había sentido nada.

Entre abrió un poco sus ojos al percatarse que todo el lugar quedo en un completo silenció, no sabía si alegrarse por la repentina acción del peli Rubio al parar las torturas, o tener más miedo al ver que la mayoría que se encontraban ahí quedaron tiesos mientras miraban aquella puerta que fue abierta dejando ala vista una silueta que al parecer era de un hombre Delgado con un traje, todo estaba completamente a oscuras, en excepción de la lámpara que alumbrada su rostro.
Azules como el mar, pero ala vez tan intensos que daban miedo, un miedo por aquellos ojos azules que brillaban en la oscuridad.

-¡BIENVENIDO SEÑOR! - Gritaron todos haciendo referencia, al lado de aquel misterioso hombre se encontraba otro con una Takana en mano.

El hombre pudo distinguir con más claridad aquellos hombres, era un Rubió con un traje color Rojo sangre moldeando su esbelto cuerpo acompañado por unas zapatillas de punta color negras y unos guantes negros.

-Hee, ¿tu eres el traidor? - Pregunto el Rubió acercándose al rostro del hombre.

-Ya... Ya dije que no diré nada- Dijo el hombre volviendo su mirada al suelo, creyendo que era uno más de aquella organización, cuan equivocado estaba.

-¡Muestra un poco de respeto ala Reina! - Tomó de los cabellos del hombre obligándolo a mirarlo.

-¿Reina?- Estaba un poco confundido.

-Así es, estas frente al capitán de Tenjiku, Hanagaki Takemichi- Hablo el peli Rosa con orgullo.

-¿El... ¡El capitán de Tenjiku!

El hombre empezaba a sudar frío, nunca creyó que aquel hombre con cara sería sin darle importancia a nada fuera el capitán de la pandilla más temida al posicionarse en alto rango llegando casi ala par con Tokyo Mangi. El capitán de Tenjiku era un misterio que nadie sabía de el, todo era un misterio, era como si fuera un fantasma llendo de aquí y haya sin dar una pizca de su existencia.

Takemichi quien solo se inmutó en mirar sin decir nada y despreocupado hablo.

-¿Era uno de nosotros?- Pregunto.

-Era uno de los que se encargaban de recoger la mercancía- Contesto inupi- lo descubrimos vendiendo información de Tenjiku.

-Entiendo, así que después de todo nos traicionaste he? - Takemichi miraba al hombre que al escuchar la voz del Rubió tembló en su asiento negando con la cabeza.

-¡Por favor, perdóname la vida! ¡Se lo suplico! - Rogaba con todas sus fuerzas, realmente no quería morir.

-Debiste de pensarlo dos veces antes de hacerlo- Dijo mientras caminaba al rededor de este- ¿Sabes cual es la regla #1 de Tenjiku?.

El hombre serraba sus ojos y mordía su labio inferior con fuerza, clara que sabía de cual regla hablaba el Rubió.

-ce- cero traición... - Por fin hablo.

-Bingo! Diría que eres muy inteligente pero, al hacer eso, eres un completo idiota- Dijo riendo sentándose sobre el escritorio que se encontraba ahí- Sanzu- llamo al peli Rosa que no dudó en un segundo en empezar con la diversión.

Gritos, gritos y más gritos se podían escuchar en aquella bodega, todos veían atentamente como el peli Rosa "jugaba" con el hombre entre risas mientras Takemichi daba vuelta en la silla del escritorio.

-Ya... Basta... Ya- Otro clavo fue enterrado en su brazo impidiéndole el hablar por el dolor.

-Jefe- llamo Inu llendo donde Takemichi- parece que no aguantará más y no dira nada.

-Mm- Takemichi se paró de la silla y tomó la tableta que le entregó uno de sus hombres- No hay remedio- Dijo llendo donde estaba sanzu y aquel hombre.

-Ya matenme...

-Pero, ¿como puedes decir eso frente a tu familia? - Fingió enojo mostrando la tableta, la cual se mostraba a una mujer llorando abrazando a su pequeña hija.

-No... ¡No, mi familia no! -Grito llorando mirando la pantalla.

Takemichi giro la tableta ahora mirando la de frente para hablar con la mujer.

-Hola señora, lamento el inconveniente pero su esposo se Porto mal y le estamos dando una lección- Dijo con una linda sonrisa.

-Por favor señor, no le haga nada a mi esposo, es lo único que tengo- Lloraba la mujer abrazando más fuerte ala niña que igual estaba sumida en llanto.

-Solo tengo 22 años- Dijo enojado- Además, eso depende de su esposo, no de mi, o que dice señor, ¿quiere vivir?.

Él hombre solo respiró ondo tratando de calmarse para hablar.

-Esta bien... Diré todo.

-Genial! - Dijo takemichi dando unas cuantas palmadas ala cabeza del hombre.

-ellos, ellos me dijeron que si les vendía información me iban a dar mucho dinero, ¡lo necesitaba para los medicamentos de mi hija! - Continuó- estaba desesperado, nunca vi ni una vez al jefe, así que creí que esta organización era una más sin importancia.

-¿Quienes son ellos? - Pregunto inupi.

-¡No lo se lo juro por mi familia, ellos solo me contactaron pero nunca dieron de donde eran! - Explicó alterado.

-Papá... - Pronunció la pequeña detrás de la pantalla que aún seguí en llamada.

-Carmen... -susurro el hombre con lágrimas en los ojos.

La pantalla había sido apagada.

-Que gran historia tan más conmovedora- Dijo el Rubió caminado asta la puerta- Pero las reglas se hicieron para seguirlas, y yo soy el único que puede romperlas - antes de salir del lugar le dio una miraba a sanzu, el peli Rosa sonrió y antes de disparar en la cabeza del hombre takemichi hablo- Por cierto, Carmen, es un nombre tan espantoso.

La bala clavo en la cabeza del hombre llegando por fin su muerte.

Todos quedaron estáticos ante la presencia de su líder y aquellas acciones y comportamiento que poseía, rara era la vez que podían ver aquellas escenas tan magníficas de su jefe, pues este casi nunca salía de su Penthouse y a las peleas, solo cuando el problema era realmente grabe, y este era uno de ellos.

Takemichi Hanagaki, líder de Tenjiku y Black Dragon.
El chico que alguna vez juro salvar a sus amigos, era temido por donde lo escucharán pero sin saber realmente quien era el líder de dichosa pandilla que en tampoco tiempo creció.

No era su culpa, nada lo fue.
Fueron ellos al darle la espalda y votarlo como una basura.
El pasado no lo podía cambiar, ahora sólo estaba el presente, el cual desperdiciarla en perdonar y vivir una vida tranquila no haria, claro que no, tenía todo lo necesario para hacerlo y lo haría.

Esta era su venganza.

Remember today.




Buenoo, ¿q les pareció el comienzo?

Estoy publicando esta historia en plena madrugada jsjsk, ya saben el insomnio.

Quise poner la portada en este capítulo pero por más que lo hacía no pude, tal vez sea un bug o algo así, en fin.

Espero que les den una oportunidad a esta historia, no soy experta pero intentaré dar lo mejor.

Actualizaciones los jueves!

Nos vemos el en capítulo uno, ya que para explicar mejor este es más como el comienzo de todo y así.

Gracias y asta la próxima! ♡

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