Luego de que las lagrimas habían cesado, finalmente el dolor también se detuvo, dando paso a la paz. Travis y Lucas se tomaron un tiempo, sentándose juntos ambos recostados sobre el otro, no estaban diciendo nada, pero el silencio era suficiente, no era uno incómodo.
—Gracias por quedarte. —Luego del largo silencio, el primero en hablar fue el dragón.
—No hay otro lugar donde desee estar. —
—Eres demasiado pegajoso. —Travis dejó escapar una risa.
—Pero eso es lo que te gusta. —
—No te confíes. —
Ambos rieron juntos, parecía que los muros y barreras se habían deshecho, ahora, podían ser capaces de hablar sin verse incómodos o poco felices con el otro, se podía notar perfectamente la diferencia con el dragón.
—Entonces... ¿Todo terminó bien? ¿No te lastimaste? —El príncipe preguntó, aún cuando ya había pasado un tiempo, quería estar seguro.
—Estoy bien, además, lo conocía. —
—Supongo que todos los dragones se conocen...—
—No todos, pero supongo que tienes razón. —El de ojos dorados respondió. —Era mi mejor amigo. —
—¿Cuál es su nombre? —
—Storm. —Respondió Travis. —El... En realidad, suele ser agradable, pero entiendo que se molestara, los humanos no son muy bienvenidos, no cuando son la causa de muerte de los dragones maldecidos como yo. —
—Le importas. —
—Supongo que en parte es mi culpa, siempre dependí de él. Es... Mi único amigo. No sueles hacer muchos cuando tu destino es vivir solo. —
—Bueno... No tienes que estar solo. —
—Nunca podré alejarme de la torre. —
Hubo silencio, entonces Lucas finalmente tuvo el valor para decir lo que pensaba, algo que, pensándolo, puede ser tomado de buena manera o todo lo contrario, era un inocente pensamiento ante este problema.
—Cásate conmigo. —
—¿Enserio vuelves con el tema? —
—No, escucha... Si te casaras conmigo, confiarías lo suficiente para permitir que yo lleve tu corazón, entonces, podrás volar. Yo lo cuidaría. —
—¿Estás diciendo que debo confiar en ti? —
—Sé que suena algo difícil para ti, pero... De verdad quiero apreciarte volar, Travis.—El príncipe le sonrió dulcemente. —Eres un dragón, y no hay nada más hermoso que verte de esa manera... Libre de cualquier atadura.—
Travis no respondió, mirando a otro lado, avergonzado, o quizás, pensando atentamente en todas esas palabras.
—Lucas.—
—¿Si?—
—Puedes... Puedes entrar a mi torre, te doy permiso.—El dragón respondió, Lucas parecía realmente asombrado de oír esas palabras.—
—¿Enserio?—
—De verdad.—Respondió Travis.—Está en lo alto, podrás diferenciarlo, es una joya.—
El príncipe pareció realmente emocionado, levantándose.
—Gracias por confiarme tu corazón, Travis.—
Sin nada más que decir, el príncipe se retiró de allí, subiendo rápidamente en la torre. El dragón sabía que esas palabras no eran nada importante, no debía confundirlas, pero se sentía ansioso, especial.
Era la primera vez que se sentía así.
Lucas pronto bajó de la torre, tenía una bolsa de cuero que iba colgando a un lado, y allí estaba la joya que había encontrado, una gran joya en forma de corazón, el cual parecía un rubí, pero brillaba más que uno. Si de verdad te ponías a examinarlo, podías sentir los suaves latidos y la calidez que venía de esta joya.
—¡Aquí estoy!—Lucas avisó al salir, pero se asombró al ver que Travis estaba afuera con su forma de dragón, aquella que vio tan pocas veces, pero seguía sintiéndose con tanta emoción.
Esto solo había pasado en sus sueños.
—Ven.—Travis bajó una de sus alas hasta el suelo, extendiéndola, como si fuese una subida para el príncipe.
—Estás... ¿Estás pidiéndome que suba?—
—¿Planeas quedarte?—
—¡No! Yo... Ya voy.—
El príncipe subió hasta llegar al lomo del dragón, sus manos que buscaban de donde agarrarse sentían las escamas, era tan maravilloso, todo era un sueño, finalmente decidió sujetarse de lo que parecían espinas en el dragón.
—Espero que te sujetes bien, su alteza.—
Y antes de dar un verdadero aviso, el dragón comenzó a correr para luego dar un salto y comenzar a ascender al cielo, volando, se podía ver todo desde allá arriba, incluso atravesaban las nubes, todo era tan mágico, tan maravilloso.
Este sería un día para recordar.
...
Ambos disfrutaron de volar más allá de donde Travis estaba acostumbrado, y cada nueva ciudad que desconocía, el príncipe le contaba sobre ella, esto era algo que ambos aún no creían que estaba pasando, y Travis, quien escasamente reía, lo volvió a hacer, Lucas apostaba que si pudiese ver el rostro de su dragón ahora, vería su hermoso rostro riendo, algo tan especial.
Cuando la noche fue llegando, Travis volvió a su torre, aún no tenía muchos planes. El príncipe se bajó de su lomo y el dragón tomó a su forma humana.
—Bueno, lamento tener que irme, ya sabes que luego se hará tarde, aún tengo que ir cabalgando.—El príncipe se excusó.
—Lo sé.—
—Yo... Voy a devolver tu corazón a la torre.—Lucas le sonrió, acercándose a él.—Y si... Un día aceptas mi propuesta, estaría muy feliz de que me acompañaras a mi reino.—
—Puedo pensarlo.—
Era la primera vez que no hubo un no.
Lucas se emocionó como si fuese un niño, sonriendo y asintiendo mientras iba corriendo a la torre para dejar la bolsa con el corazón de su dragón, se sentía tan feliz, esta era una gran oportunidad, un buen paso.
Aún tenían suficiente tiempo por delante.
...
¿Cierto?
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El Principe y El Dragón De La Torre. [BL]
Fanfiction" -Nana... ¿Qué le pasa al dragón que resguarda la torre donde habita la princesa?...- -Muere, Obviamente, ¡Hay que salvar a la princesa!- -Pero...¿Quién salvará al dragón?...-"