El Principe y El Dragón De La Torre. [BL]

7.

Al inicio las cosas eran estresantes, Travis no estaba acostumbrado a estar con un humano, siempre creció con odio hacia ellos, ya que escuchaba a los suyos hablar sobre aquellos casos donde el dragón moría por culpa de un humano imprudente. 

Pero Lucas era diferente, tan diferente a todo lo que Travis había imaginado.

Aquel príncipe era diferente, tan raro, lleno de determinación para quedarse junto a un dragón, pero a pesar de sus gustos raros, Lucas era honesto, respetuoso, elegante y amable, incluso Travis debía de reconocerlo, era... Agradable. 

Los días ya no eran solitarios, incluso había olvidado mirar a sus amigos dragones volar y simplemente se centraba en la tierra y las visitas que el príncipe le hacía, trayéndole algún objeto humano que podría divertirle o comidas que nunca antes había probado. 

Entonces, aquellas situaciones ocasionales se volvieron el día a día del dragón, era un habito que Lucas fuese a verlo, y Travis había comenzado también a ser más agradable, pero en algún punto el de ojos dorados estaba pensando en que Lucas siempre le daba regalos, y quizás, sería bueno darle uno, al menos algo que pague por toda aquella amabilidad, algo lindo, ¿Pero qué podía ser? Aunque en algún punto, el dragón tuvo una idea, claro, debió imaginar que algo así sería un gran regalo para alguien como Lucas.

Y con cada día que pasaba, preparaba su regalo sorpresa, hasta que finalmente llegó el día. Había una sonrisa en su rostro mientras estaba sentado en el suelo, con su espalda recostada a su torre, esperando el momento donde Lucas llegara, ¿Quién diría que estaba emocionado de verlo?

—¡Travis!—

Hubo emoción en el rostro del dragón de fuego, pero aquello solo duró un poco, pues al mirar de quien se trataba, solo suspiró. Era Storm, su querido amigo dragón eléctrico. Tomó su forma humana mientras tocaba el suelo, a un lado de Travis.

—¿Qué con ese cambio de expresión? ¿No estás feliz de verme?—Storm preguntó ofendido.

—Ni un poco. Eres irritante.—

—Y tu muy grosero, ¿Cómo puedes tratar así a tu único amigo?—

—No comiences con eso.—

Storm frunció el ceño, no podía creer el disgusto que mostró Travis a verlo, ¡Bien! Siempre se veía de mal humor, pero esta vez era diferente, además, antes de verlo, parecía muy feliz. Y como buen amigo que era, claro que iba a comenzar a indagar más para conseguir chisme.

—¿Pasó algo bueno?—Storm preguntó con aquella sonrisa que Travis tanto odiaba.

—No te importa.—

—¡Vamos, cuéntame! Te vi sonriendo, pareces de mejor humor, ¡Te he visto antes!—

—...Eso no te importa. —

—¿Es sobre el corazón?—

Ante esa pregunta, Travis se puso nervioso, ¿Sobre el corazón? ¿Acaso se notaba sus cambios de sentimientos? ¡No! Simplemente estaba tolerando al príncipe, es todo, nada más, era... Amigable, es todo, ¡No le gustaba, nunca podría gustarle!

 —¿Entonces? ¿Es sobre eso? ¿Te liberaste de la maldición?—Storm preguntó sonriendo.

Ah, Storm se refería a ESE corazón.

—No... Aún no.—

El dragón amarillo parecía desconcertado, ¿Entonces por qué aquel cambio de comportamiento? Storm no era tonto, algo pasaba con su amigo.

—Bien... Supongo que fue mi imaginación.—Admitió el dragón eléctrico.

—Así es, ahora... Deberías irte.—

—Concuerdo, ¡Conocí a alguien interesante! Así que tengo que verle pronto, ¡Nos vemos otro día, Travis!— Al decir eso, comenzó a volar y se perdió en el cielo. 

El dragón de fuego solo suspiró rendido, ¿Cómo es posible que se confundiera de esa manera? Era obvio que no le gustaba Lucas, solo era... Tolerable.

Una hora luego, a los oídos de Travis llegó el ruido del caballo de Lucas, el príncipe dejó a su fiel compañero en el lugar de siempre y luego fue corriendo a la torre. 

—¡Travis!—Había tanta felicidad en el rostro del humano.

—Hey, ya decía que te quedaste dormido.—Respondió indiferente el dragón, sin levantarse del suelo.

—¿Me estabas esperando?~—Canturreó el príncipe.

—¿Yo? Claro que no, en tus sueños, rarito.—

El príncipe rio levemente y luego se sentó a un lado del dragón de fuego. 

—Esta vez te vengo a mostrar este instrumento, es una flauta, dicen que es bastante antigua y hace sonidos hermosos, conectando con el bosque, ¿No te parece interesante?—

—Siempre vienes y traes más basura.—

—Pero todo lo guardas.—

Travis se quedó en silencio, porque el príncipe no estaba equivocado, cada regalo estaba guardado en la torre, al menos en el primer piso, donde Travis podía estar. 

—...Por curiosidad, solo por eso.—Luego, miró a Lucas.—De cualquier manera... ¿Sabes usar ese instrumento?—

—¿Te gustaría oírme?—

—Bueno, lo trajiste, muéstrame.—

Lucas pareció feliz y comenzó a tocar la flauta, si que sabía tocar, sonando una preciosa melodía. Si, Travis estaba bastante feliz con la presencia del humano, porque el era tan diferente, tan... Agradable.

...

Unas horas luego, cuando llegó la hora de que Lucas se fuera, Travis le pidió al príncipe esperar un momento afuera de la torre mientras el dragón buscaba algo. Los ojos de Lucas parecieron brillar de emoción cuando vieron lo que tenía el de ojos dorados en manos.

—Esto es... Solo un pequeño regalo. Tienes gustos muy raros, además, eres un príncipe. Pensé que... Esto sería un buen regalo para ti.—Travis le extendió una capa roja doblada en sus manos, parecía brillar. —Está hecha con mis escamas, es capaz de soportar el fuego y cualquier otro poder de dragón, pienso que te vendría bien ya que eres un príncipe, ya sabes, puede que enfrentes peligros y todo eso.—

—¡Me encanta!—Lucas abrazó a Travis, parecía tan emocionado, y solo por esta vez, el dragón correspondió al abrazo. 

—...Que esto no se haga costumbre.—

—Bien, pero debes admitir que no es tan malo.—Lucas volvió a reír antes de soltar al dragón y tener la capa en manos. —Muchas gracias por el regalo, Travis.—

—Yo... No es nada.—

—¡Bueno, te veré mañana!—

...

Mientras ellos se despedían, había un dragón eléctrico volando alrededor, Storm los había visto. 

Y no parecía feliz.