-Mikey.-Si vas a decir lo mismo, mejor retiraré, Draken.
-Aún no me convence la Unión con los Haitanis, pero no es de eso que quiero hablar contigo- El hombre de casi 24 años con un dragón tatuado en su cien, se encontraba en la Oficina de Mikey intentando hablar un poco con el.
Mikey no dijo nada y espero a que este continuará.
-Te... ¿Te encontraste con Takemichi? - El tono de voz ahora se escuchaba apagado.
-Si... Cres que- ¿fue el destino?- Sonrió amargamente.
-Mikey... -Hace mucho tiempo que Draken no veía tan decaído a su amigo, era claro que hubieron ocasiones donde estaba peor, pero al menos estaban sus amigos para ayudarlo, pero ahora su mirada era apagada y triste- Dejalo.
Su vista se tornó sería y miro con tono desafiante al de coleta.
-Por fin lo encontré... No quiero perderlo de nuevo, no de nuevo... Quiero ser, un poco egoísta una vez más- Dijo soltando una risita amarga.
-No te detendré pero- no metas a Takemichi en esto, no quiero que termine como nosotros.
Eso último de alguna forma molesto al Rubió, Draken salió sin decir más dejando al Rubió con muchas más cosas que pensar.
Takemichi seguía siendo el mismo, lo lograría, arreglaría todo lo que en el pasado destruyó y lo perdonaría por todo.
-Que gusto tenerte de regreso. Taiju-san.
El gran Capitán de la 10° generación de los Black Dragón había llegado después de estar un largo tiempo de vacaciones ala gran sala donde ya se encontraban los capitanes y bice capitanes de Tenjiku.
-El viaje fue pesado pero llegamos.
-Koko! - Llamó Inu con emoción a su amigo.
-Estamos de vuelta, Inu- Le regaló una sonrisa.
-Supongo que tenemos mucho de que hablar, Hanagaki- Dijo Taiju mirando al menor.
Dejaron de lado las Bienvenidas y empezaron con la Junta, Taiju se había tomado 3 años de descanso según el, al ser derrotado por Takemichi en aquella noche de Navidad, decidió que ya era hora de descansar pero, nunca creyó que se haría cargo de un mocoso y siendo en ese entonces capitán de Black Dragon; cero pelea y siendo tan flaco como un fideo, no obstante, algo de el le atraía, a pesar de su aspecto podría tener un gran potencial para liderar aquella pandilla.
Cuando pasó la batalla de las 3 deidades todo se descontroló. Izana Kurokawa había muerto y el culpable había sido Takemichi Hanagaki.
En verdad que no se creía esa estupidez, apesar de no tener ningún laso con el chico, sintió que algo no andaba bien, por ello investigó un poco más a fondo.
Grata fue su sorpresa al descubrir al verdadero culpable.
Kisaki Tetta.
Le valía una mierda todo, pero al ver al chico tratando de demostrar su inocencia decidió ayudar un poco, el era el nuevo líder de Black Dragon, lo haría por ellos, al menos que su nuevo jefe fuera alguien digno y sin acusaciones falsas, claro que Taiju era un Demonio pero con principios.
Con el pasar de los meses se volvieron un poco más cercanos, el hombre no negaría que la compañía del chico le hacía bien, era divertido amable y con una sonrisa que hacia que cualquiera amara su vida.
-Taiju-san? -Llamó Takemichi al no recibir respuesta del mayor, la junta había terminado y solo se encontraban los dos ya en su Oficina del Rubió.
-Ya creciste un poco- Bromeó saliendo de transe al recordar sus inicios con el Rubió.
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༈Remember Today༈
RandomTakemichi al ser traicionado por sus amigos y por la persona que mas amaba, decide salir adelante y jurar venganza, saldría a delante y les demostraría que el podría conquistar todo Tokio. -Takemichy... ¿Porque?... -¡Yo cambié! Y tu fuiste el culp...