Una vez la dragona fue llevada a sanar, una especie de circulo alado con múltiples ojos comenzaron a restablecer la arena antes destruida, siendo llamados ángeles por parte de Hermes a la vez que agradeciendo por el trabajo antes realizado, el mensajero de dios toma una bocanada de aire
La primera había llegado a su fin, ahora era turno de la siguiente participante, Hermes anunciando lo obvio vuelve a hacer su pose del comienzo, solo que esta vez teniendo la oportunidad de hablar
- Como representante de los dioses viene la fiera entre las fieras, la madre invencible, la terrible SEKHMET! - tras gritar aquello un rugido estremecedor retumba en el lugar
- Y como la nueva aspirante.... Sangre de rey, sangre de la sangre del rey licaón, LOONA MOONSTAR! - nuevamente un sonido irrumpe en el lugar siendo esta vez nada mas ni nada menos que un aullido
Ambas enemigas naturales avanzaban por la arena, esta ya se restablecida para el próximo combate, el aire movía levemente la blanquecina arena, ambas mujeres se colocaban frente a frente para el enfrentamiento
La madre invencible resaltaba por tener un pelaje, aunque corto, bastante grueso siendo a su vez la mezcla perfecta entre oro y plata, garras de quince centímetros era lo que usaba en sus dedos en vez de uñas, la obviedad de la cabeza de león era un chiste si se mencionaba ya que era algo obvio, ojos bermellón con leves toques negros veían a su rival, su mirar se contrajo al instante en que la tuvo frente a ella.
Por su lado la contraria era una mujer de cabellera morada con finos toques rosados, su melena revoloteaba en el aire a la par que su tenuemente bronceada piel reflejaba el sol, orejas del animal que representa salían de su cabeza; como si fuera un pequeño espejo con guardia baja ambas empezaban a caminar una hacia la otra.
La vestimenta de la loba constaba de algo muy similar a la chica pelirroja, solo que en lugar de detalles plateados, constaba de unos dorados, sus pies estaban protegidos por un par de botas de color café rojizo, la leona por su parte iba descalza vistiendo un pantalón holgado marfil, un collar altamente pretencioso, cejando a quien viese los colores dorados de su cuello así como sus muñecas.
La mujer lobo iba a mano desarmada mientras que su rival tenia un par de espadas, su filo se doblaba en un semicírculo que cegaba a cualquiera con facilidad. La mandíbula de la leona se abre mostrando una serie de dagas blancas, al cerrar su boca lanza un rugido altamente poderoso, el poder del rugido era poderoso, glorioso... natural, los pies de ambas se despegan del suelo en un salto hacía la otra.
En un abrir y cerrar de ojos el primer ataque era dado por ambas, un retumbar en la tierra se siente al poco tiempo de que ambas, un golpe en el lado derecho e izquierdo de la cara respectivamente, sus pies al tocar el suelo ambas tomaron impulso para poder golpearse nuevamente, tras esto ambas entran en guardia, la canida teniendo una pose similar a las del karate cuando un combate empezaba, mientras la otra desenfundaba sus espadas para provocar temor, cosa inútil.
La loba hace una finta con la pierna derecha provocando que la felina se defienda descuidando uno de sus flancos, un rápido giro que apenas un veterano en artes marciales vería hace que el ángulo de la patada cambie dándole en las cervicales a la leona, sekhmet baja la guardia solo un instante pare después verse superada por la loba que no tarda en volver a su postura original.
El polvo provocado por la arena se dispersa en un momento, la loba reacciona dándole un ataque feroz golpeando las costillas de la diosa, sin dejarle respirar dos golpes más son arrojados a la zona, el dorso de la leona golpea la cabeza de la loba.
La canida gira en su propio eje para caer de pie; como si de una finamente practicada coreografía se tratase la chica golpea el suelo, provocando la aparición de un terremoto salvaje que provoca que el estadio tiemble, acto seguido las garras de la loba son desenfundadas, la leona al ver a la pelimorada en el suelo alza sus armas provocando un sonido silbante.
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Mokushiroku
Fantastiky entonces desde el cielo vi descender otra criatura, un dragón rojo con 7 cabezas 10 cuernos y 7 diademas en cada cabeza, Entonces bailara y este mundo destruirá condenados a un ciclo del cual no pueden escapar