12.

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Travis lo estuvo pensando mucho, cada día con Lucas era divertido, incluso comenzaron a salir volando más seguido. El dragón le había confiado su corazón al príncipe, y el miedo que antes sintió ya se había desvanecido, porque Travis confiaba en él, sabía que Lucas nunca le haría daño.

Un mes después, Travis supo lo que deseaba, algo que nunca pensó en elegir, pero al final, no era una mala decisión.

Aquel día, el príncipe llegó como era costumbre, usando como siempre la capa que le regaló el dragón, su objeto más preciado. Saludó con una gran sonrisa a Travis, con emoción por saber lo que podrían hacer el día de hoy.

—Acepto.—Dijo el de ojos dorados. 

Lucas se quedó en silencio, observando incrédulo  a Travis, como si le costara entender a que se refería.

—¿Qué cosa?...—Preguntó el príncipe, queriendo estar seguro.

—Tu propuesta, la de matrimonio, la de ir contigo.—

La sonrisa del joven heredero al trono creció, su corazón latía con gran felicidad, esto era un sueño hecho realidad, todo lo que quería lo iba a tener ahora.

—¡Gracias, gracias, gracias!—Repitió con felicidad Lucas, abrazando a Travis.—Prometo que te va a encantar, es un lugar hermoso, ¡Podré mostrarte la nieve! Te daré la habitación más lujosa que quieras. ¡No es necesario que nos casemos de una vez! Podemos estar comprometidos y te daré el tiempo que necesites para que estés cómodo conmigo, ni siquiera te he pedido que seamos novios, lamento eso, es la emoción.—

Travis seguía sin creerlo, viendo todo el brillo que tenía el rostro del príncipe, parecía genuinamente feliz de ser correspondido, ¿De verdad era amado por el? Al menos eso era lo que parecía, simplemente pudo sonreír levemente al ver eso, guardando ese cálido sentimiento en su pecho. 

—Solo no olvides mi corazón.—Dijo Travis.—Espero que me trates como es debido, su alteza.—Dijo bromeando el dragón.

—Oh, por supuesto, ya verás como un príncipe trata a su prometido.—

Lucas besó la mano de Travis, dando una pequeña reverencia para luego ir a la torre a buscar la bolsa con el corazón del dragón, colocándosela bien, sería un viaje largo, uno el cual el príncipe solía soñar, pero esta vez no era un sueño, era la realidad, tendría a su amado dragón.

Lucas besó la mano de Travis, dando una pequeña reverencia para luego ir a la torre a buscar la bolsa con el corazón del dragón, colocándosela bien, sería un viaje largo, uno el cual el príncipe solía soñar, pero esta vez no era un sueño, era la r...

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Los dragones son seres poderosos y temidos, pero hace años se apartaron de otras civilizaciones, así que ver uno que sea amable era poco habitual. El reino del trébol rojo era un sitio tranquilo, por lo que divisar a un dragón sobrevolando los cielos no era algo agradable, era como si el apocalipsis llegase repentinamente y nadie lo vio venir. 

La gente habló sobre eso con preocupación, rezando para que simplemente siguiera de largo y no se detuviese en su reino, porque nadie molestaba a los dragones, solo si estos atacaban primero, era una ley universal. Nadie esperó ver al gran dragón rojo descender al castillo, todos rezando para que sea una charla pacifica y no tengan que iniciar una guerra.

Porque todos saben que meterse con un dragón es meterse con todos, al fin y al cabo son un clan entero que viven juntos.

El rey del reino trébol rojo, Leonard, nunca había tenido que enfrentarse a algo tan peligroso en todo su reinado, ¿Quién hubiese pensado que un dragón se detendría en su puerta? Los guardias huyeron, prefiriendo mil veces esconderse antes de ver a un dragón. El viejo rey salió, estando frente al gran dragón, quien le devolvió la mirada.

—No tengo miedo, dragón. ¿Qué te trajo aquí?—

Entre todas las cosas que nunca esperó, es que del dragón bajara su hijo mayor, el heredero al trono, y luego, el dragón tomara una forma humana, aunque sus cuernos y demás atributos de su especie quedaban a la vista.

—¡Padre! Te presento a Travis, es un dragón de fuego... Y mi prometido.—

—...¿Qué?—

Puede que Leonard no le tuviese mucha fe a su hijo, pero de todo lo que esperaba que este hiciera, era que entregara la cabeza de un dragón, no que se tomara realmente literal sus palabras sobre "ir a buscar a un dragón para casarte con el", definitivamente debían hablar sobre esto.

—¡Ya lo sabes! El que dije que encontraría.—Explicó Lucas, como si fuese lo más normal del mundo. —Espero que sea recibido y tratado con el mayor respeto del mundo, después de todo, es mi pareja, y hasta donde sé, seré rey justo como prometí.—

Cambio de planes, Leonard solo desea que su hijo menor sea el rey y no su hijo el que tiene un extraño fetiche con los dragones, dios salve al reino.

—Por supuesto, yo... Soy Leonard, mucho gusto, señor dragón.—

—Travis, por favor.—El dragón dio una reverencia, algo incómodo.—No es necesario que sea formal conmigo, usted es el rey.—

—No por mucho, además, eres un dragón, ya sabemos que hay que tratarlos a ustedes con respeto, son criaturas de poder y sabiduría. Por favor, síganme.—

Con suerte esto solo era una terrible pesadilla, ya no tiene la edad para lidiar con esto.





El Principe y El Dragón De La Torre. [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora