El Principe y El Dragón De La Torre. [BL]

3.

—Como has oído. Vine por ti.— Dijo Lucas.

—...Eso... ¿Acaso es una broma?—

—¡Claro que no! Yo... Siempre.... Siempre he querido encontrarte, verte...— Lucas se comenzó a acercar al dragón, había sido su sueño desde pequeño.

El dragón no sabia que responder ante eso, parecía decir la verdad.

Aquellas palabras le sorprendieron demasiado, solo retrocedía ante la cercanía del humano.

—Tú...¿Te casarías conmigo?—

Allí la expresión del dragón se tornó a una totalmente sorprendida y luego molesta.

—¿Que? ¿De qué hablas? Ugh, Sabía que los príncipes de ahora  están raros... ¡Solo vete de aquí si no vas a hacer más nada!—

—¿Fui demasiado pronto? Oh, Cierto, ni siquiera te he dado una cita correcta...—

—¿Qué?...¡N-No!¡Ese no es el problema!—

—¿Entonces si aceptas casarte conmigo?—

—¡Sí! ¡ES DECIR!, ¡No! ¡Ugh!— El dragón parecía molesto y demasiado confundido ante aquel tema, comenzando a murmurar maldiciones, ¿Por qué tenía que tocarle un rarito?

Después de todo, nunca se le había presentado una situación igual.

—Está bien, Esperaré lo que sea necesario.— Dijo sonriendo el príncipe.

—¡Solo lárgate de aquí y no vuelvas jamás!—

—Sí eso es lo que deseas, no te molestaré el día de hoy más, Hasta pronto, mi princesa.—Dijo para luego besarle una mano y luego irse.

El dragón realmente estaba confundido y se limpió rápidamente la mano y veía como se iba.

Esperaba no tener que verlo más.

—¡Oh, mi hermoso dragón! ¡Tu caballero ha regresado a verte!— Decía Lucas mientras se acercaba a la torre devuelta.

El dragón estaba en su forma "humana" mientras estaba acostado en uno de los balcones de la torre.

Gruñó molesto al escuchar aquella voz y se levantó.

Luego bajó volando donde el príncipe.

—¿Ahora que quieres?—

—A ti, Por supuesto.—

El dragón odiaba cuando el humano le jugaba esas "Bromas".  Lo hacían sonrojar, Digo, enojar¿

—¡Esa no es la respuesta que quiero y lo sabes!—

—Es la verdad.— Dijo sonriendo el príncipe, el cual era realmente honesto en lo que decía.

—Solo día la verdad de tus actos, humano asqueroso.—

—Quiero llevarte cargado como princesa a mi castillo, casarme contigo, tener 10 hijos, besarte todas las mañanas y probablemente tener unos cuantos hijos más y hacerte feliz toda tu vida.— Sí, a veces demasiado honesto.

—...¿Si sabes que no puedo tener hijos, Verdad?—

—¿Entonces si te gusta todo lo demás en mi plan?—

—¿Qué? ¡No, Jamás! Ya solo lárgate.—

—Bien, Entonces te veré más tarde.—

—No, ¡No vuelvas más tarde!—

—Hasta pronto, Mi dragón.—

—Travis.—

—¿Qué?—

—Me llamo Travis, Deja de referirte a mí como "Tu dragón", tengo nombre, Imbécil.—

—Oh, Que bello nombre.—Dijo sonriendo el príncipe. —Entonces te veré pronto, mi Travis.— Dijo para luego guiñarle un ojo ante la expresión de disgusto del dragón y luego se fue donde estaba su caballo amarrado para irse.

Travis solo vio como se iba.

—Que humano tan extraño...— Dijo para luego irse devuelta a su torre.

Pero esa no sería la última vez que vería a Lucas.

Se estaba quedando en una ciudad cercana, con la finalidad de poder ir a ver al dragón sin demorar días.

Ahora, cada día podría ir a ver al dragón.

Y así lo hizo.